| Intruso   Cómo convencería a aquella brisa que ya no era dueña de mis melodías, cómo convencería a aquel mar que
                     ya no estaba a mis pies que una mañana
                     corriente mi corazón le entregué.   Cómo
                     convencería a aquella arena de que mi mirada no
                     era suya, cómo le suplicaría al
                     sol con su color anaranjado que un día su brillo de mi vista me habían arrebatado.   Cómo convencería a aquel lugar del cual yo debía alejarme, que me dañaba internamente, de mis sueños se adueñaba, me
                     hacia fuerte pero a la vez me destrozaba.   | 
 Cómo
                     convencería a mí ser, a aquella
                     sombra que me sigue, a aquellos reflejos en las
                     olas, a aquel que me mire de que una corazonada me había dejado allí.   Cómo convencería a la luna que nacía del mar cada noche que yo ahí era una intrusa de
                     aquellas que espían del cielo las luces sin reproche.   Cómo dejaría aquel lugar cómo abandonaría mis sueños, cómo pensaría con claridad, cómo soltaría el duelo, cómo creería poder convencerlo.   Natalia
                     Yamila Repecka |