| "Esa lágrima"   Tenía una lágrima  perversa empecinada,  inmutable, constante, punzante que laceraba mis pupilas con salitre y fracasos.   Tenía una lágrima  enquistada en el silencio.   Con una copa en la mano y una carta en la memoria. Me bebí de un solo sorbo todos los infiernos, y vivir de rodillas clamando indulgencia, sometiendo
                     mi existencia al fragor  del desconsuelo. Sí, tenía
                     una lágrima posesiva, obsecuente, decadente. hace tiempo.   Sí, hace tiempo. "Voy a dormir" Mueren las voces del día y se acurrucan en el silencio de mis pupilas. Ancestrales
                     pensamientos acuden a mi mente.    Tantos destierros cargo en mis espaldas, que cuando muere el grito, mis
                     labios sienten alivio. Quiero dormir, hasta sacudir las últimas esquirlas de la memoria.   Quizás aun queden vestigios en mi mirada. No es demasiado tarde para que agonice la
                     lágrima. |