| LA PAZ 
 Al
                     Padre Nuestro elevamos nuestras voces de
                     lo profundo de nuestros corazones al Padre
                     Nuestro desconociendo el significado del
                     hermano que vive a nuestro lado 
 Mi mujer y mis hijos en extraños convertidos separados pretendiendo estar unidos de nuestro prójimo hoy alejados olvidando el amor que ayer sentimos 
 Si
                     a Dios decimos Padre Nuestro cómo
                     agredimos  nuestro hermano por qué
                     nuestra alma envenenamos llenándonos
                     de odio en nuestro adentro 
 ¡ Amemos !. Nuestra alma pletórica de amor brindará  al mundo  bellos sentimientos alcanzando la paz alejando así el dolor haciéndonos dignos de llamarlo Padre Nuestro 
 
     ¡ PAZ !  ¡
                     OH PAZ ! 
 ¡ Paz !  ¡ Oh Paz ! ¡ Anhelada paz ! Cuánto te hemos añorado cuánto por ti hemos luchado 
 Cuántas
                     veces entre nuestras manos yaciste calentando
                     nuestra piel con ilusiones para luego
                     como el agua entre los dedos escurrirte 
 Cómo sin descanso te hemos buscado en políticos, en nuestro hermano, en religiones de ellos en ninguno te hemos encontrado 
 Noticias dicen que te han sellado ahora...firmando extensos documentos que por fin han acordado todo lo acordado 
 Eso es lo que ilusionados
                     llamamos paz? ¡ ilusos por ilusiones
                     ilusionados ! cuando falta mucho por alcanzar 
 Cuándo entre nuestros dirigentes la paz se firmará? día a día el tú me acusas yo te acuso es diario pan parece que buen ejemplo ninguno nos dará 
 Y la corrupción que todo lo malversa llenando los bolsillos de políticos y funcionarios haciendo más daño que la guerrilla y la violencia 
 Cuándo nuestros niños dejarán de morir de hambre porque el estado no tiene con qué alimentarlos y sí millonarios sueldos dan a delincuentes de toda pelambre 
 Cuándo nosotros pueblo indolente dejaremos de elegir a esos delincuentes para que a manos llenas salgan del erario público y sin vergüenza ni castigo partir 
 Cuándo los desaparecidos forzados los secuestrados los desplazados los extorsionados justicia recibirán aquellos que nadie nombra cuando todo está acordado 
 Cuándo la justicia dejará de liberar a asesinos confesos por considerarlos  ¡ qué ironía ! no
                     peligrosos a la sociedad y de encerrar
                     a quien comida toma por encontrarse hambriento  
 Cuándo en nuestro
                     suelo reinará la justicia la equidad la
                     tolerancia que a todos y a todo lo equilibran sin distingos de creencias religiosas políticas de raza de posición social 
 Cuándo la máxima virtud, EL AMOR, sembraremos en el corazón nuestro y en el de nuestros hijos para que allí retoñen los
                     valores que hemos tergiversado hasta quitarles
                     de su esencia su valor 
 ¡ Se han sellado los acuerdos ! se ha librado un
                     escollo Que esto no cierre nuestros ojos
                     a lo que no se ha resuelto busquemos en
                     nuestro adentro la paz y que el amor sea para ello apoyo. 
 Germán
                     A.  Gutiérrez M. Agosto
                     29 de 2016        DOLOR Y  PAZ   Qué	 infinito dolor produce la
                     madre convertida en asesina cuando, cruelmente
                     la vida termina, del inocente hijo que aún
                     no nace.     Y duele el
                     alma ante el padre que, lujurioso, la inocencia
                     roba a su pequeña hija en la filial alcoba, sin pensar el daño que a ella hace.     Duele  la muerte del joven, del anciano o  de aquel recién nacido, a la puerta del hospital que de manera abyecta, insensible,  primero exige el pago.     La falta de trabajo desgarra las entrañas pues, la vida digna impide a la persona que, impotente,  ve como a su hogar asoman la
                     miseria, el hambre, la ignorancia ya no extrañas.     Cómo duelen como ardiente bofetada, los lujos, oros, títulos y ceremonias de
                     quienes, no siguiendo el ejemplo del Mesías, no
                     tienen la humildad como norma clara.     Y maltrata el cuerpo y duele el alma ver
                     cómo, a quienes ciegamente eligen, ya no
                     son los que honestamente dirigen mas, sí
                     son los que a la nación devastan.     Infinita vergüenza y dolor profundo recomen
                     las entrañas cuando unas pocas, muy pocas
                     familias deciden, poderosas y egoístas,
                     el destino del orbe mundo.     
 También, el dolor recorre todas las
                     fibras de los cuerpos de quienes son conscientes del exterminio implacable  de las especies, aún de aquellas todavía no conocidas.     Nuestra Pachamama, silente clama piedad a los que, por el poder y el dinero intoxicados, talando las selvas las aguas han secado, sintiéndose afamados por insidiosa vanidad.     Y la ironía de las ironías, el dolor de los dolores, dialogar en medio de las balas, en medio de los muertos que siguen cayendo mientras, continúan los entuertos sin escuchar de los pueblos los  clamores.     La Paz no es el silencio de las armas, no la derrota del enemigo aplastado, no su muerte ignominiosa. La Paz es el legado de un hombre de evocación gloriosa: " la Paz os dejo la paz os doy "   esto todo lo denota.     La Paz es perdonarse a sí mismo con profunda caridad, La Paz es perdonar del prójimo el agravio recibido, La Paz es que la justicia  en la sociedad haga nido, transformándonos a todos en seres de bondad.     " Amaos los unos a los otros "  sencillo pero difícil, " Padre perdónalos porque no saben lo que hacen " verdadera caridad cuando nos agravian con males, " La Paz os dejo La Paz os doy "  es así como Dios bendice.     La Paz utopía de utopías buscada con engaños, La Paz, cual Ave Fénix, muere y renace gloriosa, en nuestrasalmas,  sin saberlo, anidada sin glosas, para que la encontremos sin hacernos daño.   Germán A.  Gutiérrez M
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