Prem Rawat Maharaji . "SE NOS HA DADO ALGO...." Poema de agradecimiento escrito por Ulises Barreiro y dedicado a Prem Rawat. Poema publicado en la antología: "Una mirada al Sur,2012" (Buenos Aires 2012) Las piedras del molino, Nos quieren triturar a toda costa. Pero nos enseñaste el camino.   El mundo, compuesto de conceptos, estereotipos, ilusiones y creencias no para... No para...Ni parará.   El regalo del conocimiento Es más fuerte, y tampoco parará. El centro del molino es eterno.   ¡Nos mostraste que las cosas malas suceden para mostrarnos algo! Que estamos vivos.   La paz en Occidente gracias a ti, ya está desparramándose como un bello manto de amor....   El regalo del conocimiento Nos permite espantar los espantosos fríos Del invierno... También sacar los   Temibles calores del desierto. De nuestro cuerpo.   El mundo material tiene Su, propia ilusión de dicha. Si, su propia utopía...   Esta dicha puede ser la nieve o la mañana. La tarde o la noche... Es su propia ilusión..   Porque al conocer la dicha Del conocimiento todo ese Desaparece... Para siempre... Ya no hay vuelta atrás Para parar de disfrutar cada mo mento de nuestra vida... El conocimiento se expande mo mento a momento junto al movimiento de rotación de la tierra... Me alegra eso. Simplemente gracias señor Prem Pal Singh Rawat, simplemente   gracias Maestro. Por celebrar este regalo de la vida con nosotros. Digo nosotros Porque somos todos los humanos, un solo cuerpo.   Gracias, por hacernos vivir este Bello regalo de la vida. Gracias Maestro.   Ulises Pastor Barreiro   LA DIGNIDAD Pensar en Pocho es sentir la poesía en el corazón de hombres y mujeres. Pensar en Pocho es sentir la dignidad de estar vivos. Pensar en Pocho es escuchar la dignidad humana, materializada en acciones. Pensar en Pocho es esa dignidad que las hormigas trabajadoras y excluidas del sistema sabemos tener. Pensar en Pocho es dejar que aflore esa dignidad que a veces perdemos y que de tanto en tanto necesitamos recordar. *** Pensar en Pocho nos hace sacar fuerzas desde adentro para salirle a pelear al sistema. A este sistema no le importan los humanos, ni lo seres, ni los tiempos. Pensar en Pocho es valorar el tiempo que se tardó en concebir la vida la vida de de los seres humanos y de las hormigas. Hay miles de vidas de hormigas que se nos están muriendo. ***Y si de morir se trata, de todas las muertes, la más horrenda, es la muerte por hambre. Pensar en Pocho evoca esa dignidad de lucha, porque él demostró que se le puede pelear a cualquiera y en cualquier circunstancia. Pocho Lepratti nos viene como sinónimo de dignidad, porque no le tuvo miedo a nada ese 19 de diciembre de 2001. ***En el mundo digno el hambre no existe. En donde la gente no se mata existe el mundo digno. Pocho repartía dignidad por Ludueña y por donde el destino lo llevase. Una vez un pibe del barrio Las Flores, en el sur de Rosario, le preguntó: -¡Pocho! ¿Cómo reparto 17 papas entre 9 personas? Y pocho sonriendo le dijo: -¡Puré de Papas pibe! Así de sencillo y digno era. ***El camino de la dignidad algún día acabará con tanta injusticia y hambre. Los hombres respetarán al resto y sabrán que lo que le sucede a uno, lo sentimos todos. Pensar en Pocho es revivir esa dignidad, producto de grandes luchadores a lo largo de la historia. Y entre ellos está Pocho Lepratti. *** Por todo esto y por mucho más, pensar en Pocho se reduce a decir DIGNIDAD. Es tan simple la palabra que a muchos se les hace imposible repetirla. Por suerte otros no tienen miedo de practicarla.  ¿Quien era Claudio Pocho Lepratti? Lo llamaban: "EL ANGEL DE LA BICICLETA" Pocho Lepratti era un ex seminarista quien se convirtió en un militante social (trabajaba siempre con los jóvenes excluidos socialmente) que fue muerto durante las violentas jornadas de diciembre de 2001 (hecho históricamente conocido como el Argentinazo) a manos de la policía quien sin ningún motivo comenzó a disparar sobre un comedor comunitario en donde Pocho Lepratti trabajaba dándoles de comer a menores de edad. Este para proteger a los menores se interpuso a los disparos. A raíz de esto organizaciones Populares de toda la Argentina lo reivindican como un icono de resistencia y solidaridad para con las personas excluidas del sistema. Este joven de gestos tímidos y mirada limpia como nos cuentan, cuyo rostro se reproduce hoy en remeras y pancartas, enseñó a cientos de chicos de la periferia rosarina (Ciudad de Rosario) a confiar en sí mismos y a comprometerse con el otro y con la cruda realidad con que se vive en la argentina en donde cada 4 horas muere un menor de edad a causa del hambre.