LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
EN POETAS Y ESCRITORES
Luz Virginia Laverde
El concepto de inteligencia
en general se refiere a las habilidades cognitivas, tales como la memoria a corto y largo plazo, la capacidad de comprender
la información recibida, así como la manera como se procesa y como se consolida la misma y como
consecuencia, permite al individuo tener la capacidad de relacionar los conocimientos ya adquiridos para resolver problemas
y tomar decisiones en determinadas situaciones. Cuando se define la palabra inteligencia, es necesario hacer alusión
a su etimología en su origen latino inteligere, compuesta de intus (entre) y legere (escoger).
Por lo tanto se podría concluir que ser inteligente es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda
para resolver un problema.
De acuerdo
con la teoría de las inteligencias múltiples según Howard Gardner se pueden distinguir tipos diferentes
de inteligencia formal como son la Inteligencia Lógica-Matemática, Inteligencia Lingüística-Verbal,
Inteligencia Visual-Espacial, Inteligencia Corporal-Cinética, Inteligencia Musical, Inteligencia Interpersonal, Inteligencia
Intrapersonal y la Inteligencia Naturalista. Como consecuencia se podría afirmar que cada individuo posee una inteligencia
que predomina y en cierta forma rige la manera en que actúa y piensa, así como la tendencia demostrada en determinados
intereses.
Por
otra parte, es necesario tener en cuenta que la palabra emoción se refiere a las expresiones exteriores de los sentimientos
acumulados y formados en las áreas de la imaginación y la visualización. Así mismo es relevante
mencionar que existen tres fuentes de sentimientos que interpretan toda información que entra en el ser humano por
los cinco sentidos y dan el sentido a lo que percibimos como son nuestra propia historia, cultura y experiencias; el lado
oscuro de lo espiritual que llamamos el maligno; y el lado de la luz espiritual que llamamos Dios.
Una
vez definidos los términos inteligencia y emoción, se puede afirmar que la Inteligencia Emocional consiste en
el significativo rol que ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona cuando ésta
se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes debido al inevitable involucramiento emocional que puede
resultar en una acción que culmine de modo exitoso o bien interferir negativamente en el desempeño final. Cada
emoción ofrece una disposición definida a la acción, de manera que el repertorio emocional de la persona
y su forma de operar influirá decisivamente en el éxito o fracaso que obtenga en las tareas que emprenda.
De acuerdo
con Daniel Goleman (1995), quien fue el pionero en la divulgación sobre la importancia de ser emocionalmente inteligentes,
hizo énfasis en determinadas habilidades que permiten el desarrollo de la mencionada Inteligencia Emocional como son
la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de
controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que
la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de demostrar empatía y confiar en los demás.
Cuando
se refiere a la poesía y la escritura, es necesario hacer alusión a la Inteligencia Lingüística-Verbal
como base fundamental de su desarrollo ya que se refiere a la fluidez que posee una persona en el uso de la palabra escrita
y hablada (Destreza en la utilización del lenguaje, significado de los términos, sintaxis, pronunciación).
Esta inteligencia brinda la capacidad de narrar o escribir poemas.
Teniendo
en consideración lo anterior, ¿qué papel juega la Inteligencia Emocional en individuos con Inteligencia
Lingüística-Verbal y sus creaciones? Si la carga emocional da sentido a las circunstancias y vivencias que son
experimentadas día a día y estas son expresadas por los escritores a través de su obra, entonces me pregunto
si sería emocionalmente inteligente sublimar a través del arte como ámbito de expresión emocional?
Esto
es algo que depende en realidad de las características de personalidad del artista; sin embargo, el arte supone un
instrumento que nos permite experimentar con el potencial de nuestras reacciones emocionales con la finalidad de lograr una mejor adaptación a la vida diaria. Los lenguajes simbólicos, por
su apertura semántica, por su potencia connotativa, ensanchan los horizontes de percepción y conocimiento de
lo real y lo posible haciéndonos más sensibles hacia el mundo que nos rodea y hacia nuestros movimientos
internos de conciencia.
Las manifestaciones
estéticas nos ayudan, sin duda, a discriminar las emociones avanzando en el auto-conocimiento, nos ayudan
a desarrollar empatía, a identificarnos con los demás y a afrontar nuestra relación con el mundo desde
diversas perspectivas, desde distintas miradas y se exterioriza a través de características como son por ejemplo
la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de controlar los impulsos, de ser capaces de regular nuestros propios estados
de ánimo, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de evitar que la angustia interfiera
con nuestras facultades racionales, y de diferir las gratificaciones.
En
conclusión, la inteligencia emocional el grado de dominio que alcanza una persona sobre estas habilidades y resulta
decisivo para determinar el motivo por el cual ciertos individuos exhiben mayores posibilidades de desarrollo personal.
LUZ VIRGINIA LAVERDE