Que bellas son las hojas de la estancia aquellas que albergaron mi esperanza, más hoy las tomo entre mis manos, soñando un paraíso de orquídeas y obsidianas. Mi vida otoñal también florece,
ella guarda mis mejores
tiempos, cada estación es la
deseada, con ellas vibro por que en su bella esencia transportan la luz en mi mirada. No temas al otoño, ni al invierno, no escondas tu alma a la tristeza, vive la plenitud es un
descanso. Vive el hoy,
vive en primavera, vive siempre tu amor como lo haces, despertando un oasis de emociones.
MARIA ADIELA LONDOÑO DE COPETE. PAG WEB
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