CONCIERTO DE LA ALBORADA 2015AFILIACIONNações Unidas das Letras



CARLOS GARRIDO CHALEN
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Presidente Fundador Unión Hipanoamericana de Escritores, UHE

Los Fantasmas del Tequendama. "Ese Ojo avizor..." Carlos Garrido Chalén. Tumbes, Perú.

LANZAMIENTO CONTROLADO

Editorial Ave Viajera

GRACIELA NASIF
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ESCRITORA . ARGENTINA

Análisis literario de la Novela Histórica
"Los Fantasmas del Tequendama"
Autor: Poeta y Escritora Graciela Nasif

Al decir del Jurij Tynianov (Theories de la littèrature. Paris, Aux Editions du Senil 1965)... "cada obra de arte representa la interacción compleja de numerosos factores", sólo mediante una integración de los más importantes criterios de acceso se logrará el más amplio despliegue de los componentes y, por ende, el más profundo conocimiento de la obra".
Raúl H. Castagnino
Bs. As.. Agosto., 1974

2011. Octubre colombiano, florecido en paletas de aromados pétalos multicolores, bañado sutilmente en fresca lluvia, gotas cristalinas navegantes... descendidas de los cielos, audaces visitantes de las mojadas enaguas que revisten las veredas, de la Bogotá antigua, de la cosmopolita ciudad actual Nos deslizamos entre las callejuelas que nos cobijaron un día entero, nosotros... el autor y su analista, el amigo y la amiga... los admiradores devotos de tiempos inmemoriales, impregnados del misterio de La Candelaria, rastreadores de un pasado histórico plasmado en cada moldura, en cada desnivel de su empedrado, adentrados en los recovecos escondidos de una ciudad que atesora la magia literaria, de la trama de esta historia.

Mi privilegio, y reconozco que a pocos les ha sido dado tanto, en un solo día de mutua compañía... fue conocer, paso a paso, con la guía sabia del autor, todos los lugares por donde transitaron los personajes que encontramos en esta novela. Saqué fotos, escuché una y otra vez las vicisitudes de la vida de los personajes... el cómo... el cuándo y el por qué, de cada suceso narrado. También el dónde y con quién...y sin darnos cuenta... de pronto nos convertimos en dos personajes más, capturados por el realismo mágico que nuestro paseo acentuaba.

Conocí pues, "in situ" el escenario donde transcurre la trama de esta novela histórica llevada adelante por un poeta de valía internacional, el eximio Poeta y Escritor Joseph Berolo; por tanto, considero que esta situación de privilegio, facilitará mi tarea respecto de su análisis literario; retratando al pasar al creador de "Los Fantasmas del Tequendama", a quien hoy presento a través de su obra, reflejando con su espejo de palabras y absoluta maestría, la sociedad colombiana en uno de sus más críticos momentos político-sociales.

Del brazo de Joseph recorrimos la Bogotá de hoy, entrando por la puerta entornada del pasado. Allí me extasié contemplando la Casa del Florero, mientras mi amigo desgranaba la historia sucedida entre sus vetustas paredes. Me emocioné ante la magnificencia lustrada por el paso del tiempo de su Catedral, con sus retablos de época, sus luces de caireles que nos retrotrajeron a esa Bogotá considerada la Atenas de América. Y por supuesto... temblé ante la Puerta Falsa, que quiebra el aislamiento impuesto por las sacras paredes, para abrirse en la novela a un pasaje trágico, que determinó el quiebre de esperanzas y anhelos de dos personajes indefensos en su inocencia de la vida; inmersos en su personal mundo de amor. Indudablemente influenciada por la ya mencionada magia adoquinada de las calles citadinas de Bogotá, me impregné en La Candelaria del misterio, del terror de aquellos días, en que la paz se buscaba entre las llamas abrasadoras de los incendios y el tronar de los cañones, que alfombraban de muertos, las céntricas calles colombianas.

Entré de lleno en la trama de esta novela que hoy estudio, tal como antes anticipara, de la mano del autor, visitando cada lugar de los hechos en ella sucedidos. Libro en mano, almorzamos leyendo pasajes de la obra, que se entremezclaron con la paella que nos remontaba a tiempos idos, en los senderos del tiempo. Allí, mirando caer la lluvia detrás de los antiguos cristales de la vieja casona, tornada restaurante típico, nos volvimos protagonistas de los hechos sucedidos... Cruzamos comentarios, descubrimos semejanzas; y en un momento dado... supimos que en puntas de pie la Historia, se sentó a nuestra mesa.

Volviendo al libro de marras, ya desde la tapa se enmarca la tragedia contenida entre sus páginas, presentando el incendio y el horror que dieron origen a los Fantasmas del Tequendama. En la solapa del libro su autor ha escrito palabras reveladoras de misterios y tormentas personales. Para luego acotar "Esta es una obra de ficción basada en hechos verídicos". Como suele decir Joseph... sobre este tema, no más palabras.

Aunque me cabe agregar que, por la pulcritud de su estilo y la sostenida acción desarrollada en cada una de sus páginas, esta obra es digna de ser llevada a la pantalla grande, porque es un tapiz inmenso... entretejido con urdiembres que retratan una época pasada, un fragmento vivo en la memoria de la historia colombiana.

Por mi parte, confieso que a pesar de lo mucho que he leído, durante la mayoría de años de mi vida, desde el primer momento quedé atrapada por "Los Fantasmas del Tequendama". Vale decir que, en apariencia, automática y personalmente me estoy eliminando como analista objetiva de la obra de mi querido amigo. Nada más alejado de la realidad. Llevo años a mis espaldas creando Ciclos de Conferencias sobre amigos y desconocidos; tomando distancia de mis afectos, estudiando cada día algo nuevo, enriquecedor sobre todo para mí, pero que ofrezco desinteresadamente a quien lo necesite. Puedo entonces decir, con absoluta sinceridad que "Lo cortés no quita lo valiente". Va pues mi objetivo análisis literario, donde la amiga da paso a la visión profesional sobre la obra.

"Los Fantasmas del Tequendama" es una de esas obras que nos hechizan desde la primera página. El vértigo arrollador de las secuencias relatadas tiene el misterio de un realismo mágico que se apoya en los hechos sucedidos, pero nunca olvida el sortilegio de lo absurdo mezclado con la magia cotidiana. Y así, desde el comienzo... contemplamos el extraño ritual de un personaje que espera el alba, enancado en la estatua de Simón Bolívar que destaca desde el centro del poblado adormecido.

Año 1930... Matilde Cienfuegos...Personaje feroz, verdadero clon de Machiavello, endemoniada mujer que deja a su paso una estela de tragedias y dolores que envuelve y transforma la vida de los demás personajes, de quienes mueve los hilos de sus destinos, cual si fueran débiles marionetas en sus enloquecidas manos.
El resto de la novela... lo dejo al lector. Hice un esbozo preliminar de su trama, una simple presentación del inicio, donde irrumpe en escena el personaje que ha de digitar los destinos de todo aquel desprevenido que se ponga al alcance de sus infames maquinaciones. Corresponde ahora un análisis específicamente literario, para apreciar la obra en todo su valor.

La fluidez lingüística nos habla de una razón estructural muy bien pergeñada como factor desencadenante de un texto ágil y de entretenida lectura. El autor nos lleva de la mano por la historia colombiana a través del contenido rico en sucesos verídicos, que apoyan la trama.

Hay una continua ubicación espacio-temporal que, a la vez que impide dudas, obliga a compenetrarse con todos y cada uno de los episodios que revelan las angustias y alegrías de sus personajes. Los caracteriza claramente; logrando que el lector tome partido por unos y aborrezca a otros. Tan es así que nos descubrimos ansiando proteger a Mío con la misma desesperación que esperamos ver desaparecer, en un recodo de la selva, a la sádica Matilde Cienfuegos; personaje que lleva por corazón una obsidiana repleta de rencores y anhelos reprimidos, transformados en odios y en tortuosas, incestuosas relaciones.

Entre los personajes esta dualidad amor-odio, tan común en la vida diaria, es una constante. Esto mantiene en vilo, porque los sucesos se encastran unos a otros con una coherencia perfecta; dando además la necesaria cohesión al texto, rico en su precisión lingüística, diseñado y armado a través de la fluidez de las palabras, de las oraciones, de los párrafos.

En esto tiene suma importancia el pensamiento claro del autor. Joseph Berolo sabe lo que quiere escribir y cómo hacerlo. El resultado está a la vista. Los Fantasmas del Tequendama ya deambulan por las calles bogotanas, y no debería sorprendernos si a la vuelta de una esquina nos tropezamos con un intangible Mío, huyendo de la horda incendiaria, o vislumbramos el paso fantasmal de los amantes Giuseppe y Magda, por la Puerta Falsa.

La realidad interior del autor está intrínsecamente ensamblada con la realidad ficticia que crea con palabras. En cada libro hay mucho de quien lo ha diseñado, armado, imaginado, sufrido... y finalmente parido. Escribir un libro no es tarea fácil, hay que bucear en las más recónditas soledades del alma para resurgir desde allí portando la Luz de la Palabra. Y todo eso cuidando de no dejarse llevar por las improntas personales.

Joseph Berolo supo hacerlo muy bien. Desde el inicio hasta el final, su novela brilla con estilo propio. El ojo avezado no puede dejar de encontrar en cada página la claridad, la concisión, la sencillez, la naturalidad, la objetividad y la originalidad. Factores estos imprescindibles para que podamos definirlo como un escrito digno de ser nominado "buen estilo literario". Las acciones rápidas, que se suceden en los distintos capítulos, apenas separados por sugestivos espacios, eliminan al peor enemigo del estilo: la lentitud.

Al decir de Gonzalo Martín Vivaldi (Teoría y práctica de la Composición y del Estilo. Editorial Thomson-Parafino 33 edición, 6º reimpresión 2007):
"Claridad no es superficialidad; ni concisión, laconismo; ni sencillez y naturalidad significan vulgaridad, plebeyez, ordinariez, en una palabra"

Joseph Berolo ha conseguido lograr en su novela "Los Fantasmas del Tequendama" esa "difícil facilidad", suprema aspiración de todo escritor. Tal como decía Cicerón: "Hay un arte en parecer sin arte" y Joseph lo domina ampliamente.

Imposible, además, olvidarnos de Voltaire, cuando expresa: "Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento". No puedo señalar en esta novela una sola palabra mal colocada, como así tampoco una que falte, u otra que sobre.
Por supuesto, como en toda buena novela, que se precie de serlo, vamos a disfrutar de diálogos y descripciones. Los primeros cumplen la premisa establecida para su optimización: son naturales y significativos, escritos en un estilo directo que a la vez nos pinta al personaje hablante. Se reproduce en ellos lo que es sicológicamente revelador de la semblanza de cada personaje.

Los titubeos de la expresión, por ejemplo, sirven para delinear mejor al personaje presentado. Tal el caso del diálogo brotado de labios de Lucindo Certero, personaje secundario, de personalidad desvaída, cuando entre puntos suspensivos intenta domeñar su natural pobreza mental para relatar el ataque sufrido por Amadeo Cienfuegos, interrumpido su descanso por la horda que lo llevó a la muerte.
En la expresión salvaje de la atormentada Matilde Cienfuegos el diálogo llega a la cumbre del apasionamiento, entre frases puntualizadas con signos de puntuación tan adecuados que son hierros candentes, subrayando las explosiones verbales del malévolo personaje femenino que representa.
Y el desenlace no deseado, pero preanunciado... la locura del trágico amor entre Marga y Giuseppe, inmortalizada en susurros de amor, en clamores desesperados pre anunciantes de una determinación espantosa...en la más oscura de las noches del alma, del amante aislado.
Volvamos ahora a las abundantes descripciones que nos ubican en los escenarios naturales de pueblos y florestas, cuando no de selvas impenetrables, cobijo de almas sedientas de sangre y de venganza... tanto como en habitaciones de época, vislumbradas en las penumbras, o a la luz implacable de los días sin sosiego de sus habitantes. Allá donde van los personajes, la pluma hábil de Joseph nos pinta una acuarela descriptiva, que nos introduce de la mano, para que nos incorporemos a ese mundo tan especial donde nunca dejan de sobrevolar "Los Fantasmas del Tequendama".
Dice Hamlet: "Una descripción es UN CUADRO".

¡Cuántos cuadros podemos admirar en esta novela! Hay a la vista una verdadera galería pictográfica! El personalísimo punto de vista del autor es tan universal, en su abarcadora de la realidad, que en cada descripción nos sumergimos como parte integrante de todo lo que allí se plasma. Hay desde el autor una observación previa, un ensamble de sus vivencias personales y de sus propios fantasmas, tan bien logrado que cumple al pie la remisa de A. Albalat, quien asevera: "Cuando una descripción no resucita materialmente las cosas, es que no se han visto o que el artista no supo verlas".

Las sensaciones que nacen de las descripciones en esta obra son fuertes. No hay detalles acumulados, sí llamativos, enérgicos y definitivos. En una palabra, la reflexión y el plan de trabajo de Joseph Berolo formulan un orden lógico que es imprescindible en la fluidez de la lectura de su novela.
Y concluyamos este análisis literario de Los Fantasmas del Tequendama, con unas breves líneas dedicadas a esta novela desde el punto de vista de la narración, en su conjunto globalizado.

Esta obra es tan rica en personajes, ubicación histórica de la trama, descripciones vivenciales, paisajes reflejantes de la tensión del momento que transitan los personajes, que resulta muy difícil sustraerse a su encanto y no explayarse en todos y cada uno de los muchos capítulos a disfrutar. Pero... el respeto al lector urge al silencio. Cada quien debe sentir por sí mismo la tensión y la urgencia lectora que les dicten las páginas, desde sus palabras impresas. La concisión en mis apreciaciones literarias es un deber y una obligación, impuestos por el criterio de la lógica.

Por lo tanto, presentaré mi opinión personal sobre la obra de tan digno autor y luego cerraré, confieso con pesar, esta página de mi vida en que habité La Candelaria, acompañada por los legendarios Fantasmas del Tequendama, en la voz y la compañía de mi querido amigo Joseph Berolo.

Esta novela histórica posee los ingredientes necesario para ser plato principal en "La cocina de la escritura" ( Libro de Daniel Cassany, Editorial Anagrama, 1993). Bien dicen, además Balzac y Dostoiewsky, "maestros consumados en esta tarea de descubrir el alma humana" (G.M.Vivaldi): Balzac se mete en el personaje definiendo su intimidad con sólo cuatro trazos firmes, que en su inicio ganan la atención del lector.

Dostoiewsky, precursor de Freud, y por ende maestro en el buceo del alma humana, hace gala de insuperable maestría en la pintura de personajes que luego se vuelven, por la habilidad de su pluma "tipos universales básicos de personajes".==Completo mis mosaicos con la expresión de Ortega y Gasset: "Contra lo que al principio pudo parecer, no es tanto la creación de lo individual (...) como la creación de tipos genéricos más profundos, lo que constituye el verdadero talento del novelista".

Los personajes de la obra analizada están enmarcados en los principios básicos que les confieren calidad de personajes universales, no es necesario decir más al respecto, los personajes se destacan por sí mismos, sin necesidad de que sea yo quien lo haga. Cierro el mural, que he construido con palabras, agregando que he basado mi análisis literario en mis continuos estudios sobre el tema, en obras de reconocido prestigio y en autores de indudable valor literario universal; es así como he aplicado en mi trabajo, respetuosamente, algunos consejos de buen gusto literario, dados por Voltaire a Monsieur de Cideville en carta fechada 1733:..."Si me atreviera a darle un consejo, sería el de ser sencillo, y que urdiera Ud. su obra de modo muy natural, muy claro, para no obligar demasiado la atención del lector" (...)..."Vaya derecho al grano y no diga más de lo preciso" (...)..."Escribir para el pueblo no significa dirigirse a una determinada clase social. Significa - y así lo ha dicho Machado- escribir para el hombre."
..."El destinatario de la creación literaria, el lector, necesita que se le hable en tono humano... y a quien hay que contarle nuestro relato no es a éste ni a aquel individuo, sino a todos los hombres."

..."El estilo narrativo, así concebido, es uno de los secretos o claves del éxito de los grandes narradores" Joseph Berolo... gran Poeta y Escritor de valía internacional reconocida por los eruditos que disfrutan de sus obras... Amigo, tu novela histórica "Los Fantasmas del Tequendama" cumple los cánones impuestos desde siempre en el mundo literario para que se vuelva, apenas nacida y entregada al gran público, obra maestra de la Literatura Universal. Como tal, ha de trazar surcos legendarios, en la literatura de tu Patria y del mundo entero.

Graciela Nasif
Poeta- Escritora- Conferenciante Master.
Córdoba- Argentina

CAMINANTES POR EL TERRITORIO DE LAS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA

 Auitor y una visionaria llamada

Graciela Nasif 

Abismales.

 Bochica de agua y fuego,
El Tequendama.
Sensación de pasos
por la Candelaria,
sendero adoquinado
caminantes del naufragio
en otro tiempo de floreros rotos
de sangrías sin frutas y sin vino.
Y el eco
 la mole de la Catedral
los mausoleos
 los Primados… Carne en piedra
bajo un solio milenario.
El marco negro
de la Puerta Falsa, olor a viejo-
El encuentro
el paseo
 y este horrendo hoy de ayer
envuelto en telarañas.
TÚ Y YO.
La tarde bogotana
un retrato en sepia
una copa llena.
 
Y la lluvia
y la casona…
olor a paella sevillana
tus ojos
el oído
y los silencios…
¡Mío te aturdía¡
 
Por la calle , MIO
hacia la nada.
Lo seguiste…
Me seguiste
¡La Guerra¡
¡El Caudillo¡
y esa casa.. la de arriba,
¿Te acuerdas?
La que despide cosas todavía
¡Aullidos¡
 
Allí están
¡Los Fantasmas!
 
¡Hay un fru fru de velos
que nunca fueron blancos!
una rosa que nunca fue roja,
un lecho que nunca tuvo hueco,
una calle que nunca tuvo luces
una sombra que nunca tuvo forma
 
..Y un mozuelo   que jamás volvió…
 
Lo conociste…
 
y a su mozuela
y el vientre de la fiera
y el musgo.. la madrugada,
la neblina
¡EL ABISMO¡
 
Te llevaba
me llevabas
¡Rugía el Tequendama!
¡Ardía el Alto!
¡Matilde se ensayaba!
¡MIO SE MORIA!
 
Te llevaba
me llevabas
CIENFUEGOS
nos quemaban…
 
 Ya no somos dos
 
Pincel
lienzo
¡EL CUADRO!
 
Ya no somos dos.
Ya no soy
¡TU ERES!
¡POSEIDA…!
Y yo… ¡MIO!

 Novela histórica relatada magistralmente en varios rincones de este ensangrentado país comenzando en Palmarito, sus siniestros personajes son víctimas de una herencia emocional macabra ancestral y luego victimarios de una hermosa fusión colombo extranjera, cuyo hijo sufre las funestas consecuencias que desgarran el alma con  los más fríos y pétreos sentimientos. La historia es el fiel reflejo de lo que ha acontecido en este tropical país, desde El Alto, al interior de Colombiam, cubierto con la bruma de un torrente de odios políticos, religiosos, ambiciones que se derraman sobre los nacidos inocentes, hasta Bocas de Ceniza que se encargan de recoger la podredumbre de 300 años de historia. Sin embargo, cuando ese  hijo  ha buscado un futuro mejor en las entrañas del extranjero y conoce la humana condición universal,  vuelve a la patria de  sus amores, de los sentimientos afectivos, de sus montañas y de sus ríos de la cual no podrá desprenderse jamás . Bernardo Tovar Gómez Septiembre 19 2013

LOS FANTASMAS.... Rafael Negret

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LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA   CRITICA LITERARIA, RAFAEL NEGRET.

 No sabemos si es realidad, mito, leyenda o una pesadilla, que el Libertador Simón Bolívar, en una noche de tinieblas, huyendo de los fantasmas fratricidas de Bogotá que le gritaban "longaniza", brincó de un peñasco a otro entre los insondables precipicios del Salto del Tequendama para escabullirse de sus perseguidores.---Joseph Berolo imprime tanto desequilibrio emocional y desquicio en esos personajes y familias de su narrativa que nos obliga a interpretar muchos orígenes históricos existenciales y sociales de la violencia en Colombia. Los complejos sicológicos, el fanatismo político, la ceguera religiosa, el machismo, la injusticia social y las armas hacen parte de la familia Cienfuegos empotrada en el poder a través de un gamonal, un cura, un político, un abogado leguleyo y la mente tenebrosa y de frustrada sexual de la hermana Matilde. Palmarito, capital del Valle de las Palmas, condenado a la violencia y al desatino de sus dirigentes sumariza atávicos lastres y lustros en la historia de Colombia. Mío, de admirable agudeza mental, en el desierto trasegar de su existencia, es el único testigo atormentado de tan demencial acontecer histórico, de muertes injustificadas e inexplicables, a no ser tan sólo por la diabólica presencia y violencia desatada por el tétrico Calixto Cienfuegos. El "Jinete de la Cordillera".
Tan Sólo un espíritu poético como el de Joseph Berolo, podría describir la historia novelada de la idiosincrasia colombiana con una prosa y ritmo de excelencia, engalanadas por un fecundo manejo idiomático y conocimiento fehaciente de las costumbres y cultura populares del pueblo colombiano. Puro realismo fantástico, o fantasmagórico realismo. Es una obra de obligatoria lectura para quienes deseen vislumbrar los orígenes de esa desconcertante violencia que ha azotado al país por tanto tiempo y la complejidad del proceso necesario para reivindicar la paz que reclama y requiere Colombia.

 

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LIBARDO CAMPOS GOMEZ
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Docente, Poeta y Escritor Colombiano

LIBARDO CAMPOS GÓMEZ. Nacido el 23 de septiembre en el año 1.951 en Montería, Córdoba Colombia. Docente. Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba y Especialista en Planeamiento Educativo. Escritor, poeta y declamador, actividades que le han merecido varios reconocimientos y premios en Lanas Argentina , España, México y Colombia .Es autor de la Letra del himno Cooperativo del Departamento de Córdoba . Autor de cuentos como : El Abuelo , Regreso al Regreso Dos Tiempos, Blanco, enseñanzas de un padre, El Séptimo paso, Recuerdos de aquella playa y otros .

APUNTES PARA LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA DE JOSEPH BEROLO Colombia es un país privilegiado por ser poseedor de riquezas humanas, culturales, naturales, pero dejándolo en ese término no se habrá dicho nada nuevo, luego la importancia está en mostrar el sitio exacto donde podemos palpar ese privilegio, pero para poder alcanzarlo hay que hacer un recorrido por el desarrollo socio, político y económico del país, sin embargo tampoco es impactante ese mero aspecto considerado de esa forma, es necesario entonces profundizar y atar los cabos, tradicionales, idiosincrasia, culturales, espirituales, de creencias y aun mítico y religioso; sólo entrando en esos campos podemos penetrar al corazón mismo del Colombiano, a su pensamiento y comprender su pensar. La sociedad Colombiana no navega en un caudal histórico ficticio, sus ancestros, sus raíces tocan profundidades que alcanzan aun más allá de la llegada de los españoles a América. Para el siglo XV en el centro del país, en el altiplano cargado de frío de la sabana encontramos un pueblo laborioso, numeroso, con un grado de desarrollo avanzado que manejaba incluso un calendario, era el pueblo Chibcha, sus columnas de tradición y organización social, política y religiosa a pesar de ser golpeadas y socavadas por los invasores mostrarían a futuro sus vestigios. Así mismo la costa Caribe surgiría de la marca indeleble del pueblo Caribe; la familia Caribe identificada como guerreros y abiertos frenteros a la conquista, también marcarían su huella histórica cultural, tradicional, socio política al pueblo Colombiana. Esto por señalar como simples referentes a donde hay que ir muchas veces a buscar nuestro pensar de Colombianos. Por que sólo entrando en el pensar del hombre Colombiano podremos entender a los Cienfuegos que no son más que los representantes de una cultura Colombiana que se destila en los aspectos socio- político, socio- económico, socio - cultural...

No es gratuito que algunos lleguen a ubicar a Colombia como el 4º país mas feliz del mundo, esto requiere de un análisis por los cuatro frentes del cuadrado de la felicidad, pero no es el caso de hacerlo, pero sí señalar que ni aun los que afirman eso pueden desconocer los baños de sangre que ha recibido nuestro pueblo desde la época de la conquista, pero lo asombroso y particular que lo hace su generis es la capacidad de la gente colombiana que pasa de la violencia, la desgracia, la amargura, el infortunio, al jolgorio, a lo folclórico, a la calma, a la cotidianidad, a lo doméstico, no vallamos muy lejos y miremos el pueblo de Macondo de cien años de soledad, el realismo mágico de Gabriel García Márquez y comentado Universalmente. El pueblo de Palmarito, de la novela que tengo entre manos, no es ajeno a esto por que también es Colombia con su gente preñada de esa su generis enmarcada dentro de historias como la de los Cienfuegos, de Matilde, de Amadeo, de Simón Tadeo, y Calixto. "Pese a los nueve días de duelo decretados oficialmente durante la toma de posesión de Calixto como alcalde de Palmarito, que tuvo lugar mientras se cumplía el enterramiento de su hermano, los palmeros regresaron a lo cotidiano de sus vidas, el mismo día de los funerales de Amadeo".

Ya aquí estamos con LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA, novela de autoría de Joseph Berolo Ramos; pero antes de hablar de Los Fantasmas, miremos a luz de flash al padre (Joseph); Colombiano, fundador de la Editorial Ave viajera, escritor y poeta, un soñador, un hijo de Colombia que a fuerza de vivir una gran parte de su vida en el exterior, la vida misma le enseñó el valor y el amor a su tierra. LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA es una obra magistral propia de un maestro, es la perfecta combinación de la prosa poética con la narrativa, pero es a su vez la trascendencia de la narrativa a lo poético; Joseph irrumpe en la narrativa y sin ser un investigador de profesión o un politólogo baña su narrativa de un contenido social, político y económico.

En LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA se encuentra toda una integración de la cultura popular colombiana, en forma general, en los aspectos, social, económico, político; a esa forma de pensar no solo de la gente del común, sino también de la clase política, militar, civil y eclesiástica, como también los desposeídos, maltratados, los que sufren traumas afectivos, emocionales y económicos; alguien señalaba que la gran obra de Gracia Márquez mirada a lupa encontramos una condensación de la literatura universal, de obras como la odisea, el quijote, la Biblia y muchas obras mas, lo cual me lleva a pensar que al tener en mis manos esta obra he tenido en mis manos el manuscrito de una gran obra también que sintetiza no solo los aspectos de la idiosincrasia del pueblo Colombiano sino además el lenguaje poético condensando la poesía y la narración .

En LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA se encuentra algo muy especial que la diferencia de muchas obras literarias que trabajan los aspectos históricos y socio culturales pero en esta obra el autor muestra un manejo reiterativo de una prosa poética que no le quita el sello de narración histórica a la obra. Es como remontarnos a la época de la epopeya donde los hechos eran manejados con los hilos de la lírica, de allí la fortaleza histórica de la poesía misma que fue capaz de limpiar, encauzar su propio camino aun dejando de lado la lira como instrumento y matizarse con su música para dar vida propia a la prosa poética para al final especializar el verso pero no renunciando a su música.

Encuentro en la obra citada el uso de una construcción de prosa lírica sin que pase a ser una fonética de poesía, sino un ir de cada palabra que va a llevar primero al lector a centrar la atención en una narración descriptiva de hechos sin descartar el manejo de un lenguaje que valoriza el mismo texto diferenciándolo de la narración ordinaria, y que dista ser de un escrito prosaico, vulgar o de acciones prosaicas es decir desprovistas del alcance imaginario o reducida a construcciones triviales y rutinarias; no, la prosa en LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA trasciende a la prosa de magistral construcción donde la cadencia le pone ese matiz especial al hecho narrado. Se encuentra al escritor que sin alarde alguno de su condición de poeta, pero sin poder desprenderse de ella, se sentó a revisar la historia del país; tantos y tantos tomos de ella que se han escrito pero que en su vivir los tiene todos en un solo tomo, y de la gran madeja de la historia hacer sólo un ovillo pero que rodeara la sensibilidad del alma del lector, que hiciera que éste se metiera en la obra misma para acompañar al escritor a sentir y vivir la historia para recordar y aprender aun mas el comportamiento en su diario vivir del pueblo Colombiano sin haber acudido al reforzado contexto académico tradicional.

Amadeo, Simón y Calixto son personajes fuertes, mayores, que manejan escenas importantísimas desde el principio de la obra; Es de resaltar el papel de los tres porque precisamente es a su alrededor es donde el personaje de Matilde creará la fuerza suficiente para hacerse fundamental y compartir la escena central de la obra con Mío. La construcción paciente y sutil del autor que logra atrapar al lector para que sea él mismo quien empiece a preparar razones para justificar el actuar del personaje Matilde; pero lo mas interesante de la obra que obliga al lector a partir en dos las razones de Matilde; las razones iniciales de la novela y las finales de la obra; es decir las razones de trauma afectivo que afectan a Matilde, ¿hasta dónde tiene justificación?, este análisis lo hago para señalar que la obra también maneja un aspecto psicológico lo cual le da un realce aun mayor.

El pueblo Colombiano, las familias Colombianas han vivido históricamente sentadas en un polvorín de violencia y eso ha generado un comportamiento socio cultural de nuestra gente, LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA toca y presenta muy bien ese aspecto.

La descripción de la importancia del Río Magdalena, la influencia Árabe, la idiosincrasia de los pueblos ribereños, el insipiente "desarrollo" industrial entrelazado con la vida a "placeres y destinos", la vida en los bares, en las travesías, esa clase social que ostenta el poder económico; esos apartes de la novela hacen crear distancias entre la descripción de un historiador y la descripción de un literato permeabilizado por la lírica poética. Es el autor describiendo pero sobre todo vendiendo un sentimiento patrio en el fondo. Pero las imágenes de la naturaleza que el autor coloca frente a nosotros, la descripción del paisaje de la casa del Alto es un sentirse en la obra misma.

He leído el Bogotazo en diferentes versiones de novelas, de periodistas, de poetas etc. pero esta versión de Joseph es su generis, única, de allí su importancia; aquí la obra alcanza una exquisitez del lenguaje a pesar de narrar hechos violentos. Me impactó mucho el manejo del lenguaje en los hechos del Bogotazo sobre todo. Atrapa al lector, hay una música poética y a la vez contradictoria con el desarrollo del hecho violento. Se demuestra así que el horror, el terror puede ser narrado, descrito en forma de lenguaje "exquisito" que permite al lector vivir el horror sin terror, no hacerle apología a la violencia ni mas faltaba, sé que muchos al leer esta afirmación le es difícil aceptarlo, yo respeto también su opinión, pero esto no es un foro conceptual..
<!--[endif]-->Es importante resaltar el uso de un lenguaje que hace que la palabra impregnada de música, de ritmo, de cadencia escondida, se haga sentir en esa desesperanza que el autor coloca en las manos del lector, que le da vida a la obra y la mantiene. El autor utiliza muy bien el principio que la tarea del escritor no es tomar la realidad y mostrarla tal como se presenta a los ojos del transeúnte, es buscar las palabras precisas para entregársela al lector, pero no las palabras recogidas de un diccionario, son palabras que han de brotar de una emoción, de una sensación, de un sentimiento del escritor y esa fuerza es la que irrumpe en el lector y se presta a ser invadido e invadir las escenas de la obra y entrar en los mismos personajes, sólo así podemos considerar que la narrativa no es un compendio de prosas que se entregan bajo cualquier titulo para contar cualquiera historia .
El autor Joseph Berolo Ramos otorga plena libertad de acercamiento, de interpretación conceptual, tanto en la temática general como en el hilo conductor que muestra la inequívoca sociedad Colombiana del siglo XX. El autor abre las puertas a un desafío de interpretación histórica pero sin prepotencia que por ser dueño de la pluma deba ser el poseedor absoluto de la verdad. Hay ficción pero dentro de ella arde la realidad y sus cenizas será por siempre la historia de nuestra sociedad Colombiana.

APUNTES AL HIJO DE MATILDE . TITULO INICIAL ¨DE LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA 2007=2012

Por: Libardo Campos Gómez. La novela el Hijo de Matilde ( ya comentada por mí desde que empezó a nacer ), ya en su  versión final, es poco lo que tengo que agregar, me ratifico en los apuntes iniciales. Resalto el trabajo del Autor, Joseph Berolo, por que inicia la obra con algo importantísimo como es atrapar al lector desde las primeras páginas de la obra y a bien que lo logra porque ya en la pagina promedio de la 10, me sentía atrapado ( Y ya yo conocía la obra ), el interés por continuar la lectura salta en cada renglón. las escenas manejadas magistralmente por el autor, indican lo que será la obra; las escenas empiezan su juego: el asalto, la muerte de Amadeo, lo hechos posteriores, el traslado escénico de tiempo al hacer alusión al recorrido de la Paz, la considero bien manejado, y luego el regreso a otro tiempo y todo ello enmarcado en el traslado escénico planificado y organizado, empiezan a marcar la pauta de la estructura de la novela; y sobre todo se nota la importancia de poner al lector a pensar, a buscar y por ende solo al final encontrará.

Después de lo momentos expectantes iniciales de la obra, el autor ubica al lector en unos espacios de remanso, bien definidos, preparatorios para hilvanar las razones del personaje Matilde; es la plataforma en la cual el escritor después de unos hechos tormentosos, empieza a confiar en el lector, y lo prepara para el plato fuerte, de la gran trama de la novela y su posterior desenlace; los espacios de remanso sin que la obra decaiga están bien manejados; me gusta lo alcanzado en esta versión como es el manejo de escenas apuntándole acompañada del manejo del tiempo; el adelante, el atrás, el personal, el impersonal.

Interesante como crea el personaje Matilde, como crece; hacia la mitad de la obra , el resto de la familia Cienfuegos, le va dando paso a Matilde; este personaje empieza a respirar por sus propios poros, a fabricar "su venganza" a la vida misma o al destino. Empieza a tejer la telaraña representada en la vida de Magda, aunque en el fondo transpira su propia desgracia vivida y el atisbar su horizonte incierto, la concepción de Mio, lo amores de Magda y el regreso al Alto; y la actividad de Mailde en el Alto, es transpirar de de su propia vida; la concepción y la crianza de Mio, ante la incapacidad de Matilde, lo que no tiene porque le fue "negado", primero el "amor" que no tuvo de su familia y luego la parte "económica" para evitar que Anita llegara tan lejos en su afecto a Mio y removiera las cenizas del peligro de perderlo, le hace armar nuevas estrategias de "defensa".

Es importante resaltar en la obra el buen manejo descriptivo, detallista, minucioso, de los paisajes, las acciones y lo hechos. Los lugares son "fotografiados textualmente" por el autor pero en forma magistral, con una literatura, con un lenguaje que engrandece la Obra y al autor. "Convence" al lector, que el autor vivió en carne propia cada hecho, que palpó cada rincón descrito en las escenas y aun están gravados en su mente, permite que creamos que el viento arrebató la ficción en la obra y nos dejó al desnudo la realidad, pero cargada de una narrativa exquisita, impregnada en cada renglón de un ambiente literario que nos aleja de la fotografía para permitir recrearnos en la lectura. Los hecho del Bogotazo que los describí en el anterior escrito, dan sustento a lo expuesto y como esto se trata simplemente de un agregar algo a lo ya dicho . Pero como dije inicialmente es poco lo que tengo que agregar, sin embargo cuando empiezo a hablar o escribir del Hijo de Matilde LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA SU TITULO FINAL, de Joseph Berolo, se me olvida que ya lo he hecho y termino hablando y hablando. ME GUSTA LA OBRA, FABULOSA. ESTA PARA GRANDE PORQUE NACIO GRANDE. El nombre El Hijo de Matilde ya lo comentamos Joseph , está cargado de su razón de Ser y no ser otro.
LIBARDO CAMPOS GOMEZ. PROX, CRITICA LITERARIA ANTERIOR

OPINIONES DIVERSAS  

Françoise Marie BERNARD el mayo 16, 2010 a las 5:13pm Hola querido Carlos! hola querido Joseph! Acabo leer todo ese comentario en cuanto a la novela de Joseph y estoy impresionada... no por conocer mucho a Joseph, sino por ser capaz de escribir una historia relativa al pasado... Me gustan sus poemas y aquí es otra manera de expresarse. Felicidades querido Joseph. Felicidades también a ti Carlos por tan bello homenaje a su obra, mencionando a escritores y filósofos franceses de nuestra historia. Muchas gracias por eso. Les deseo una linda noche desde Francia, con cariño y amistad. Besos. Françoise.

ERNESTO Rodríguez del VALLE el mayo 7, 2010 a las 12:24pm Mío, de Joseph Berolo, ciertamente, es otro ejemplo de la Literatura Histórica o de la Memoria que trabaja con acierto de relojero, entre otros, el escritor dominicano, Manuel Matos Moquete, con su novela El Atascadero (R.D. Edit. Taller -1987- y Caamaño, la última esperanza armada (R.D. Edit. Corripio -1999- ) Tuve entre mis manos y revisé, a pedido del autor, esta significante joya literaria. Un abrazo al amigo, al colega mis felicitaciones. ER delValle. .

 Luis María Murillo Sarmiento el mayo 6, 2010 a las 9:40am Tenía el placer de conocer y admirar la poesía de Joseph Berolo, pero su prosa no es menos. Se degusta tanto como el poema, tiene de él el encanto con que el bardo maneja el lenguaje. Tal vez la mejor prosa es la que hace el poeta, porque conserva la musicalidad y las imágenes de quien crea las mejores expresiones del idioma. Quedo gratamente impresionado por la creación literaria, como por el motivo de su obra.

Martha Lidia Ferreira Fernández el mayo 5, 2010 a las 10:18pm "Así, los comerciantes de sueños y los locales de realidades, ..." Este género literario, la novela histórica que, como en este caso, describe con precisión las imágenes de la época y los intereses entrelazados que, como siempre, atraviesan y dividen familias, está un poco sintetizado en esta frase. Creo es esencial para comprender el origen y motivo de una trama que va llevando a actos de altruismo y mezquindades inusuales. La historia de nuestros pueblos generalmente supera en su infinita realidad, todo lo imaginado por el autor. Gracias por compartir y acercar, compañero.

 Rosa Elvira Soda el mayo 5, 2010 a las 10:04pm Sumergirme en la lectura de este texto, me transporta a lugares que no conozco, por no haber estado allí, físicamente, pero no hay distancias ni tiempo para saborear y entender la naturaleza humana. Aquí, allá antes, o después el sentimiento humano siempre será uno, y bendito el que sabe compartirlo a través de la palabra. En esta inmensa red, de alguna manera cada hilo que se mueve trasmite energía y movimiento más allá de las montañas y los mares. Es una suerte ser un miembro más de Unión Hispanoamericana de Escritores para conocer escritores como Joseph Berolo Ramos. América corre vertiginosamente por nuestras venas. Felicitaciones.

 Rosario Enriqueta de mayo 5, 2010 a las 4:01pm es un gran aporte a la cultura Joseph Berolo ,en sus escritos es muy claro ,lo que no podre entender , jamás , por que el hombre , tiene que pelear tanto,, la tierra es la tierra herencia , de DIOS , de la naturaleza , hoy somos y del mañana qué ?--el gran sueño de nuestros libertadores , unidos por siempre en una sola moneda en todos los aspectos, la unión hace la fuerza...que hermosas nuestra tierra está llena de muchas riquezas , y un pasado histórico un legajo apoteósico ejemplo de seguir gracias a un gran amigo poeta escritor , con su aporte , muy fino , y directo en decir lo que es ? .

María del Pilar Casas Luque el mayo 5, 2010 a las 12:14pm Una vez más tenemos la suerte y el privilegio de contar con esta extraordinaria obra de nuestro gran amigo Joseph Berolo. Su pluma crítica, creativa y sin rodeos, nos invita a viajar de su mano por una interesante e impactante historia que nos deja ver con claridad una serie de acontecimientos acaecidos en nuestra Colombia, los cuales marcaron el camino social y político de un país hermoso, rico no solo en recursos, sino en gente con valores y sueños por cumplir cada día. Felicito a Joseph por este hermoso regalo a la literatura que sin duda alguna marcará una huella muy importante a nivel literario. Gracias Joseph por dar luz a esta preciosa obra que vi gestar y hoy con entusiasmo aplaudo con emoción su nacimiento y su seguro éxito! Bien Joseph! Un verdadero orgullo! .

 Sara Catalina Carubin Marienhoff el mayo 5, 2010 a las 11:46am Mendoza, Argentina, 05/05/10. Alguien dijo que una bandera representa a un pueblo, cuando sus símbolos reales son la dignidad y la generosidad de ese pueblo. Si la muerte de un dictador sin escrúpulos lleva al pueblo, antes oprimido, a encontrar la paz que sólo la Justicia permite, las cosas se hicieron con recta intención. El valor de la novela histórica, ya en esta época podríamos llamar género literario, entraña un gran esfuerzo: debe constreñirse a la verdad, sea ésta cual fuere. El ánimo del escritor, colocado en el fiel de su balanza interior. El estilo, que reúne la Historia con la amenidad. El hecho de ser histórica no quita que sea novela. Ahí está el nudo de la cuestión. Un académico de Historia escribe una crónica. Un escritor escribe una obra perdurable, por sus datos, por el estilo y la belleza literaria, ya fuere drama, comedia o tragedia, (o mixtura de todas) la señal importante de esa parte de la Historia mayor. No imaginaba expresar hoy estas cosas relativas al tema los Fantasmas del Tequendama de Joseph, tratado con destreza por don Carlos Garrido Chalén. Las buenas semillas brotan, aun en terrenos áridos...

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Norberto Pannone
LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA Grandes escritores de la talla de Márques y Llosa están en presencia de un digno competidor.La trama es excelente, nos conduce hasta un final inesperado (por mi) por un constante sendero sin quebraduras ni obstáculos durante sus casi trescientas páginas.El estilo literario aparece como un todo personal y genuino que guarda un equilibrio con la sobriedad. lenguaje académico y de una fineza sin comparación. Los Fantasmas del Tequendama  mantiene al lector en una expectante atención que acicatea la permanente búsqueda de la página siguiente. He conocido toda Colombia por las acertadas definiciones y descripciones sobre el país y las costumbres. He transitado a través de la obra por todas las emociones posibles. Claras concisas. Aún guardo en mí, la perfecta descripcion de cada personaje. Los veo. Los quiero o me enojan! Desde mi fuero intimo, esperaba que, cuando Mio emprende su viaje hacia EEUU, la fatalidad, que siempre se había ensañado con su vida, acabara con su historia en un terrible accidente aéreo. La capacidad del autor, desvía la presunción nefasta del lector para acabar casi en un final feliz. Final inesperado por mi. Quizás la trama dirija al lector a que vislumbre ese desastre final. Solo el autor es dueño de las acciones ocurridas en su obra. Matilde, un personaje tan bien logrado, se constituye en el principal personaje por su fuerza, su idiosincrasia y su altivez jamás perdida. su astucia, digna concepción de la mujer, nos sorprende en varios trayectos de la novela. Ella nos ubica en una época casi aún colonial y nos transmite todo su odio adquirido bajo el desprecio y sometimiento paternal. No deja, así y todo, de mostrar en algunos pasajes cierto grado de velada ternura. Mio, se constituye en la víctima anónima de la intolerancia de una época y de una cultura, tremendamente nefasta en cuanto a la intolerancia, gracias a Dios, el correr de los tiempos ha hecho mutar el pensamiento de la humanidad. Sin caer en falsas lisonjas, esta obra me ha conmovido profundamente en mi calidad de anónimo lector y en mi calidad de añejo escriba.Felicitaciones!!!"LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA" una historia sin igual. Digna de recomendar!Mi eterno abrazo, admiración y gratitud a  su autor, Joseph Berolo.

Norberto Ismael Pannone
Psicobiofísico, Poeta y Escritor
Provincia de Buenos Aires, Argentina

IMPRESIONES SOBRE “LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA”
Luis María Murillo Sarmiento
Médico Cirujano, Poeta y Escritor Colombiano
Aún inédita, ha llegado a mis manos una bella obra literaria, "Los fantasmas del Tequendama", novela de un aquilatado poeta: Joseph Berolo Ramos.Con trazos de epopeya, grandilocuente y poética, la novela discurre por un sendero aciago, de abatimiento constante, de personajes condenados a un inquietante destino, de protagonistas que sin un forzoso vínculo biológico se van heredando un sino trágico en el siglo de historia relatada. ---La incursión del escritor en la azarosa vida del país y de los protagonistas de la obra, va estampando en las páginas de la novela la sensación agridulce que enlaza con la fatalidad y la tristeza los instantes de la esquiva ventura y la perennidad de la esperanza. ---Hubiese bastado la simple descripción de los hechos para lograr una apreciable novela, pero el libro, a semejanza de su autor, se esmera en conseguir lo inmejorable. De tal manera que el aporte psicológico en la concepción de los personajes, y el genio literario que teje el argumento, son otras de sus destacadas virtudes. Entre imágenes de belleza incomparable surge una trama que indefectiblemente atrapa al lector. Son constantes el sobresalto, el suspenso, la intriga, la tensión y la desazón en pos del desenlace. ...La obra es a la vez, bella y violenta. ¡Vaya paradoja! En sus páginas han quedado plasmados trances individuales e íntimos, paralelos a la desolación de un país -Colombia- consumido por lo odios partidistas del siglo XX. Episodios como el "9 de abril" y la violencia en los campos, admirablemente retratados, quedan allí consignados, al lado del odio personal -por otras causas- y la saña inexplicable.--La historia no es en "Los fantasmas del Tequendama " una mera ocurrencia, ni un simple elemento de ambientación. No, la historia es la obra misma. El marco histórico es auténtico y verificable; de ahí la rigurosidad que descubre el lector versado en los ambientes y en muchos acontecimientos descritos; de ahí, también, la duda que surge sobre la legitimidad de los personajes, que ficticios o auténticos tienen, de todos modos, todos los trazos de la realidad. -----Las ciudades y pueblos de Colombia -la Bogotá de antaño, por ejemplo- por los que discurren los protagonistas son presentados con rigurosidad histórica y cinematográfica. Gracias a ella el lector podrá adentrase en el pasado con la certeza de formarse una fiel imagen de los tiempos idos; y quienes guardan el recuerdo añejo de esos tiempos lejanos, habrán de rubricar el testimonio que da el escritor en párrafos sublimes. --No se contenta Joseph Berolo con brindar una trama sugestiva, su alma de poeta la engrandece con el arte que proviene de su pluma. Debo afirmar que he sido atrapado por párrafos de lujo. "Los fantasmas del Tequendama" no es una obra más, menos en el universo de obras ligeras, ansiosas del boom editorial y de la gloria efímera. ¡Hoy cualquiera escribe una novela! --Por el contrario, la obra de Joseph Berolo es pulcra y creativa, fundamentalmente artística; melódica y cadenciosa, como sus mejores poemas; y con inmejorables trazos figurativos, porque su pluma perfila con la maestría de un pincel. --Bien podría afirmar, sin temor a equivocarme, que su novela es una creación estética: musical, plástica y literaria. En los aires costumbristas de la novela, en la evocación de sus tragedias, en los vuelos de la imaginación de los actores las expresiones retóricas floridas no sólo embellecen la narración, sino que la proveen de una fuerza inusitada. ----Me sorprende el autor con la precisión de sus detalladas descripciones. impecable en las estampas fijas, prodigiosa en los tropeles de la turba. Minuciosa y exacta como para hacernos percibir los aromas de las brasas humeantes y de las ollas de barro, o para hacernos sentir el frío estremecedor de una noche desolada. Nada han de envidiar esas imágenes a las logradas con la técnica cinematográfica. Incluso, soy del parecer que la superan, dada la sencillez con que la tecnología capta una escena y la admirable complejidad con que el escritor concibe la imagen en su ejercicio literario. Esa facilidad para describir no me sorprende en quien con repentismo admirable crea un bello poema en un instante. Es definitivamente la percepción y la sensibilidad del poeta enriqueciendo la escena en un ejercicio feliz de la retórica. Son, en últimas, la prosa y la poesía confabuladas en una preciosa obra literaria. Desconozco la suerte que en el mundo editorial pueda aguardar a una novela tan encumbrada, de lo que sí tengo certeza es de que no le faltará el reconocimiento de los amantes de la buena literatura.Luis María Murillo Sarmiento Uniletras - Colombia