CONCIERTO DE LA ALBORADA 2015AFILIACIONNações Unidas das Letras


OPINIONES MENSAJES AL AUTOR Susana Ríbolo (Juglar de Luz y Lorca)
 
Los "Fantasmas" me intrigaron un día cuando sobre la mesa de Ime Biasonni yacía el libro que llevaba el nombre Los Fantasmas de Tequendama. Además del título (sugerente), era de tu autoría. Así fue que comencé mi diálogo con ellos. Leí la novela de un tirón, como suele decirse. No pude dejar de ir averiguando y conociendo el espacio geográfico donde se desarrollaba, así que es mérito de ella la admiración por esa tierra que despertó en mí. Colombia, ya no será pronunciado de igual manera por mis labios ni será igual la imagen que mi mente dibuje al hacerlo. También investigué sobre los episodios históricos narrados y he pensado mucho cuando el narrador dice:

"Dejaban una ciudad y una patria transformada por el magnicidio y sus consecuencias. Colombia no volvería a sentirsesegura de que lo sucedido no tocaría nuevamente a las puertas de su hasta entonces relativa paz y holgura. Siempre estaría temerosa de verlos regresar, más violentos y vengativos que nunca."Por todo lo que la historia tiene de cíclico, por toda la importancia quem tiene lo que los pueblos viven (construyen) y sus consecuencias en el futuro de ellos mismos. Fantasmas al acecho. Para referirme a tu manera de escribir diré que es muy amena. Me gustaron las descripciones y esa idea de incluir los diálogos en la estructura de la prosa, sin distinguirlos sobre todo cuando omites también los verbos declarativos. Le has dado un final feliz que llega a los sentimientos aflora de piel. "No sé" si eso es tan bueno.Finalmente te diré que he gustado de la lectura. He viajado, he sufrido, he sonreído, conocí algo más de un pueblo amigo, se movieron mis espacios sensibles...disfruté de la palabra. ¡Gracias amigo Joseph!
hasta siempre! Susana Ríbolo (Juglar de Luz y Lorca)

*Ime Biassoni. Poetisa y Escritora Argentina.

LOS FANTASMAS DEL TEQUENDAMA Escribir un libro es siempre abrir los imaginarios personales a los demás, dejar entrever el universo de significaciones que nos pertenecen y que, puestas en el texto, pasan a conectarse con quien lo lee , lo degusta e interpreta según sus inclinaciones literarias o temas preferentes. Además, los escritores se expresan en un aquí y un ahora, contextualizados en su propia cultura, modos y cosmovisiones de su realidad circundante y sus proyecciones simbólicas y emocionales. En tal sentido, Los fantasmas del Tequenbdama nos permiten acceder a esas posibilidades de diálogo con su autor, Joseph Berolo y la temática narrada desde su singular mirada y abordaje, realista y ficcional al mismo tiempo, obra que despierta el interés del lector quien participa en la co-construcción de interpretaciones múltiples . Dra. Prof. Irene Mercedes Aguirre. Docente e Investigadora, Escritora y Crítica de Arte universitaria. Buenos Aires, Argentina


MONTERO.JPG

 

Una Lectura Crítica De La Novela

¨Los Fantasmas Del Tequendama¨

De Joseph Berolo Ramos

Profesora Cristina Montero

A modo de inicio, quisiera enfatizar el subtitulado con el que el mismo autor nos presenta a su obra: ¨¨NOVELA HISTÖRICA¨¨. ¿Por qué lo hago? Porque considero que en él encontraremos muchas claves de acceso para entender su prosa. Sí, su novela es histórica, ya sea que los datos expresados en la misma reflejen fidedignamente paso a paso, episodios reales y comprobables desde la historiografía colombiana, o que los mismos sean narrados como reales enmarcados desde la ficción literaria que toda novela es o constituye.

La consideración expresada en el párrafo anterior, no es menor, ya que inscribe a su obra dentro del realismo literario. Estamos entonces frente a una obra que expone los problemas sociales, en este caso de Colombia ( a quien está dedicada esta novela) ¨¨A mi patria, Colombia¨¨,que son típicos de los pueblos de América Latina: la pobreza, la discriminación entre clases, la reacción frente a las distintas facciones políticas enfrentadas, y al mismo tiempo esta novela realista, es asimismo criollista, dado que desarrolla en su temática, desde su veta realista y hasta a veces naturalista, que conciernen al mundo rural o regional.

Para corroborar lo antedicho, sólo hace falta detenerse en las innumerables y profusas descripciones de lugares, sean citadinos, de los valles, de la selva o de la sabana; de ambientes rurales o de solaz arquitectónico, de vestimenta: desde los militares   , los políticos, la burguesía, hasta los harapientos personajes que pueblan la novela. Esta vigorosidad descriptiva logra el efecto de ¨¨verosimilitud¨¨ que todo relato, inscripto en la vertiente de realismo criollista requiere. Una consideración particular reflejan o expresan estas descripciones: a la manera o el modo de un pintor expresionista, traza los rasgos más definidos de sus personajes sórdidos: Matilde Cienfuegos, su hermano Calixto, la inmensa mayoría trepidante de cadáveres, fruto de alzamientos o enfrentamiento entre hermanos. Otra es...digamos su paleta descriptiva, cuando dibuja con palabras los personajes en los cuales reside la esperanza, veta impresionista, cálida y honda para delinear los perfiles de Mío Bresni, su madre, las figuras de Anita y de Blanquita, para cuya descripción su paleta de escritor adquiere los rasgos impresionistas: puntillosidad, calidez, luces y contrasombras, todo un reservorio de habilidades descriptivas, signadas por el destino, la calidez o calidad de los personajes...QUE SERÁN FRUTO DE LA ESPERANZA, en esta novela.

Desde mi óptica, existe una íntima relación entre las prácticas religiosas realizadas con verdadera piedad y la ESPERANZA   que menciono en el párrafo anterior o para ampliar el concepto existe una clara dicotomía entre los personajes piadosos como Simón Tadeo, Fede, la misma Magda de la Rosa, quien antes de arrojarse por desesperación a las aguas del Tequendama deja a su hijo como legado su crucifijo ¨¨se desprendió de su cadena con el crucifijo latino que colgaba de ella y la puso al cuello del pequeño¨¨pág. 89 (sic), objeto que acompañará a Mío durante toda su vida, y aquéllos cuya profesión de fe, no deja de ser farisaica, poco sincera, ya que la misma no influye en las acciones que ejecutan a lo largo de la novela. Son ellos los  personajes TENEBROSOS de la misma. La misma Matilde, quien desgrana y desgrana las cuentas del rosario, día a día y noche tras noche, cuando pierde el control que sobre su vida ejercía Simón Tadeo,  es la que somete a Mío a sus vejámenes más crueles, desde molerlo a latigazos, hasta intentar vejarlo. No obstante, hay un detalle sumamente revelador. El mismo lo captamos releyendo su muerte :¨¨sus calcinados restos...eran los girones de su chaqueta verde, los sebosos y retorcidos cordones de sus escapularios, el calcinado cuero de sus altas botas negras, repletas de huesos....Un crucifijo del que sólo quedaba el rostro del Redentor, yacía derretido entre las rotas costillas desprendidas de su caja torácica...botín de cuervos¨¨pág.225 (sic), estamos ante un clarísimo símbolo que pareciera decirnos que la crueldad humana cuando desafía y traspasa los límites morales, humanos y  divinos, es objeto de este tipo de consecuencias. Del mismo modo Calixto Cienfuegos, quien es excomulgado por Simón Tadeo, al provocar la muerte de su hermano Amadeo, y posteriormente reconciliado, producto de sus hipocresías y falsedades, será quien continuará asolando las calles bogotanas, la sabana y la selva, siempre en las sombras, como la infamia que merodea al acecho, renuente a la luz.

Cómo no recordar, entonces, entre los muchos vaivenes de la trajinada vida de Mío Bresni, verdadero Lázaro de Tormes, bajo la tutela de Matilde aquellos perfiles con los que en narrador nos lo describe y narra cuando es obligado a aprovisionarse de leche en ¨¨una cantina sin tapa, se va por leche...y ya sabe...derechito por la orilla de la carrilera....hasta que llegue a la Fuente Blanca...y ¡Apúrese! Y cuidadito con derramar el encargo...que si lo hace...es mejor que no vuelva¨¨pág. 137 (sic) Todo un lazarillo de la vida, ante una Matilde que muy bien oficiaba de ciego, como en el Tratado Primero del libro antes citado. Enunciaría además, la presencia absolutamente significante desde la tapa del libro y a lo largo de toda la novela de ciertos signos que remiten a lo divino desde la simbología bíblica: Un cielo denso, repleto de nubarrones, nos habla de qué modo se consolida la vida del hombre en relación con lo divino, ya que de este cielo cuyo contenido teológico representa la morada de Dios, la nube o los nubarrones nos recuerdan que proceden de ellas lo que depende de las acciones de la vida del hombre: la lluvia, el granizo, el rayo o el diluvio destructor, por eso los nubarrones de la carátula del libro que sumergen la tierra en las tinieblas, tienen un efecto sobrecogedor. Asimismo el  fuego que emerge de la casa de El Alto connota lo IMPREVISIBLE, ya que dicho elemento puede actuar como dador, destructor o purificador de la vida, que actúa SIEMPRE como fuerza de la naturaleza, para premiar o castigar la vida de los hombres....Y esto se conecta con lo anteriormente dicho, con respecto a las acciones de los personajes: infames- destructoras o límpidas y sinceras. Desde los peñascos, que podríamos asimilar a monte, donde la figura femenina se ve azotada por los vientos huracanados de su propia alma o de la naturaleza que la circunda, deberíamos mencionar que su significado teológico es el del lugar desde donde Dios se comunicaba con los hombres, el sitio donde lo divino elige para manifestarse o desde donde despliega su actividad, recordemos a Moisés y las Tablas de la Ley, que les son entregadas en el monte Sinaí. Y finalmente el agua, presente en las embravecidas y  torrentosas aguas del Tequendama. El agua es uno de los símbolos arquetípicos pero también dual, es una bendición para el hombre, los cultivos y el ganado, que premia la vida del hombre bien habida o lo castiga en el desierto, por eso la sequía es uno de los grandes castigos bíblicos. Preguntémonos entonces, ¿qué nos está enunciando la tapa de este libro? Creo que cada lector, debe elaborar su propia respuesta...Yo no lo haré para no invadir el rol de los otros receptores o alocutarios de esta obra.

Es asimismo una novela, cuyo ciclo narrativo, la habilita ampliamente para ser objeto de filmografía, con lo cual afirmo que, el puntillismo descriptivo, no hace mella en la evolución de los hechos que son narrados casi sin aliento, por un narrador omnisciente, en tercera persona, en la casi totalidad de la obra, que sólo cambia de voz narrativa, para asumir la primera persona del singular, cuando en la vida de Mío Bresni, aparece su amigo, Fede. Merecen también una especial atención las fechas que utiliza el narrador: la profusión de hechos signados por los 24 de diciembre o i1 de enero, creo que son rutas de acceso posibles para la comprensión de los sucesos, ya que ambas aluden a la vida nueva como Natividad o comienzo de un nuevo año...

Un dato ineludible lo constituye, según mi mirada, su dedicatoria: ¨¨A mi patria, Colombia¨¨. Pensemos entonces en la acentuación de la palabra patria, que se antepone a su nombre, ya que PATRIA deviene de PADRE en latín...y es justamente este dato no menor, el que nos brinda una interesante clave de acceso para interpretar esta obra.

Son muchos los padres ausentes en ella, muchos también los que con su presencia- ausente, determinan la psicología de los personajes.  El padre de Matilde Cienfuegos ¨¨única hija y último retoño de Simón Patricio Cienfuegos......prácticamente ignorada por su progenitor a quien sólo le importaban sus hijos varones¨¨. Este personaje, Matilde, crece sin ni siquiera ser reconocida por su padre al verla, transformándose a lo largo de su vida, en la mujer que vive a la sombra de sus hermanos varones, hasta la muerte de Simón Tadeo, cuya desaparición potenciará más aún sus rasgos fantasmagóricos y demoníacos. Y he aquí un maravilloso ejemplo de naturalismo literario.

Este personaje no puede escapar de su destino, porque lleva en la sangre, inscripto ya, el fantasma o los fantasmas de las ausencias, las pérdidas, las carencias con las que tendrá que sobrevivir toda su vida (incluso de su vida como mujer, hembra deseosa de lujuria, a la que nunca nadie se le acercara ni siquiera para rozarla con una caricia.)¨¨Si algo de lo ocurrido, realizado con descarado remilgo, como cualquier mujerzuela, debió ocurrir en algún paraje boscoso de los cerros, con un solo testigo. Su mal juzgada conducta estaba lejos de ser lo que parecía¨¨. Pág. 53. (sic)

Y es Mío Bresni, el personaje que, por antonomasia, sufre la ausencia de su padre: Giuseppe Bresni, y tras la muerte de su madre Magda de la Rosa, la orfandad que signará su vida. Especial consideración creo que merece el perfil femenino de Magda, ya que la misma, está en las antípodas de Matilde Cienfuegos: ¨¨alta, delgada, su rostro irradiaba bondad y ternura presente en su continente alabastrino, esbelto y sin artificio alguno. Prudente, callada, su encanto interior de mujer en flor se asomaba a sus labios naturales, levemente abiertos. ¨¨pág. 68 (sic)                                                                                                                                                            

Y es también Mío Bresni, cuyo nombre es absolutamente simbólico... ¡Tu hijo!, se llama Mío, como te llamo a ti porque lo eres para siempre. Tú mi única pasión, tú mi tormentoso rayo, mi permanente herida, bálsamo negado.¨¨son las palabras con las que Magda explica al padre de su hijo, la elección de su nombre. (pág. 80. Sic), y el narrador afirma posteriormente ¨¨era su propia lucha personal (en referencia a Matilde) Era la que libraba en nombre de Mío, la verdadera razónpor la que aún vivía, tratando de recuperarlo. Mío significaba todo lo que ella quería hacer con su miserable vida de mujer estéril atosigada por la aridez del vientre y el estertor de su sexo atrofiado por la decadencia del ser.¨¨pág. 174 (sic)

Bajo las consideraciones anteriores, entramos de lleno en el plano materno, porque si bien los avatares políticos y sociales de Colombia,  son los que expulsan a Mío, a su esposa y a su hijo de la patria: ¨¨ ¡Ah! al Tequendama y sus fantasmas. Como no he podido librarme del horror de su abismo, tendré que regresar para lograrlo. ¡Hasta pronto mi Colombia amada! ¡Hasta pronto! escribe Mío en su diario ya en el avión que lo depositará  en tierra extranjera. (pág 269) (sic). Y menciono el símbolo materno, ya que es el mismo narrador quien utiliza expresiones que remiten al mismo, ya sea para referirse a su patria como ¨¨cuna de sus infamias¨¨ en las que continúa existiendo la presencia de Calixto Cienfuegos, amenazante, ya no sobre Palmarito, sino sobre la nación entera .pág. 270 o bien a la costa americana como ¨¨enfilado hacia el   hueco negro de la noche¨¨ para referirse al mundo desconocido que lo espera, o ¨¨el vientre de la nave preñado de sustos, pero en calma¨¨ pág. 271 (sic) o ¨¨Eran las 10 de la noche del 30 de junio de 1957, momentos de engendros transformadores de mundos por venir¨¨. Pág.272 ( sic).

Y es justamente esta partida de Mío junto a su familia, la que inscribe a esta novela en la categoría de saga literaria, ya que abarca al menos a dos o más generaciones, cuya vida nos es expuesta, con la salvedad, de que este narrador omnisciente y omnímodo, narra las dos primeras generaciones, de cuyas vidas y destinos nos tiene absolutamente al tanto. No ocurre lo mismo con la tercera generación: la de Mío Segundo, cuyos avatares en tierra extranjera no nos son brindados, es más, es Fede quien sufre la ausencia de remitente en las cartas de Mío, y es su larga espera, la que culmina con un brillante final abierto, cuando cree ver o realmente ve el retorno de Mío Segundo, con un acento extraño, y de último avanzando lentamente por el sendero trazado por sus predecesores, ¡Mío Bresni! Pág. 280 (sic).

Y digo final abierto, porque cada lector completará ese final, como ilusorio, irreal ( ya que avanza escoltado por Francisco de Asís, Santa Rita de Casia) y otros personajes reales  en la vida de los protagonistas. O realísimo, ya que sobre ello el narrador no se expide, y sí se ocupa de epilogar la novela narrando en la voz narradora de Mío Segundo¨¨ el encuentro más feliz jamás visto, por quien esto escribe¨¨, ¨¨porque tenemos toda la vida que Dios nos conceda para recordar lo que nos sucedió, cuando partimos hacia la más profunda de todas las soledades, la extranjera¨¨, para concluir enfáticamente con su ¨¨¡De regreso a la Vida!¨¨Profesora Cristina MonterRosario- Santa Fe- Argentina.