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Las técnicas de la terapia del pensamiento son simples:

 

 

1. Comprensión La clara explicación de por qué nos sentimos mal y sufrimos altibajos mentales en conducta humana y qué podemos hacer para lograr el equilibrio de los sentidos, existe en la compresión de las causas que originan esos sentimientos,  no todos anormales, y así poder diagnosticar y evaluar la severidad de las reacciones emocionales-Auto-control

 

2 .   Prevención Aprender a determinar el verdadero valor propio y a estimarlo en su debido y apropiado peso moral y material  por medio de una reevaluación de los valores básicos y de las actitudes internas que forman la base de las reacciones emocionales conducentes a las dolorosas reacciones depresivas.

 

No voy a tratar de dar una respuesta que cubra todo el terreno de la terapia del pensamiento, pero si trataré de establecer las pautas necesarias para el inicio del a veces largo proceso de recuperación permanente.   Hacerlo es una decisión personal si es que se necesita o no sentirse bien.  Afortunada creatura aquella que pueda contestar que se siente bien a todas horas.  Eso no es posible excepto en la Paz de la tumba.

 Es entonces cuando, incapaz de ayudarse por sí mismo, el ser humano debe, tiene que acudir a la terapia "rápida" de modificación de la forma de pensar, por su cuenta* en casos de simple depresión diaria, o con la ayuda de un sicoterapista en los casos crónicos y debilitantes en los que falta la voluntad para ayudarse a sí mismo. 

Digo, una terapia "rápida” ya que es indispensable saber que si sabe que está deprimido no se puede esperar meses o años hasta encontrar una solución.  Puede ocurrir que cuando llegue, sea demasiado tarde y las consecuencias se hayan hecho sentir irreparablemente en su vida y la de los seres que lo rodean.  Se hace obligante entonces, lograr que los síntomas desaparezcan lo más rápido posible, y al mismo tiempo, trabajar en el desarrollo positivo inmediato de los medios terapéuticos que ayuden a reducir los peligros de una repetición del problema que   impida superar esa etapa traumatizante por los caminos infernales de la depresión.

 

No es privilegio de nadie la incapacidad de luchar contra la depresión, aunque sí parece que es de las criaturas aparentemente más débiles en su exterior, porque son éstas las que tienen, sin saberlo quizá, la fortaleza moral que necesitan para derrotar el vendaval de la depresión. Ellas o ellos, más que los valientes de papel, se arman de valor   y se enfrentan como David a Goliath, la razón de su desasosiego.   


 


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Inventario BECK (III)


Aunque parezca imposible enumerar las causas que se conducen a la depresión y  las razones que conducen a su duración, siempre habrán de prevalecer en conflicto las dos opiniones filosóficas  que definen que  el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe o viceversa.

 

En este caso particular, trataré de enfocar en primer lugar, la depresión y sus causas,  y luego,  los factores externos de crecimiento y desarrollo y de experiencias que nos afectan y nos conmueven. Soy un firme creyente de que no hay nada bueno o malo que nos suceda que nos tenga alguna influencia positiva o negativa en la forma que actuamos.

  

 "Nunca te Prometí un Jardín de Rosas" (1964)

 

Es una novela autobiográfica. de  Joanne Greenberg, que  abarca con profunda exactitud el drama doloroso de una jovencita que permaneció tres años en la oscuridad de la esquizofrenia,  completamente convencida de que no valía absolutamente nada,  y por lo tanto,  lo único importante que podía hacer en la vida era destruirse lentamente hasta sangrar a muerte,  gota a gota,  por las venas llagadas por  las quemaduras auto causadas con cigarrillos. Aún  más grave  era el   constante decirse a sí misma : "  No quiero vivir, soy mala, perversa, no me merezco el cariño de nadie".

 

Tres años tras las paredes de un manicomio, de un pabellón a otro, de un intento de suicidio a otro, de una total separación de la vida real hasta el extremo de creer que allá, " afuera, detrás de los paredones y los jardines es  donde florecen  los árboles y se respira  aire puro en las madrugadas,  no aquí,    en este mundo que tanto me gusta  en donde no tengo que preocuparme de todas esas tonterías pasajeras porque estoy permanente acompañada de mis sombras y fantasmas y no necesito enfrentarme a nadie sino recurrir a los amigos de mi mente que me poseen eternamente con una posesión tan honda y apasionante que  no podría vivir sin ellos"

 

Es aquí donde surge el tema de la jerarquía del pensamiento. La idea de que la curva de la imaginación puede influenciar la conducta humana ha sido descrita por un gran número de filósofos durante los pasados 2500 años. Más recientemente, numerosos siquiatras entre ellos Adler, Ellis, Horney y Lasarus,  han investigado profundamente el terreno de cómo los pensamientos pueden definir nuestra actitud y aptitud para vivir hasta el punto que ya existen centros de Terapia del Pensamiento en donde  se preparan numerosos sicoterapistas para enfrentarse al creciente  número de  candidatos para esta clase de tratamiento.

  

El principio fundamental de este concepto es el de que nuestra manera de ser es el resultado de nuestros pensamientos. Ello se refiere a la manera de cómo  vemos  las cosas, nuestra percepción de las mismas.  nuestras aptitudes y creencias mentales, lo que decimos  acerca de algo o alguien acerca de nosotros . Es esencial pensar que uno se siente como se siente en este momento por la forma en que uno está pensando en ese momento.

 

El segundo principio es el de que uno se siente deprimido, mal, uno empieza a creer lo cual es muy cierto, que las cosas son y siempre han sido negativas. Uno percibe bajo este estado de ánimo, no solo a uno mismo sino a todo lo que lo rodea,  en forma desproporcionadamente dramática y negativa.

 

 Lo que es peor  es llegar a creer que en verdad las cosas son tan malas como uno se las imagina. Al mirar hacia el pasado, solo se recuerda lo malo y al contemplar el futuro solo se ve soledad, vacío y una interminable serie de problemas y frustraciones creándose así un sentido negativo de falta de fe, de pesimismo y incapacidad para funcionar.

 

El tercer principio es de una enorme importancia filosófica y terapéutica:  Está comprobado que las tormentas emocionales casi siempre contienen distorsiones disparatadas de los hechos tal y como son. Aunque esas distorsiones aparecen ser válidas.  uno debe llegar a aprender que son irracionales o simplemente equivocadas y que el pensamiento  "torcido"  es la causa exclusiva de casi todo nuestro sufrimiento.

 

Las implicaciones de los tres principios enumerados anteriormente son verdaderamente asombrosas. La depresión no es causada por percepciones reales sino que es un producto de lo que podríamos llamar un " resbalón mental";  la depresión no es una experiencia humana preciosa, genuina o importante sino una falsificación sintética, casi perfecta, profundamente engañosa. Se hace necesario en este momento el considerar los efectos terapéuticos en los enfermos tratados con drogas tales como  Trofanil y Thorazine y aquellos que han sido ayudados con terapia del pensamiento exclusiva el uso de anti deprimentes. 

Inventario Beck (III)