ELBA
ROSA CAMARGO ALVARADO
AMOR DEL ALMA Amor de verano, de otoño y primavera, amor de invierno, amor de siempre; amor que en las noches palpitantes siempre estás en todos los momentos. Estás en el aire que respiro, en la luna danzante que me mira, en el sol que calienta como fuego y en las aves que encantan con sus trinos. Cuando estás muy cerca de mi vida siento el palpitar del tiempo, devorando los minutos, los segundos, y tornado en claro mis angustias. ¿Qué hacer con tanto amor que puedo
darte? Lo cargaré
en los hombros como brisa, volaré
al infinito entre la nieve y
llegaré hasta la cumbre entre la bruma. Amor de encantos, amor de suerte, amor del diario, amor de ausencia, calientas con ternura el frío de mis días y gritas cual ave en el silencio. Tu amor resuena en las montañas y en los verdes que piso en el camino, tu amor vibra en la mirada y en el agua que cae cristalina. Eres amor ave viajera y arcoíris de soles en el cielo, eres la nave que se aleja del puerto llevando mi sangre entre tus venas. En ti la tristeza se transforma en fuerza y en calma tensa la melancolía, no hay hambre, sueño ni cansancio solo una dicha de la vida mía.
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AURA INÉS BARÓN DE ÁVILA EL BARCO DE LA VIDA El barco de la vida, cual barco de papel se nos diluye. Primero la niñez, camino de inocencia, cándida flor del paraíso, fulgores de cristal, arrullo de estrellitas suspendidas, con brillo celestial en las pupilas. Luego la juventud robusta espiga, suspiro inquieto de roja primavera que conquista, aplauso y esplendor, encantamiento, caminos
impetuosos bajo arcos
florecidos, en el murmullo
azul de la esperanza. Al final del camino está el otoño, huerto maduro de fragancias que vienen del ensueño y la ilusión. Melancólica luna pensativa, peinando despedidas sobre el hilo final de los crepúsculos.
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BEATRIZ PINZÓN DE DÍAZ ALFARERO Alfarero de manos sabias que moldeas el barro sediento de vida. Tu obra embellece en el horno encendido. Soy
cántaro de greda y espíritu, lo lleno de miel o vinagre, ilusiones o rencores. Soy alfarero de mi vida, moldeo mis sueños con arcilla y fuego de mi corazón, melodía y amor. Si rompo mi cántaro cúralo, Alfarero eterno. Tus manos milagrosas lo harán digno de ti.
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