CONCIERTO DE LA ALBORADA 2015AFILIACIONNações Unidas das Letras

Gaviota

Esta noche me quedaré
escuchando el roce de tus alas al viento,
en el silencio de la luna
ataré mis recuerdos
y dejaré que tu desesperado vuelo
te eleve a las estrellas
por si el eco de mi adiós te alcanza.

Regálame una tarde

Para mirar tu rostro sobre el brillo del ocaso
Regálame tu afán, para llegar a tiempo al filo de tus besos
Regálame los cristales de tus lágrimas
Para hacerte un collar de certezas amorosas.
Regálame el vacio de tus manos,
Para llenarlos de caricias disimuladas.
Regálame el hastío de tus días, para doblarlos en dulces amaneceres.
Regálame la nada
para convencerme de llenar tu vida.
Regálame un poco de atención para que leas
esta carta que con amor
hoy te regalo.

Ave de paso

Imagino tus manos
galopando sobre mi ardiente pecho,
cruzando valles de nostalgias
llegas hasta mi boca,
un hato de recuerdos
se dispersa como las mieses
y yo, vestido de pájaro
contemplo en la inmensidad
tu fugaz domingo.

Paseo vespertino

Huellas sobre la arena
recorren tu ayer y el mío.
Sombras pájaras
hacen cosquillitas a la playa
en espera de tus pasos y los míos.
En la mansedumbre del ocaso
naufragan tus penas y las mías.



PESCADOR


Años y días de sol
heredaron tu camisa gastada
abres tus ojos con el canto de los gallos
y te levantas a inaugurar madrugadas.

Pescador de sueños
Pescador de soledades,
la arena vocifera en las mañanas
que vas descalzo a tu canoa,
con alegría invocas a los santos
a que diluyan tu infortunio
con la única ofrenda
de tu semblante de ayuno.

Diriges tus remos
hacia el festín de las gaviotas
hablas con olas
preguntando la estrategia de los peces.

Pescador de sueños
Pescador de soledades,
tu faena alimenta un progreso ajeno
obrero incansable de mil edades.

En tu playa remiendas los huecos
que te dejó la contaminación,
hoy atrapaste solo hambre y dos peces
seguramente otro decreto te jodió.

Mientras tejes
Un rollo de piola blanca
dos agujas de madera
y tres horas de historias cotidianas.

Vences la tarde
renovando tus redes y tu espíritu,
preparas el atrezo para un nuevo acto,
incansable jinete de la mar
vas bordando a cada palmo
un calendario lleno de paz.

Acaricias longitudes
a veces blancas
a veces verdes
a veces negras,
pescador de la orilla
pescador de lo profundo,
con cabos viejos atas la esperanza
para llenar los canastos del mundo,
amigo leal del viento
prócer de mis latitudes.


La estela del bien viaja por el mundo, dejando su voz en la conciencia de la gente, para decirnos que aún hay esperanza.Si de la basura hace proezas, cuanto más hará con la entereza de seres mas humanos.

Tardes de buena pesca

El viento arrastra el almizque de la bonanza
sobre la costa
una lluvia de pájaros
arma su propia danza.
El alma de las casas
hoy palpita en sus fogones
las rendijas transpiran
el olor de las recetas
y alegran las cometas
en sus nubes de cartones.

Rosita amasa el maíz y su promesa
en la humildad de su buena mesa.
Tarde de algarabía
gozo de sal
complacencia de un solo día
pureza de los pobres.

El plato fraterno
toca las puertas del vecino,
un sinfín de gracias
retumba en los barrios
emulando el legado
del pan y el vino.

En las pupilas de los niños
veo el colorido atardecer
¡pues hubo buena pesca!
y unas monedas más con que comer.


Saber que nos mueven los mismos propósitos, saber que nos unen, que vamos con la voz en alto, tan alto que se escuche el rugir de los pueblos con hambre de justicia y de paz...

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Desde la orilla del Pacífico, os dedico esta misiva, para reencontrarme con ustedes, ciudadanos del mundo, labradores de esperanza, amigos de la paz.
Escribo a ustedes con el ánimo de seguir sus pasos en el camino de las letras, y sospecho que en sus cuadernos anidan gritos de justicia para los pueblos,
la oportuna denuncia para los perversos que lanzan niños a las calles. Tambien sueño con sus paginas florales, que avivan los latidos universales del amor.
Ahora preciso decirles la imperiosa necesidad, de aunar esfuerzos por mantener la paz entre los pueblos de América, la nuestra, la Morena, la de hombres y mujeres de piel curtida.
 Nos asomamos dia a dia a enfrentar la violencia, no podemos quedarnos quietos ante esta maloliente situación. No podemos dejar el camino libre a quienes usurpan la mejestad de la democracia. Ser poeta nos conmina a luchar por cambiar este estado de cosas, preparar la tierra para que sean otros los árboles que nos den sombra, otros frutos, otros amaneceres.
Pedro Muñoz López.
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Construyendo Paz

Me duele tu verano extinto, Noviembre.
Los impíos han colmado mi frenesí
en sílabas que apuntan
al cielo donde se cruza
la soberbia de los misiles.

¿Olvidáis que la Divina Providencia
deambula en el corazón de los afligidos?

Creen ustedes impíos opacar la bondad que se derrama en los campos?
Dejad pues a los humildes
escuchar el aleteo de las mariposas,
ellas vuelan en la coronilla de las flores,
aún el viento agita una fiesta de fragancias.

Pretenden los poderosos sacar ventaja del negocio de la guerra
usurpando el sosiego de los pueblos.

¡No! ¡Mil veces no!

En la penumbra de los días
los andamios de la paz elevan el coraje de los hombres
multiplican los caminos por donde llega la esperanza,
avivan la sentencia del bien siempre victorioso sobre el mal.

Juventud! Tomad la bandera blanca
pintemos el horizonte palmo a palmo
hasta borrar el gris de las guerras que no nos pertenecen,
que no las hemos inventado.

Guerras que nos llaman sin ser invitados
a la indiferencia y el silencio cómplice.
Si las fronteras albergan estallidos de cañones
y si el horror es la canción del día,
dibujemos un infinito pentagrama
y que la nota más noble opaque y desvanezca
la estupidez de los malignos.

Que la virtud de la palabra sea la pólvora que estalle
en el alma de los sensatos,
que nos conmine el deber, a formar las filas de la libertad.

Minemos la tierra con cada anhelo de paz
cerremos el paso a la barbarie
y que el punto neutral sea
la reconciliación sincera de los hombres.

Omnipotencia,
Omnipresencia,
sean las ramas del árbol que cobija la angustia
de los sedientos de justicia---
- dejad caer sus hojas
únicamente para mirar un cielo renovado.

Me despertaron las guerras, una madrugada de Noviembre...y aun duele.