A N G E L E S  O L
         V I D A D O S 
Nelly Antokoletz
Ojos que recorren angustiados
los caminos oscuros de la ausencia,
son las "ruas" que transitan inocentes
quienes buscan paz, desheredados.
Son mis niños, son ángeles
que miran asombrados
cómo nadie
         cuenta sus martirios
y dejan morir, indiferentes,
la ilusión de vivir, junto a su gente.
¡Ay! Deshonra de la vida
que así miente
a quien
         nace, crece y muere
sin ayuda,
tan solitos, olvidados,
como Jesús en la Cruz crucificado.
Son mis niños, son mis ángeles
Soñados
con caritas de dolor
huecos de afectos y mis
         ansias
de acercarles de mi pecho,
ese amor que conocen, olvidado.
Ellos buscan sin saber
que solo encuentran
a los hombres que olvidan sus deberes
y
         la existencia
de esos niños castigados con demencia-
Cuando
         el alma se levanta con orgullo,
y reconoce solamente la potencia
del poder castrador de sentimientos
que se
         usa sin clemencia,
la Justicia de este mundo se profana,
Dios se aleja, el mundo calla,
los esquemas conseguidos
         resquebrajan
el honor del humano tambalea,
y los ángeles en la calle, martirizan
relegados al peor de
         los estados.
Son mis ángeles olvidados
que reclaman su lugar aún sin lograrlo.
Son mis niños relegados
son las víctimas de un orden
         despiadado.
      
      | | ---Recorriendo los tugurios de la gran ciudad-- cualquier urbe en cualquier lugar del mundo.
 me encontré con EL . FUI EL. SOY EL. JOSEPH BEROLO Derechos Registrados
 
 
 De viaje estoy.
 Voy de regreso al Rio,
 a la fuente de la espina del hastío.
 ...
         Voy hacia el vientre
 que engendró un día
 la suerte de mi sangre,
 la arteria que vertió
 la dicha de mi Vida
 y la tragedia de sufrirla.
 Voy al ímpetu voraz de sus pasiones, al mismo instante
 cuando no fui ni
         un suspiro
 ni un lamento, ni un quejido...
 cuando nadie me creyó un lucero
 ni fui un sueño
         de amor
 en la hora de su entrega-
 la de cualquier mujer
 ...
 Voy a descubrir mi origen en la entraña misma
 de la noche de placer
 que albergó la fantasía
 de una hembra consumida
 por la fuerza de un deber.
 ...
 Soy la semilla
         que sembró en sus eras
 el pirata de su dicha...
 ¡Soy! ¡Existo!
 pero nada se
 de si hubo alguien
 que quisiera que existiese.
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