Vengo
con mi piel mojada
de rìo, de lluvia, de invierno.
Con mis manos de mazorca
derramando su maìz.
Con mis pies hechos de barro
de recorrer los caminos
que la vida me brindò.
Tejo con paja mocora
esos innatos recuerdos
guardados en mi baùl
de algodòn y popurrì.
Con marionetas gigantes
con rayuelas en el patio
con las ollas encantadas
y
frutos en el jardìn.
Caminar no fue tan fàcil,
por puentes y vericuetos
por las amplias avenidas
y calles a media luz.
Cabalguè en los tranvìas
con mi mochila de anhelos
mezclàndome entre la gente
compartiendo sus pesares
y alguno que otro festìn.
Sin embargo todavìa
vengo con mi piel mojada
con los rocìos de invierno
y mis viejas alpargatas
que aùn me sirven para andar.
Zoila Rosalìa