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Gloria Elena Gutiérrez Ortiz E -Guti- Periodista-Escritora-Poeta Dibujante de Arquitectura y Artística

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MI ASCENSO HACIA LA MÚSICA DE LAS ESFERAS
Mi ascenso hacia la música de las esferas, al origen, a la poesía.
Gloria Elena Gutiérrez Ortiz
-Guti-

Quiero iniciar esta narración de mi ascenso en la poesía... más que hacer una apología al ego o al culto del ego, a la personalidad; más bien, como a la esencia del quehacer creativo, del quehacer artístico, del quehacer poético. Y realmente, considero, lo he considerado desde muy pequeña, a veces se nos dificulta y por eso buscamos la salida a través del arte.
 
En el caso mío, fue inicialmente a través de la música, estudiando música durante cuatro años. Quería ser música realmente, pero no lo logré. No lo logré amando profundamente la música, conociendo de ella, sabiendo, pero no llegué a hacer música por miles de razones que no es necesario relatar aquí. Pero en el quehacer cultural y en el ir caminando por la vida, me encontré con que, la música salió a través de la poesía. No podía dejarla atrás. Y cuando uno tiene un sino y viene marcado para hacer algo relacionado con el arte, para ser un artista, pues eso se da. Definitivamente, eso aparece en cualquier momento.
 
Y considero desde pequeña que ha sido menester, o es menester del ser humano, mantenerse al acecho de su propio origen. Un origen que a veces se nos oculta. Entonces, entrando en esa dimensión de la nada, se revela una presencia, y es aquí donde aparece la poesía, aparece el poeta. Un verso aquí, otro allá...que va surgiendo en medio de los acontecimientos de nuestros días, de la cotidianidad; y se abre ese enorme universo que es la poesía.
 
La poesía tiene el objeto de mantenernos despiertos permanentemente ante los caminos que nos conducen de lo visible, a lo invisible. Es objeto de la vida. Es más fácil alcanzar en la vida otra cosa que no sea poesía. Aunque, los poemas a veces tienen alas y nos pueden llegar a abandonar también. Y es allí donde entramos en ese mundo del silencio que por lo demás, es creativo, muy poético.
 
Realmente considero que el poeta puede seguir enormes e innumerables variaciones de ese poder inmutable. Y es la manera más eficaz de salir de ese acecho del origen de sí mismo, que somos todos, que somos nosotros mismos.La belleza de la poesía radica en que, llega con sus ondas musicales. Ese verso poético llega con sus ondas a donde nos llegan las palabras con sus significados.
El verso por ser verso es emotivo. No requiere juicio ni razonamiento. Y al goce de la ideología, de esa esencia ideológica de la poesía, se le suma también entonces el goce de la esencia musical, el numen. Es decir, la inspiración que siente el artista, que lo estimula y favorece a la creación, a la composición poética contundente.
 
Y es la forma en que se continúa...Entonces, este poder del verso se aquilata para muchos en la rima y se concreta. Aunque, ahora en el verso libre no hay necesidad de rima. Pero yo amo  la rima porque la considero como un sortilegio emocional; porque une en el verso la emoción del verso siguiente con el cual concierta, con la cual, hace música con el verso anterior. Es decir, lo convierte en armonía. Y si no logra alunar el tiempo, si lo aquilata en el instante de la palabra, del sonido, de la sílaba. Esa es la belleza más profunda del verso.
Decía Ramón del Valle Inclán, un escritor y poeta español que, "solamente cuando nos perdemos por los musicales senderos de la selva panida, podemos oír los pasos y evocar la sombra del desconocido que va con nosotros".
 
Entonces, definitivamente, esa es la belleza de hacer poesía. Yo entiendo realmente que el poeta asciende por su propio camino interior, y regresa trayéndonos el fruto de su elevación. En realidad, uno se va, va en ascenso como poeta en la medida en que se conecta con esa fuerza interior, que es la misma fuerza universal, el origen. Y es ahí donde empieza el ascenso, comienza a mostrarse la calidad poética de quien lo escribe, de quien escribe una poesía.
 
El poeta realmente procede de acuerdo a un ritmo, a su escala; al diseño, a una diagramación de su creación. Y puede ascender por esa escalera hasta las cumbres más inefables de su inspiración, porque tiene que fabricar esa escalera como un carpintero. Debe hacerse experto del oficio. Entonces, al darse cuenta el poeta que, es un poeta, empieza a realizar unas creaciones que conciertan con la esencia del lenguaje del autor.
 
Inclusive toca uno otros lenguajes también, de otros autores o inclusive de la misma ancestralidad. Y ser capaz de nombrar, de darle nombre a algo, implica ese poder convertirse en un verdadero instrumento de poder. Como afirmaba Court de Gébelain que, "las palabras tienen una energía en sí mismo, que no son palabras, no son productos de una convención, sino que es la esencia del lenguaje". Y esa originalidad y ese común denominador del lenguaje que tiene la humanidad, realmente yo diría que es la poesía. La poesía es lo que toca el alma, toca las profundidades del alma. Entonces es imposible no saber, no darse cuenta de que, en la medida en que uno sea tocado por esa fuerza universal, por esa alma, por esa esencia espiritual, esa alma hace que brille, esa creación poética.

 

Pues no puede uno apartarse del ascenso. Obviamente, eso lo va llevando a uno cada vez más a un lugar de fuerza, a un lugar de poder, a un lugar donde todos quisiéramos llegar, que es realmente a esa música de las esferas, a esa armonía. Entonces, yo creo que lo más importante de un artista, de un poeta, antes que, tener puesto una serie de reconocimientos y de estar allí, allá..., de darse a conocer a nivel nacional o internacionalmente, que también es sumamente importante, sumamente importante... es conectarse con eso sagrado que adquiere la poesía.

 

 

Porque realmente, la poesía es sagrada. Como decía Vicente Huidobro, el poeta chileno..." La poesía por la función de la representación simbólica y por su condición esotérica, llamémoslo así, está dentro de nuestra realidad perceptual, pero en realidad su sentido es representar y expresar una realidad metafísica superior".

Esa es la esencia de lo que realmente debe ser el poeta. Cuando ese poeta nos transmite las vivencias en un momento mayor de inspiración, en realidad es portador de un estado muy similar al que han revelado los santos, los iluminados... innegablemente...

 

 

Recordemos que la palabra vate, con v, es sinónimo de poeta, de vateen en latín, significa vidente, vaticinador, profeta. Y apoyando el concepto de Elliot que afirma, "la poesía es un anhelo por descubrir el punto de intersección de lo intemporal con el tiempo, lo que hace al poeta es un indagador" ..., un investigador, un explorador..." de las dimensiones ajenas al común de todos los humanos".
 
Yo creo que entender todo esto y aplicarlo en el papel, escribir en esa hoja en blanco, que en realidad es un reto muy grande, muy enorme, hace que la poesía, la imagen poética se vea, se revele en la esencia humana. Y al mismo tiempo, se transmute del plano de lo que se ha vivido, al plano imaginario que, da como una cierta objetividad alquímica, emocional también. Entonces, por esa razón, yo considero que un poeta...puede ascender cada vez más, hacia esa armonía de las esferas.

 

Nota. Transcripción limpia del audio enviado al Gremio Poético Colombiano -Premio Verso Dorado, dada mi nominación a mejor poeta colombiana 2023©Copyright/marzo2024Gego-Guti Medellín Colombia

 

REFLEXIÓN SOBRE EL MAL
La Saga
Parte 2

 

El tema a continuación cae de lleno en lo llamado "conspirativo", porque somos muchos los que nos acercamos con audacia a los límites del mundo tridimensional en que vivimos y nos asomamos a otros niveles de realidad, porque sabemos que la información que nos dan nuestros sentidos es enormemente limitada si la comparamos con las posibles infinitas formas de vida del Universo. También sabemos que nuestras «fantasías» están mucho más cerca de la verdad que las mentiras que nos dicen las autoridades y los medios de comunicación y las pequeñeces en las que está sumida la masa humana, incluida, la masa que se considera intelectual.

La premisa cierta es que, en este planeta hay otros seres-normalmente invisibles-, más inteligentes que nosotros, que son los que desde las sombras nos dominan sin que nos demos cuenta. El lector que no admita esta premisa puede ya dejar de leer este artículo porque lo que viene no tendrá sentido para él. Seguramente preferirá volver a su rutina diaria con su sobredosis de fútbol, sus sesiones novelescas de televisión o los rifirrafes de los políticos; sin caer en la cuenta del caótico mundo en el que vive, con su injusticia pandémica, ya endémica, sus muchos millones de hambrientos, sus guerras constantes y sus
autoridades mundiales corruptas hasta los tuétanos.

 

 

Charles Fort, un investigador estadounidense, conocido por dedicarse al estudio de fenómenos anómalos no solventados por la ciencia de su época. Los términos «forteano» y «forteana» se usan a veces para caracterizar tales fenómenos; a principios de siglo pasado, resumió genialmente en tres palabras, «we are
property», una verdad fundamental; tres palabras que en español se convierten en dos: «somos propiedad».

 

Al que no sepa que en este planeta que consideramos tan nuestro, le cuento que hay otras inteligencias extrahumanas que son las verdaderas dueñas de él.

 


Comenzaré por derribar el primer ídolo, a pesar de ser de factura bíblica:
«Elhombre es el rey de la Creación». Doblemente falso. Los humanos tendemos a identificar la Creación con nuestro planeta. Pero la Creación (con mayúscula) es infinitamente más grande que este planeta. Además, el hombre es solo un
ser semirracional, que habita en este mundo, sujeto a mil penalidades. Nunca
fue el rey de toda la Creación, y si alguna vez lo fue de este planeta, alguien o
algo lo destronó, porque en la actualidad está a merced de mil calamidades.

Las ciencias se han ocupado de explicar el mundo y los diversos mundos en
todos sus aspectos materiales, las causas y los efectos de todo lo que sucede a
nuestro alrededor, pero se han preocupado mucho menos de explicar los aspectos inmateriales y espirituales de todos estos hechos porque son mucho más difíciles de entender y, en cierta manera, contradicen los «dogmas» que la ciencia ha establecido para explicar el mundo material que nos rodea. Rechacemos por tanto la absolutez de estos falsos «dogmas» si queremos analizar sin prejuicios el tema del mal en el mundo.

 

 

Las religiones, a diferencia de las ciencias, sí que se han preocupado de estudiar
estos aspectos inmateriales que condicionan la vida humana. Pero lo primero que llama poderosamente la atención son, las contradictorias maneras que tienen de explicarlo. En lo único en lo que todas las religiones están de acuerdo es en creer que por encima de nosotros hay unos seres espirituales e inmateriales, pero reales - benéficos y maléficos-, que se inmiscuyen en nuestras vidas, ayudándonos o castigándonos. Dependiendo de las religiones, se les llama con muy diferentes nombres: dioses, ángeles, demonios, espíritus, devas, iblis, pitris, loas, djins o jinas, ninfas, ondinas, sílfides, asuras, genios, anunnakis, nummos, nefilim, kachinas, dusi, gandharvas, wandjinas, veteheinen, tursas, lempos, larvas, lemures, hiisis, yazatas, efrits, rakchasas, nagas, apsaras, yakshas, garudas, pretos... Podría hacer esta lista interminable porque todas las religiones están llenas de ellos -buenos y malos- y de sus apariciones.

 

Esto nos lleva a la conclusión de que no es nada fácil saber cuál es la realidad, ni aceptar que detrás, más allá y por encima de la vida humana hay un gran misterio. Es el arcano del que hablaban los romanos. Detrás de esta irracional y malévola conducta tan común entre los seres humanos, de la que hablamos en la primera parte de esta saga-leer ¿PORQUÉ EXISTE EL MAL? Parte 1, de este portal Locus Difficilis-, y detrás de las infinitas injusticias que se dan en nuestra sociedad como, el abandono, el dolor en los que viven millones de seres humanos, hay una causa misteriosa... (Continúa la saga...)

 

Notas:
El origen del mal. Salvador Freixede .SJ. (1923-2019)

 

 


 

 


¿PORQUÉ EXISTE EL MAL?
La Saga
Parte 1

 

Gloria Elena Gutiérrez Ortiz
-Guti-
 
 

 

 


Viendo el estado caótico y suicida de la sociedad humana de todos los tiempos y su manera salvaje y semirracional de actuar, cada vez me convenzo más, de lo que parecía ser una fantasmada de un iluminado, tiene mucho, pero mucho de realidad.
Por otro lado, vemos que entre los humanos, en todos los países y razas, hay muchos individuos evolucionados que no están aquejados de la inmunodeficiencia genética ante el poder y el dinero que padece la mayor parte de los mortales, porque han caído en la cuenta de que la transitoria estancia en este planeta es para evolucionar en todos los niveles y para ayudar a otros seres humanos en esa evolución. Pero el problema es que evolucionados y no evolucionados vivimos todos mezclados, y en una misma familia puede haber individuos de ambas condiciones.
Otro asunto menos afortunado es: los evolucionados suelen ser más pacíficos y dedicarse con preferencia a cumplir responsablemente sus tareas y obligaciones sin interferir en las vidas de los demás, mientras que los no evolucionados son más audaces y suelen causar problemas en la convivencia con sus semejantes. Esta es una de las causas de que haya tantos conflictos entre los seres humanos; conflictos personales y conflictos globales en los que intervienen sociedades enteras, frecuentemente con consecuencias mortales para muchas personas.
Las grandes preguntas que yacen en el fondo de todos estos conflictos son las siguientes: ¿por qué hay tantas guerras en nuestro planeta?, ¿por qué los humanos nos comportamos tan irracionalmente?, ¿por qué somos tan belicosos?, ¿por qué hay tantos individuos malvados que no respetan los derechos de los demás?, ¿de dónde procede esa maldad?, ¿es algo que depende de la libre voluntad de cada individuo o es algo que traemos en los genes y a lo que no tenemos más remedio que obedecer? En el fondo, esa es la gran cuestión que por siglos se han planteado los filósofos y los que se rebelan ante la existencia de un Dios providente; y surge la pregunta, ¿por qué permite este Dios que, en la Tierra haya tanto dolor y tanta injusticia? En definitiva, ¿por qué existe el mal?
Si echamos una primera mirada a las grandes autoridades que se supone dirigen el mundo, lo primero que nos llama la atención es "la canallada de gobernantes" por quienes una turba de votantes sin pensarlo dos veces, depositan su voto iracionalmente. "¡Qué gentuza!" diría mi abuela... Ladrones, mafiosos, buscones, criminales, mentirosos, de rasgos psicópatas, prevaricadores, traidores con sus propios conciudadanos y fantoches de toda ralea son los que en estos momentos tienen las riendas de este enorme rebaño humano extendido por toda la superficie del planeta. Me dirán que exagero, porque no todos los presidentes de las naciones y muchos de los gobernantes locales no merecen estas descalificaciones, es cierto pero, lo triste es que; un gran número de ellos sí las merecen, cuando lo lógico sería que por estar colocados en puestos de tanta responsabilidad fuesen unos ciudadanos ejemplares. Como también es cierto que la lista de expresidentes que han sido condenados por los tribunales -y si no lo han sido es porque previamente han amordazado al poder judicial- es abundantísima... desde monstruos como Stalin, Mao, Hitler, el carnívoro de Idi Amín Dadá, Bocassa, Pol Pot dictador camboyano), pasando por trápalas, borrachos, locos y dictadores, sanguinarios y ladrones como Fidel Castro (Cuba), Boris Yeltsin (Rusia) , Slobodan Milosevic(Serbia), Fugencio Batista(Cuba), Hugo Chávez(Venezuela), Anastacio Somoza(Nicaragua), Augusto Pinochet(Chile), Than Shwe(Birmania), Nicolae Ceauchescu(Rumania) Francois Duvalier(Haití), Juan Domingo Perón(Argentina), Hassan II(Marruecos) y su hijo, Hosni Mubarak(Egipto), Hugo Banzer(Bolivia), Rafael Trujillo(República Dominicana), el ególatra Saparmurat Niyázov(Turkmenistán), Kim II Sung y su hijo(Corea del Norte), Muamar Gadafi(Libia), Alfredo Stroessner(Paraguay), Mobutu(Congo), Mugabe(Zimbawe), y otros asiáticos y africanos... hasta personajes tan «honorables» y «demócratas» como Andreotti, Putin, Francois Mitterrand, Silvio Berlusconi, y otros europeos y latinoamericanos pasados y en ejercicio, de izquierda y de derecha, ambiestros también (...) La lista de buscones, aprovechados, incompetentes, indeseables que han llegado a presidentes de sus respectivos países podría hacerse larguísima.
Una vez más, nos asalta una pregunta: ¿cómo es posible que individuos de esta calaña lleguen a esos puestos? La realidad es que muchos de ellos son presidentes de países que aparentemente, tienen regímenes democráticos y donde las elecciones se celebran limpiamente. Efectivamente, se celebran elecciones, y en la mayor parte de los casos aparentemente limpias, pero la manipulación de las masas por parte de algunos medios de comunicación, la escasez de políticos honestos y evolucionados y el atontamiento y borreguismo de nuestra sociedad son tales que, ha hecho metástasis, como un cáncer sistémico que ha invadido ya la esencia de muchas de las instituciones que constituyen el meollo de una verdadera democracia y en las que se basa nuestra convivencia. La independencia de los tres poderes es una pura utopía. La democracia de muchos países, y por supuesto la de latinoamérica es en estos momentos, una farsa y total mentira.
Las estadísticas nos dicen que los políticos están muy desprestigiados. Y eso que la masa no tiene idea de la enorme corrupción que se da en las alturas del poder. Si realmente la conociesemos no sería extraño que hubiese algún tipo de rebelión general contra todos los partidos políticos a nivel mundial. El poder, y sobre todo el poder absoluto, obnubila por completo las mentes de los que lo ejercen y no dudan en llegar a acciones increíbles para desentenderse de sus enemigos o para dar paso a su megalomanía desenfrenada.
Muchos gobernantes supuestamente demócratas, pero con subliminales entrañas de dictadores, han recurrido con frecuencia a acciones aberrantes y monstruosas para ocultarles a sus pueblos sus verdaderas intenciones. Los pueblos se pudren por la cabeza y la corrupción de los mayores dirigentes de este planeta alcanza ya niveles de espanto. Esta es la visión panorámica en materia de política y gobierno de nuestro planeta; muy diferente de las deslumbrantes ceremonias de los Óscar, los Juegos Olímpicos, la ópera de Milán, los abarrotados estadios de fútbol o las concentraciones multitudinarias de Benarés, la Meca o el Vaticano.
Hasta aquí solamente una de las causas de por qué el mundo anda mal. Y por lo tanto, seguiremos con muchas preguntas. ¿Por qué hay tantos seres humanos malvados? ¿Por qué hay tanta corrupción y maldad en el mundo? ¿Por qué hay tantas guerras?
La increíble e intrigante verdad es que las causas antes mencionadas no son las únicas ni las más importantes. Hay otras mucho mayores y más hondas que la humanidad desconoce por completo porque precisamente esas autoridades corruptas han hecho enormes esfuerzos para que la humanidad no se entere...(Apenas comenzamos, continúa la saga...)

 

 

Notas:
El origen del mal.Salvador Freixede.SJ.(1923-2019)
Business Insider España.Brutales dictadores...

 

LA GUERRA, ESPEJO DIABÓLICO

 


 

 

 

Es absolutamente increíble e innegable que, la mayor parte de nuestros esfuerzos y de las invenciones converjan siempre hacia la guerra; convirtiéndola en una especie de espejo diabólico que refleja al revés y de forma cóncava, el progreso de nuestra civilización. No se trata este artículo de un estudio profundo sobre la guerra, pues me faltarían muchos elementos de investigación para lograrlo, es sólo un punto de vista, con el fin de hacer constar una vez más que, a medida que conquistamos algo sobre fuerzas desconocidas, nos entregamos más a éstas. Tan pronto descubrimos en la noche un destello, una fuente de energía foránea nos hace víctimas y casi siempre esclavos de ella.

 

Y así ocurre en la mayor parte de las invenciones relacionadas con la guerra. Lo vivimos en las pasadas guerras mundiales, lo estamos viendo en los recientes y monstruosos conflictos entre Rusia-Ucrania y Israel-Gaza. Antes, el alcance del fusil no era mayor que el de nuestra vista, y la energía destructiva del cañón mortífero, del explosivo más terrible, guardaba proporciones humanas. En la actualidad, el ser supuestamente humano, se ha excedido, ha abdicado, su reinado está concluyendo, se ha entregado impotente al brillo opaco de extrañas y enigmáticas fuerzas que se ha atrevido a llamar en su auxilio.

Muy cierto es que, en todos los tiempos, la parte humana de los combates fue la menos decisiva. En los días de Homero, las divinidades del Olimpo se mezclaban con los mortales en las llanuras de Troya; casi invisibles pero eficaces en su nube de plata, dominaban, protegían o espantaban a los guerreros. Eran divinidades poco poderosas, poco misteriosas, aunque, su intervención era sobrehumana, reflejaba la forma y la psicología humana.

Posteriormente, a medida que el ser humano ha avanzado y aprendido en el tiempo, la oleada de lo desconocido invade su dominio. Ahora, son otros dioses los que manejan las filas, empujan y dispersan escuadrones, rompen líneas, hacen vacilar pueblos, ciudades, países enteros. Parecen humanos, pero no lo son, emergen del caos primitivo; sus intenciones se encuentran fuera del círculo de nuestra propia vida y del otro lado de nuestra esfera inteligente, en un mundo cerrado, más hostil a los destinos de nuestra especie, habitan el mundo bruto de la materia inerte. Pues bien, a esos desconocidos trogloditas que obedecen a impulsos y ordenes tan ignorados como los astros más remotos, a esas impenetrables energías, confiamos el cuidado de resolver lo que está reservado exclusivamente, a las más altas facultades de la forma de vida que nosotros representamos en la tierra. A los incalificables confiamos el encargo divino de prolongar nuestra razón, y hacer la distinción entre lo justo y lo injusto...CRASO ERROR que ha costado la vida de millones y millones de personas en el mundo.

 

¿A qué fuerza hemos entregado nuestros privilegios específicos?
¿A que monstruosa faz, sombra gigantesca atribuiremos, por no hablar más que de ella, a la fuerza de los misiles, los explosivos, los dioses recientes con presunción de supremos que, acaban de destronar en los templos de la guerra, a todos los dioses antiguos?
¿De dónde, de que profundidades, de que abismo nunca indagado surgen esos demonios que hasta hoy nunca habían alcanzado la luz del día?

 

Creo que a estas preguntas, los sabios que nos crearon responderían simplemente..."Vuestra fuerza emana de la producción súbita de un gran volumen gaseoso en un espacio demasiado estrecho para contenerlo bajo presión atmosférica" ...Seguramente, esto lo aclararía todo y lo más posible, sabríamos a que atenernos.

 

 


©Copyright/nov2023Gego-Guti
Medellín Colombia

 

 

LUIS FERNANDO BOTERO ANGULO

1932 Medellín -2023 Mónaco

"Cuando comienzas una pintura es algo que esta fuera de ti.

Al terminarla, parece que te hubieras instalado dentro de ella."

 Fernando Botero

SEÑALES DE VERDADERA GRANDEZA  

Si existe algo intacto y válido en la tenacidad de todas las artes y los artistas, de los creadores, de las escuelas artísticas actuales es: el propósito.

Evocando a Marco Tulio Cicerón..." En dos cosas se experimenta especialmente, el ánimo grande y esforzado: la primera en el desprecio de los bienes externos, cuando llega el hombre a estar persuadido que nada debe admirar, apetecer ni buscar, excepto, lo que sea honesto y honroso. La segunda que, el hombre animado por estos sentimientos emprenda cosas grandes, bellas, útiles, empeñadas, llenas de trabajos y dificultades, pasando por los peligros de la vida, y de cuanto a ella pertenece".

De estas dos señales de verdadera grandeza vino estampada al mundo, el alma y la idiosincrasia del antioqueño, colombiano, gigante del arte contemporáneo, Fernando Botero. El esplendor en sus obras, dan muestra de la generosidad, el grado de magnanimidad que eleva los ánimos de quien con asombro las observa, las deleita.

Ningún ser humano, que ha adquirido similar reputación, consigue la gloria por engaños o malicias. Así como la ciencia que no está acompañada de justicia le cuadra mejor el nombre de astucia que el de sabiduría, del mismo modo, el ánimo que se expone al peligro si se mueve por sus propios intereses, y no por el bien común, merece más bien el nombre de atrevido que de esforzado.

El hombre de hoy se ha lanzado a aventuras insólitas, muy osadas, de un heroísmo extraño si así se le puede llamar; necesita de adecuadas expresiones artísticas en todas sus manifestaciones. Ni el inigualable artista holandés, El Bosco con su "Jardín de las delicias" nos bastó para representar los duendes y gnomos nacidos en la órbita del átomo, ni Francisco Zurbarán, el "Pintor del Siglo de Oro" quien, junto con Velásquez y Alonso Cano, formó la triada áurea de los pintores del Barroco sevillano, nos interpretaría el hervidero en el que se han convertido todos los pueblos del mundo, con sus obras más emblemáticas: "El lienzo de la Verónica, El reposo durante la huida a Egipto, San Francisco arrodillado con una calavera y La Virgen con el Niño y San Juanito". Ni el holandés más importante del siglo XVI, Pieter Brueghel el viejo, primer maestro occidental paisajista,   ahondaría con sus obras "La torre de babel" o "El triunfo de la muerte", en la entraña de la actual masificación de consciencias, de las velocidades superiores al sonido, de los resultados sugeridos en un electrocardiograma. Algo nuevo ha brotado en el ser humano y en el universo, y ello urge más creadores, que acierten a darnos  la consiguiente y formidable versión artística; que conviertan en realidad su propósito: colmar el vacío humano, con lo cual, cobraría actualidad aquel proverbio árabe: "El gallo tiene que cantar, pero la mañana es de Dios".

Fernando Botero nos ha dejado a través de su obra en pleno, su enorme versión artística del mundo, de la vida, del humano; amar lo local para llegar a lo universal, es un gran legado, no solamente en lo artístico, nos deja la grandeza de ánimo, la honestidad, la sencillez, la generosidad, la filantropía; todo lo conforme a nuestra naturaleza humana, consiste en las acciones virtuosas, más allá de la fama y la gloria. Un ser humano como el artista Botero, con su "grandeza y sencillez", como lo expresaron sus amorosos e ilustres hijos, Fernando, Lina y Juan Carlos en las honras fúnebres en Bogotá y Medellín, Colombia, es lo que se requiere en el momento actual. Cambiar la polaridad de nuestros pensamientos y acciones hacia la luz, donde nacen los colores con todos sus matices para plasmar en el lienzo de nuestras vidas y obras.

 

©Copyright/octubre2023Gego-Guti

Medellín Colombia

NEGARLO TODO PARA AFIRMAR...

 

Por definición, el nihilismo niega aquello que pretenda un sentido superior, objetivo o determinista de la existencia puesto que dichos elementos no tienen una explicación verificable. En cambio, es favorable a la perspectiva de un devenir constante o concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna finalidad superior o lineal. Entonces, y recordando a San Agustín, un nihilista era un individuo que no creía en Dios para nada. Hoy diríamos que es un sujeto que lo ve todo negro. Ambas definiciones siguen siendo pobres. Un nihilista es una criatura que niega todo para afirmarlo de otra manera...Ello, nos evoca un personaje de Albert Camus en su obra "el hombre rebelde" que porta una inmensa pancarta con un no que estaría encantado de decir sí. Lejos de ser una ironía basada en el absurdo, la paradoja nihilista persigue un cambio de largo alcance en las creencias sociales a partir de la rebeldía o la resistencia, y también desde la melancolía. Que alguien deseche los valores tradicionales no quiere decir que no profese ninguno de ellos... En el mundo que vivimos difícilmente podremos ser nihilistas, una civilización como la nuestra que, ha hecho de la selfie el único argumento de su metafísica, ha dejado sin soporte a las grandes narraciones culturales, ha sustituido el vacío por el culto al narcisismo, sustituyendo a un Dios ancestral por la joven y obsesiva identidad personal.
La imposibilidad de conciliar el mundo real, con el mundo que imaginamos, ha convertido al ser humano en desadaptado, en pobre de espíritu. Recordemos que la pobreza espiritual conduce a la carencia material también, aunque no siempre; la carencia nos hace caer en el olvido por el mero hecho de serlo, olvidamos el pasado, quedamos sin memoria, y solo queda sobrevivir, y sobrevivir nos exige hacerlo siempre en tiempo presente.

 

Decía Schopenhauer..."Sólo se salva quien sacrifica dones y talentos para que, liberado de su condición de hombre, pueda reposarse en el ser. Si aspiro a una carrera metafísica, no puedo a ningún precio guardar mi identidad (...)

 

DEL SER OLVIDADO

De las consideraciones de Milán Kundera en la novela

 


En el ensayo escrito por el inolvidable escritor checo Milán Kundera, "El Arte de la Novela" se menciona a los dos grandes filósofos que han desvelado la ambigüedad de esta época, y son: la degradación y progreso a la vez y, como todo lo humano, contiene el germen de su fin en su nacimiento.

 

Esta ambigüedad no resta importancia, y a su criterio, a los cuatro últimos siglos europeos, a los que Kundera se siente más ligado puesto que, no era filósofo, sino novelista como el mismo lo manifestaba. En efecto, para él, creador de la Edad Moderna no es solamente Descartes, sino también Cervantes. Es posible que sea esto lo que los dos pensadores, han dejado de tomar en consideración en su juicio sobre la Edad Moderna. Al respecto, manifestaba que, si es cierto que la filosofía y las ciencias han olvidado el ser del hombre, aún más evidente resulta que con Cervantes se ha creado un gran arte europeo que no es otra cosa que la exploración de este ser olvidado.

En efecto, todos los grandes temas existenciales que Heidegger analiza en "Ser y Tiempo", y que a su juicio han sido dejados de lado por toda la filosofía europea anterior, fueron revelados, expuestos, iluminados por cuatro siglos de novela -cuatro siglos de reencarnación europea de la novela-.

Y añade Kundera, "Uno tras otro, la novela ha descubierto por sus propios medios, por su propia lógica, los diferentes aspectos de la existencia: con los contemporáneos de Cervantes se pregunta qué es la aventura; con Samuel Richardson comienza a examinar "lo que sucede en el interior", a desvelar la vida secreta de los sentimientos; con Balzac descubre el arraigo del hombre en la Historia; con Flaubert explora la tierra hasta entonces incógnita de lo cotidiano; con Tolstoi se acerca a la intervención de lo irracional en las decisiones y comportamiento humanos. La novela sondea el tiempo: el inalcanzable momento pasado con Marcel Proust; el inalcanzable momento presente con James Joyce. Se interroga con Thomas Mann sobre el papel de 105 mitos que, llegados del fondo de los tiempos, tele dirigen nuestros pasos".

"La novela acompaña constante y fielmente al hombre desde el comienzo de la Edad Moderna. La "pasión de conocer" (que Husserl1 considera como la esencia de la espiritualidad europea) se ha adueñado de ella para que escudriñe la vida concreta del hombre y la proteja contra "el olvido del ser"; para que mantenga "el mundo de la vida" bajo una iluminación perpetua. En ese sentido, comprendo y comparto la obstinación con que Hermann Broch repetía: descubrir lo que sólo una novela puede descubrir es la única razón de ser de una novela. La novela que no descubre una parte hasta entonces desconocida de la existencia, es inmoral. El conocimiento es la única moral de la novela.

Según Kundera, la novela es obra de Europa; sus hallazgos, aunque efectuados en distintos idiomas, pertenecen a toda Europa en su conjunto. La sucesión de los descubrimientos (y no la suma de lo que ha sido escrito) hace la historia de la novela europea. Sólo en este contexto supranacional puede el valor de una obra (es decir, el alcance de sus hallazgos) ser plenamente visto y comprendido".

Evoca Kundera a Cervantes con este aparte: "cuando Dios abandonaba lentamente el lugar desde donde había dirigido el universo y su orden de valores, separado el bien del mal y dado un sentido a cada cosa, don Quijote salió de su casa y ya no estuvo en condiciones de reconocer el mundo. Este, en ausencia del Juez supremo, apareció de pronto en una dudosa ambigüedad; la única verdad divina se descompuso en cientos de verdades relativas que los hombres se repartieron".

De este modo nació el mundo de la Edad Moderna y con él la novela, su imagen y modelo. Y con Descartes, comprender el ego pensante como el fundamento de todo, estar de este modo solo frente al universo, es una actitud que Hegel, con razón, consideró heroica. Y comprender con Cervantes el mundo como ambigüedad, tener que afrontar, no una única verdad absoluta, sino un montón de verdades relativas que se contradicen (verdades incorporadas a los egos imaginarios llamados personajes), poseer como única certeza la sabiduría de lo incierto, exige una fuerza igualmente notable.

Para terminar, Milán Kundera nos deja esta consideración que, puede convencer o no, pero es una realidad inevitable: "la unificación de la historia del planeta, ese sueño humanista que Dios ha permitido que se llevara a cabo, va acompañada de un vertiginoso proceso de reducción. La vida del hombre se reduce a su función social; la historia de un pueblo, a algunos acontecimientos que, a su vez, se ven reducidos a una interpretación tendenciosa; la vida social se reduce a la lucha política y ésta a la confrontación de dos únicas grandes potencias planetarias. El hombre se encuentra en un auténtico torbellino de la reducción donde el "mundo de la vida" del que hablaba Husserl1 se oscurece fatalmente y en el cual el ser cae en el olvido".

 


"Si el porvenir no representa un valor para mí,

 

¿a quién o a qué me siento ligado?

¿a Dios? ¿a la patria? ¿al pueblo? ¿al individuo?

Mi respuesta es tan ridícula como sincera:

no me siento ligado a nada salvo a la desprestigiada herencia de Cervantes".

 


MILAN KUNDERA

 

(1929-2023)

 

_________________________

1.Edmund Gustav Albrecht Husserl, filósofo y matemático alemán, ​ discípulo de Franz Brentano y Carl Stumpf, fundador de la fenomenología trascendental y, a través de ella, del movimiento fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo XX.

LA CREACIÓN ARTÍSTICA, UN MILAGRO

 

 

Gloria Elena Gutiérrez Ortiz

 

Por momentos, nos es dado asistir a un milagro, y es dado en una sola esfera: en la creación artística. Somo partícipes año tras año que, se escriben y publican miles de libros, se pintan millones de cuadros y se componen cientos de piezas musicales. Esa producción inmensa de libros, cuadros y música no nos impresiona mucho; nos resulta natural que los autores escriban libros, los editen, impriman encuadernen y, los libreros, por último, los vendan. Éste es un proceso de producción regular como hornear pan, hacer zapatos, hacer vestidos o tejer medias. El milagro sólo comienza para nosotros cuando un libro único entre esos cien mil, cuando uno solo de esos cuadros incontables sobrevive, gracias a ese sueño, a nuestro tiempo y a muchos tiempos más. En este caso, y sólo en éste, nos apercibimos, llenos de veneración profunda, de que el milagro de la creación vuelve a cumplirse aún en nuestro mundo.

Consideremos primero la forma meramente exterior de la acción humana. Si ha sido músico, compuso unas cuantas notas de la escala de tal manera que forman una melodía nueva, que luego se grava en la memoria de cientos, de miles y aun de millones de seres humanos, despertando en todos ellos la misma sensación de una armonía nueva. Si ha sido pintor, creó con los siete colores del espectro, y mediante la distribución peculiar de luces y sombras un cuadro que, después de haberlo visto por primera vez, nos ha resultado inolvidable. Si ha sido poeta, no hizo más que reunir unos pocos centenares de palabras de las cien mil o más, que constituyen nuestro idioma español o lengua castellana; de tal manera que, resultó de ello un poema inmortal.

Visto superficialmente, no ha hecho gran cosa, pero bendecido por el genio, ha realizado algo que destruyó la fuerza, por lo demás inexorable, de lo perecedero. Ha creado algo que es más persistente que la madera que tocamos, más persistente que la piedra de que está construida una casa, más duradero, sobre todo, que nuestra propia vida. Por medio de él, lo inmortal se ha hecho visible a nuestro mundo transitorio.

 

¿Cómo puede suceder tal milagro en nuestro mundo, que parece haberse tornado tan mecánico y sistemático? ¿En virtud de qué magia pósese de vez en cuando tal rayo de eternidad en medio de nuestras ciudades y de nuestras casas?
"¿Cómo podía un hombre igual a mí, un simple mortal, formar esa obra inmortal con unos pocos colores, con unas pocas notas, con unos cuantos centenares de palabras? ¿Qué sucedió en su interior en esas horas de la creación y cuán misteriosas deben de ser esas horas?" Creo que todos nos hemos preguntado esto alguna vez. Por este motivo, nos deberíamos acercar a toda obra de arte con una doble sensación.

 

 

La máxima virtud del espíritu humano consiste en procurar hacerse comprensible a sí mismo lo que en un principio le parece incomprensible. Queda entonces por saber si somos capaces de imaginarnos cómo han nacido las grandes obras de arte que conmueven a nuestra alma. ¿Podemos imaginarnos lo que ha acontecido en el alma de un Shakespeare, de un Cervantes, de un Rembrandt, del genio de genios Bach, mientras creaban sus obras imperecederas?
Es inimaginable...La concepción de un artista es un proceso interior. Tiene lugar en el espacio aislado e impenetrable de su cerebro, de su cuerpo, de su historia pasada y presente. Si hablamos de la real creación artística es un acto sobrenatural en una esfera espiritual que se sustrae a toda observación.

 

 

"Toda nuestra fantasía y toda nuestra lógica
no pueden facilitarnos sino una idea insuficiente
del origen de una obra de arte.
No nos es dado descifrar este,
el misterio más luminoso de la humanidad;
acaso no podamos más que comprobar su sombra terrenal".
Stefan Zweig
(1881-1942)
Escritor, biógrafo y activista social austríaco

 

 


 

 

Zweig Stefan-El misterio de la creación artística. Buenos Aires
Tiempo y mundo. Impresiones y ensayos. Stefan Zweig. 1938

 

 

 

MENOS MANICOMIOS, MÁS ARTISTAS

 

"Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma"

 

CARL GUSTAV JUNG
(1875-1961)
Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo

 

 

 

Gloria Elena Gutiérrez Ortiz
-Guti-
Periodista, Escritora y Poeta colombiana

 

 

La palabra "manicomio" es un cultismo que viene del griego manía (locura) y komion (lugar donde cuidan). Es decir, significa "lugar donde cuidan a los locos".
En una conversación entre el periodista español José María Ginorella en 1964, casi 60 años, con el "psiquiatra de los artistas" el Doctor español, Ramón Vidal Teixidor, se considera con una visión de vanguardia, a la psiquiatría como liberadora de tantos sufrimientos que someten la voluntad del ser humano al caos y la depresión, particularmente, a los artistas. Ello, si se tiene en cuenta que trató como paciente al genial pintor Salvador Dalí. El doctor Ramón Vidal Teixidor ocupó la plaza de psiquiatra de la famosa pareja a la muerte del doctor Ramón Obiols que murió en brazos de la esposa y musa de Dalí,  Gala , al sobrevenirle un infarto cuando visitaba a los Dalí en su casa de Cadaqués. -Gala, cuyo verdadero nombre era Elena Ivanovna Diakonova-mujer misteriosa y de gran intuición, supo reconocer el genio artístico y creador allí donde existía y que, a lo largo de su vida, se relacionó con numerosos intelectuales y artistas. Hay quienes dicen, que la muerte del Dr. Obiols, fue como consecuencia de un serio enfado con Gala. Y el doctor Vidal Teixidor, se especializó particularmente, en el tratamiento de creativos y artistas.

 

Transcribo algunos fragmentos de la conversación sostenida por el periodista en mención y el experto psiquiatra en este artículo, considerando que, sus respuestas tienen vigencia al día de hoy y son de gran valía conocerlas y entender porque muchos casos de violencia en cualquiera de sus desordenes, llegan a parar a los sanatorios o manicomios.

 

JMG: Doctor, ¿qué diferencia hay entre Neurología y Psiquiatría?
Dr.RVT: la Neurología se ocupa de las lesiones nerviosas orgánicas. La Psiquiatría trata los trastornos nerviosos funcionales.
JMG: ¿Qué aspecto de la Psiquiatría le preocupa mayormente en la actualidad?
Dr.RVT: la Psiquiatría social. Me refiero a la psiquiatría nacida de la convicción de que el medio ambiente, las condiciones, influyen decisivamente sobre las enfermedades individuales.
JMG: ¿En qué sentido se realiza esta influencia?
Dr.RVT: en el sentido de que, como Ortega dijo, "yo soy yo y mis circunstancias" y, que nuestra postura como sociedad que nos rodea, repercute también en gran manera sobre nuestro modo de enfermar. Si un futbolista se fractura una pierna, ésta tarda menos en curarse que si se la fractura un obrero que no tenga interés en reintegrarse al trabajo. La solidificación, en el obrero, por mera actitud ante el mal, es más lenta.
JMG: ¿La perspectiva de las condiciones sociales puede tener influencia a futuro de la Psiquiatría?

 

Hay que crear centros mucho más reducidos, a escala casi familiar. Y por supuesto, como se hace en algunos países, dejar de llamarlos manicomios. En Inglaterra y Francia etc., hay "hospitales de día" y "hospitales de noche"; es decir, hay enfermos que de día trabajan normalmente y de noche se recluyen y, al revés; enfermos que durante el día están en tratamiento, y en la noche se van a casa. La idea clave es no desconectar al enfermo de su medio habitual, puesto que desconectarlo es crearle ya la sensación de que es un inválido.

 

JMG: ¿Qué opina Dr. de los psicofármacos englobados en el nombre de "tranquilizantes"?
Dr.RVT: los llamados "psicofármacos" pueden implicar peligros como cualquier otro fármaco, como la penicilina, por ejemplo. Cada vez que se va teniendo mayor experiencia, lo que ocurre es un gran desorden, hasta el punto que la gente emplea tranquilizantes, cuando lo que se necesita es estimulantes, o viceversa, o trata la ansiedad como si fuera una depresión.

 

LOS ARTISTAS

 

JMG: si grandes creadores enfermos como, Van Gogh, Schopenhauer, Hölderlin, el Bosco y otros..., hubieran tomado "psicofármacos" ¿habrían creado su obra con igual potencia?
Dr.RVT: creo que sí...Grandes creadores modernos se tratan con psicofármacos y consiguen a través de ellos, mayor rendimiento y un concepto tal vez, más armónico y más completo del universo.
JMG: ¿Armónico doctor? ¿No tienden las actuales obras de arte y creación al desquiciamiento, a la ruptura? ¿No se ha hablado de nuestra época como el tiempo de los esquizofrénicos?
Dr.RVT: todo eso no tiene la menor base real. En primer lugar, es preciso incluir entre los actuales creadores-hora es ya de hacerlo- a los científicos y técnicos.
¿Qué época anterior a la nuestra los dio en tal calidad y cantidad, y que hombres anteriores a los actuales, descubrieron día tras día hermosas leyes y tantos armónicos secretos del universo, lo mismo en los planos de la ínfima dimensión, como, en los de las inmensidades espaciales? Simultáneamente existen como nunca antes en la historia, grandes inventores de "pequeñas cosas"; y los inventores, aunque sea de un humilde aparato electrodoméstico, necesitan a menudo mucho sosiego para ir salvando obstáculos de orden técnico y práctico.
No, no, la época no es de esquizofrénicos, -no está regida por ellos, aunque los haya-, sino, por estudiosos de laboratorio.

 

 

JMG: ¿Por qué muchos artistas actuales son considerados "anormales" o que sufren de regresión infantil?
Dr.RVT: ahí existe también una gran confusión. El artista actual busca igualmente, nuevas armonías, dado que el universo se ha ampliado en extensión y profundidad a los ojos del hombre. Lo que ocurre es que abundan los mixtificadores, charlatanes y managers...Aparte de que la crítica, con su lenguaje, desorienta al público. Pero nada de ello demuestra que, cuando el tiempo haga la debida selección, no aparezca claro que los "buenos" trabajaron con extrema serenidad, con ritmo interno, casi franciscano...Y ello, en muchos casos gracias a los psicofármacos.
JMG: ¿Los psicofármacos de los cuales usted habla: tranquilizantes, estimulantes, antidepresivos, etc., ¿significan un avance real? ¿No son "anestésicos" del sufrimiento, de la infelicidad?
Dr.RVT: En un principio así fue; pero, actualmente, su poder terapéutico no se limita a suprimir temporalmente el sufrimiento, sino que actúa sobre la raíz del mal, modificando las condiciones bioquímicas cerebrales que motivan los trastornos; más claro aún, su acción no enmascara el sufrimiento, sino que lo disminuye o lo elimina.

 

 

JMG: antes para calmar los nervios se utilizaba té de tilo y nadie pretendía que el tilo atentaba contra el dogma o la creencia. Existe mucha confusión con los términos "ansiedad, angustia y depresión".
¿Qué es la ansiedad?
Dr.RVT: en la ansiedad el sufrimiento es de orden psíquico, no localizado, es disconfort, y se tiene miedo a algo, pero no se sabe a qué.
En la angustia el sufrimiento es más físico, generalmente se tiene miedo a algo concreto que se sabe lo que es, aunque, este algo puede ser inventado o imaginado.
En la depresión, se produce una inhibición de la personalidad, el enfermo deja de tener apetencias, deseos; el ánimo se vuelve triste, con pérdida de las ilusiones, con sentimiento de incapacidad y de culpa, una certeza de que el futuro será irremediablemente catastrófico.

 

 

La conversación finaliza con los propósitos básicos de la psiquiatría: curar, prevenir las enfermedades en la niñez y posteriormente en los diferentes ambientes en que el ser humano ha de moverse. En otras palabras, defender las posibilidades que tenemos de ser felices y evitar las enfermedades. En suma, enseñar el arte de vivir.
NOTAS
-https://etimologias.dechile.net/?manicomio
-José María Ginorella. Gritos del Mar. Ed. Planeta 1973
-https://www.publishway.es/libreria/dali-y-gala-historia-de-una-paranoia-nihilista

 

 

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LA CONFESIÓN DE PICASSO

En este texto no pretendo dirigirme solamente a los artistas consagrados, ni a los críticos que lo

s adulan de manera sistemática, ni a los propietarios de galerías de arte que ofrecen sus muros con el propósito de animar el comercio de las obras de arte. Va dirigido a las personas comunes, a la gente de la calle, que, al enfrentarse con las manifestaciones de las artes plásticas, experimentan a veces asombro, una extraña perplejidad.

Esta impresión es dada, por la confesión que le hace el artista Picasso a Gog1, consignada el Libro Negro del escritor italiano Giovanni Papini2.
Pablo Picasso no sólo fue un artista feliz, sino también un hombre inteligente, sin miedo a sonreírse de su debido tiempo y lugar, de las teorías de sus admiradores.

- "Usted no es ni crítico ni esteta, me dijo, y por lo tanto puedo hablar con usted libremente. Cuando era joven tuve como todos los jóvenes la religión del arte, del gran arte. Pero más adelante, a medida que pasaron los años, me di cuenta de que el arte, tal cual fue entendido hasta el siglo XIX inclusive, ya está concluido, moribundo, condenado, y que la llamada «actividad artística», con la misma abundancia que ostenta, no es más que la multiforme manifestación de su agonía. A pesar de las apariencias en contrario los hombres pierden más y más el afecto hacia las pinturas, las esculturas y la poesía. Los seres humanos de ahora han puesto su corazón en cosas completamente diversas: máquinas, descubrimientos científicos, riquezas, dominio de las fuerzas naturales y de las extensiones de la tierra. Ya no sienten el arte como una necesidad vital, espiritual, como sucedía en los siglos pasados. Muchos de ellos continúan actuando como artistas y ocupándose del arte, pero lo hacen por razones que poco tienen que ver con el verdadero arte, lo hacen por espíritu de imitación, por la nostalgia de la tradición, por la fuerza de la inercia, por amor a la ostentación, al lujo, a la curiosidad intelectual, por seguir la moda o por cálculo. Por hábito o por «esnobismo» viven todavía en un pasado reciente, pero la inmensa mayoría, tanto de la clase elevada como de la inferior, no siente una sincera y cálida pasión por el arte, al que considera, a lo más, como una expansión, una diversión o un ornato. Poco a poco, a medida que las nuevas generaciones se enamoren de la mecánica y de los deportes, se vuelvan más sinceras, más cínicas y más brutales, dejarán el arte en los museos y bibliotecas, como restos inútiles e incomprensibles del pasado.»
¿Qué puede hacer un artista que, como me ha sucedido a mí, ve con claridad ese próximo fin? Sería un partido demasiado duro cambiar de ocupación, y, además, peligroso desde el punto de vista alimenticio. Para él no quedan más que dos caminos: procurar divertirse y procurar ganar dinero.» Desde el momento en que el arte no es más el alimento que nutre a los mejores, el artista está en libertad para desahogarse según su talento en todas las tentativas de fórmulas nuevas, en todos los caprichos de la fantasía, en todos los expedientes del charlatanismo intelectual. El pueblo ya no busca en el arte consuelo y exaltación, pero los refinados, los ricos, los ociosos, los alambicadores de quintaesencias, buscan lo nuevo, lo extraño, lo original, lo extravagante, lo escandaloso. A partir del cubismo yo he contentado a esos señores y a esos críticos con todas esas mudables singularidades que me han venido a la cabeza, y cuanto menos las comprendían más las admiraban. A fuerza de sobrepasarme en esos juegos, con esas cosas funambulescas, con los rompecabezas, arabescos y demás cosas, llegué a ser célebre bastante rápidamente. Para un pintor, la celebridad significa ventas, ganancias, fortuna, riqueza. Ahora, como ya lo sabe usted, soy, célebre y soy rico. Más, cuando estoy a solas conmigo mismo no tengo valor para considerarme un artista en el sentido grande y antiguo de la palabra. Verdaderos pintores fueron Giotto y Ticiano, Rembrandt y Goya; yo no soy más que un amuseur public (bufón público), que ha comprendido su tiempo y ha aprovechado lo mejor que ha sabido hacer, la imbecilidad, la vanidad y la ambición de sus contemporáneos. Esta que le hago es una amarga confesión, más dolorosa de lo que le pueda parecer, pero tiene el mérito de ser sincera".

»Et aprés ça - concluyó por decir Picasso -, allons boire

"Y después de eso -concluyó por decir Picasso-, vamos a beber".

En los inevitables ciclos de la historia humana se cierran etapas fatigadas y de una de esas sofocaciones, nació el arte moderno, como un grito de rebelión ante las perspectivas del siglo XX despejando la retina del nuevo hombre.


1.Gog. Es el protagonista de la novela GOG de Giovanni Papini. Su nombre real es Goggins, pero lo ha abreviado para hacerlo igual al de un personaje del Apocalipsis; toda una muestra de su carácter. Un multimillonario aburrido de la vida de negocios que decide emplear su dinero y su tiempo entrevistando a personalidades de la época a golpe de talonario. 2.Giovanni Papini escritor italiano. (1881-1956)

 

 


 

Lo contrario de la hipérbole es el trabajo: exactitud, reflexión, precisión.
Es difícil hacer del idioma un instrumento exacto y dúctil;
y es fácil salir del paso con un superlativo que no dice nada.

 

AZORÍN, AFILADA PLUMA

Al hablar de la literatura del siglo de oro español, no es posible dejar de mencionar a José Martínez Ruiz, popularmente conocido como "Azorín". Su seudónimo significa 'azor', ave fina, inquisitiva. Algunos lo asocian con el verbo "azorarse", pensando en su interior tímido y reconcentrado. Frente al Unamuno vociferante, Azorín es el silencioso; frente al Valle-Inclán teatral, Azorín es el sencillo. Fue miembro de la Real Academia Española, cuyas obras muestran la magnífica y delicada forma en las que el detalle y el elegante uso del lenguaje castellano generan una combinación atrayente y poderosa.
Se licenció en derecho y se dio a conocer enseguida a través de sus colaboraciones en la prensa: de hecho, el seudónimo Azorín apareció por vez primera en un artículo publicado en España. Publicó asiduamente en periódicos y revistas de la época. Sus libros contienen, por encima de cualquier consideración, precisión. Buscaba el vocablo exacto y seguidamente colocaba un punto. Una primera trilogía narrativa, compuesta por los volúmenes La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904), constituye un extenso proceso de reflexión personal que lo llevó a cambiar radicalmente sus posiciones. Desilusionado, sus propias conclusiones lo llevaron a adoptar un ideario conservador al enfrentarse con algunos de los mitos finiseculares.
En ese momento, su prosa despuntaba ya con fuerza por una extraordinaria valoración del objeto en sus mínimos detalles, así como por su preferencia por la frase breve, la claridad y la precisión expositivas y la riqueza de léxico. Todo ello, en su tiempo, hizo que su obra supusiera una auténtica revolución estética, si se la compara con el grueso de la producción decimonónica.
Para el propio Azorín, el objeto primordial del artista no ha de ser otro que la percepción de lo "sustantivo de la vida". En consecuencia, con este propósito de su particular técnica narrativa, y siguiendo de cerca los análisis que sobre la obra azoriniana desarrolló José Ortega y Gasset, lo decisivo no está en "los grandes hombres, los magnos acontecimientos, las ruidosas pasiones, sino en lo minúsculo, lo atómico". Técnica impresionista que, aspira a ofrecer la esencia espiritual de las cosas mediante descripciones líricas en las que predomine la emoción delicada y atenta.

 

Lo recomendable es leerlo en pequeñas dosis, y en momentos de serenidad. Era un escritor geométrico; descubrió sin percatarse de ello, que el inmóvil triángulo, símbolo de la trinidad, puede ser tan dinámico como su oponente, el fuego, cuya forma o lengüetazo representa la constante mutación.

 

"La muerte precisa como él, decidió por fin clavar en su corazón
el punto y aparte"
José María Ginorella Pous
(1917-2003 España)

 

 


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Notas
-Gritos del Mar: José María Gironella
-https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/azorin.htm
-https://personajeshistoricos.com/c-escritores/azorin/

 

 

"EL ARTE DE CURAR"
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Es importante precisar el concepto básico de la medicina entendida como vocación, como acto de amor o inclinación compasiva hacia los demás, es decir como sacerdocio. Ello, en contraste con la medicina que tiene por objeto enriquecerse.
Fueron los griegos cuatrocientos años antes de Jesús El Cristo quienes sentaron la premisa "Donde hay amor al hombre, en cuanto el hombre tiene amor al "arte de curar". Dado que los griegos llamaban con la misma palabra "philia" a la amistad, al acto terapéutico que va del enfermo al médico y del médico hacia el enfermo. Nunca antes se había escuchado algo similar. Desde las épocas más remotas hasta la civilización griega, la medicina había sido o bien ayuda espontánea, o magia, o como en los pueblos caldeo, egipcio, israelita etc.," teúrgica", curación por prodigio divino.
 
Los griegos, por medio del pensamiento deductivo y racional de Hipócrates, y del sistema creacional de Galeno la convirtieron en doctrina científica.
 
Es de anotar que los griegos, al hablar de "arte de curar" se referían más bien, de acuerdo con su concepción de la belleza y la estética, con su mitología, al arte de "perfeccionar la naturaleza". Para ellos la acción curativa o sanadora contaba menos como alivio del mal que como afán perfectivo. Para los helenos curar era "servir a la naturaleza".
La medicina vocacional, como acto de amor y de servicio, preside la investigación, la práctica y la asistencia médica en las facultades de medicina y los centros hospitalarios, fusionando las ideas heleno-cristianas. Recordemos que el advenimiento del cristianismo introdujo hondas modificaciones en el significado de la medicina. Del pensamiento aristotélico: "ama el amigo como a ti mismo", se pasó al mensaje evangélico: "amarás al prójimo como a ti mismo".
 
Ejercer la bella profesión de la medicina por mero afán de conocimiento o de lucro, supone traicionar su verdadero significado cardinal, esencial.
Creo que el médico ha de sentir incluso "gratitud" por el paciente, en virtud de la posibilidad que este le brinda de instruirse, de aprender.
"El más hondo fundamento de la medicina es el amor...Si nuestro amor es grande, grande será el fruto que de él obtenga la medicina; si es menguado, menguados serán también los frutos.
Pues el amor, es el que nos hace aprender el arte, y fuera de él,
no nacerá ningún médico".
PARACELSO
Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, conocido como Paracelso o Teofrasto Paracelso, fue un alquimista, médico y astrólogo suizo.
(1493-1541)

 

 

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COLUMNA EDITORIAL LAS PALABRAS,ÁNFORAS DE BARRO

Por Gloria Gutti 

"El verbo de los poetas, como el de los santos, no requiere descifrarse por gramática para mover las almas, Su esencia es el milagro musical"

 

Ramón del Valle Inclán
(Escritor y poeta español 1886-1936)

 

 


Gloria Elena Gutiérrez Ortiz (Guti)

 

 

Las palabras son una creación de multitud de sensaciones. Dan luz en el momento que se hacen necesarias, como verbos afectivos o no entre los seres humanos. El poeta, las combina, las ensambla con un linaje alélico o quimérico, muy suyo. Logra despertar emociones dormidas, un valor engendrado por él y también, por quienes las interpretan.
El poeta, ha de confiar a la evocación musical de las palabras, todo el secreto de esas figuras que, como ilusiones, están más allá del sentido humano, apto para encarnar en la libertad del verso, en la métrica y la pausa; el dolor y el amor.
Las palabras son como ánforas de barro, contienen la experiencia de los afanes cotidianos y dada su porosidad, deja pasar el manantial de sus sonidos. Si un humano logra romper la prisión de los sentidos, reviste las palabras de un nuevo significado, como un traje de luz. Entonces su lenguaje se hace sibilino-puede tener significados ocultos-.
Las palabras de una persona inspirada, ej: los poetas, deben ser como estrellas en medio del fondo cenagoso de un estanque subterráneo; un halo de luz vibrante sobre el agua sombría.
El poeta ha de esperar que algún un día, ojalá, no muy lejano; su verso enigmático sea como un diamante para otras almas de cuyos sentimientos y emociones solo ha sido su precursor.

 

 


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DE LA CIUDAD AL CAMPO
PARADOJA DEL SIGLO 21

 

Hace más de medio siglo, mujeres y hombres abandonaban el campo para encontrar una oportunidad de vida en la ciudad. Ahora, son muchas las personas que proceden a la inversa, de donde resulta una doble corriente en las afueras de la urbe. De un lado, los campesinos hastiados de su campo le hacen guiños a los edificios y carreteras de cemento; de otro lado, están los ciudadanos que repudian el cemento, quieren respirar aire más puro y contemplar la naturaleza.
El retorno a lo primitivo también se nota en los ritmos musicales que triunfan en el mundo. Los valses evocan a su época, los tangos y boleros a profundos sentimientos. Los ritmos africanos y latinoamericanos van imponiendo su ley, la razón es que el ser humano sigue próximo a su origen.
La raza blanca en general, en el afán de dorar su piel, ha cedido muchos terrenos a la primacía de las razas de color. El blanco aspira a bailar contorneándose como la raza afro; también imita a la raza amarilla en la gastronomía y en algunas sutilezas del amor.
Los afros dicen que el blanco huele a formol, por el color pálido; Los amarillos cuentan que cuando Dios creó al hombre hizo tres ensayos antes de alcanzar la perfección. La primera vez, sacó al hombre prematuramente del horno y le salió blanco. La segunda vez lo sacó tarde y le salió negro. Únicamente, a la tercera vez, lo sacó en el momento preciso, acertó y le salió amarillo.
Las causas del retorno a la existencia inicial, instintiva, son de fondo y muchas. Algunos gigantes se disputan el premio- El dominio de la tierra, la pérdida de la libertad, la guerra con sus múltiples máscaras y formas que obligan al desplazamiento forzado...Y actualmente, la tenebrosa amenaza de una guerra nuclear-. De ahí que el ser humano opte por los placeres inmediatos y rápidos, como si quisiera conocer el fondo del pozo, antes de que el mundo desaparezca.
Definitivamente, la modificación que sufrimos es paradójica. Cuando se creía que el campo, quedaría desierto, llegan caravanas de carros a instalarse allí con todo lo que ello implica. Solo un metro cuadrado le basta al ser humano para acertar o equivocarse. Y esto no tiene nada que ver con la creencia tópica que cualquier tiempo pasado fue mejor.

 

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EL HÁBITO DEL TERROR

 


¿Es posible predecir a donde nos llevará la ola de violencia que azota las pantallas de televisión y el cine en todo el mundo? Creo que no, hoy en día para realizar una serie de tv se parte de la base que el espectador o televidente verá la novela, serie o película si es llamado en nombre del crimen. También, se sentará a ver series de amor, ternura, humor; pero en este caso, será inferior el número de espectadores y otra la disposición mental para hacerlo.

 

No cabe duda que esponjarse el corazón o sonreír con series ingenuas, chistosas, es como adornar un árbol de Navidad en diciembre o ir a una fiesta de fin de año de jóvenes. Pero, ver en la pantalla los chorros de sangre y escuchar los disparos y gritos es como si fuera un tema trascendental. El asunto complejo está en el morbo excitante de la apretada del gatillo o la difícil caída de los cuerpos en una escena de crimen. Es cierto que, en la totalidad de este tipo de películas, el malo siempre pierde; pero se destinan a la moraleja 10 minutos de tiempo, contra hora y media de terror.


El "quid" del asunto es la asimilación en el subconsciente, así como se asimilan las imágenes eróticas en una playa paradisíaca. El secreto del desorden radica en la creación de un hábito. Sin darnos cuenta, presentar las imágenes del terror se ha convertido en un hábito, es el común denominador de las producciones de televisión y cine; porque el terror presentado con arte justifica sutiles y oscuros deseos que nadan en nuestro interior, y nos conducen a admitir como algo natural y común, aquello que podría considerarse como excepción.

Ante este panorama, los niños y jóvenes de hoy, crecen en un ambiente de solicitudes espantosas. Algunos de sus juguetes son agresivos, los encabezan el puñal y la pistola. Las publicaciones infantiles, exceptuando algunas, narran historias truculentas. Los niños y jóvenes advierten asombrados que el mundo está formado por una logia de demonios que pretenden exterminar a una jerarquía arcangélica. Como consecuencia de ello, su alma se pone a la defensiva, entra la zozobra y este sentimiento produce infelicidad.

Y ni que hablar de los libros de aventuras policiacas. En el mundo contemporáneo, la letra impresa halaga de manera inverosímil en ciertos casos, y el gusto popular lo orienta hacia las emociones primarias-humor negro, deportes violentos se van imponiendo sobre la masa. "Una violencia reiterada acaba por parecer un derecho". La violencia y el terror van imponiéndose poco a poco por encima de la negociación y la dulzura. Lastimosamente, hoy nos bañamos en un mar de presiones en cadena, donde las voluntades son bloqueadas. Se admite como normal los abogados inmorales, los testigos falsos, los empresarios sin escrúpulos, los hombres de gobierno en desgobierno y los pueblos atomizados.

El terror y la violencia se han convertido en un hábito, y es bien sabido que este tipo de hábitos aniquila la escala de valores y desemboca en la impaciencia. Los crímenes más atroces, apenas generan en nosotros una exclamación de estupor, seguido por el olvido y finalmente el encogimiento de hombros.

El único espectáculo al que no acude nadie es al de "ponerse de hinojos" *, al de la humildad. Actualmente, el ruido de las armas es tan estruendoso que impide escuchar las sabias palabras de recomendación que brotan del océano del silencio.

¡Es la hora de darle la espalda a Caín y rendir el culto al salmista, al poeta!

 

 

 

 

_________________________
*La palabra «hinojo» tiene doble significado derivado de su doble etimología.
En la primera de sus acepciones, «hinojo» tiene su origen en el latín tardío fenŭcŭlum
(en el clásico era feniculum), diminutivo de fenum, 'heno'.
En la segunda, «hinojo» se deriva del latín vulgar genuculum, diminutivo de genu, 'rodilla', que, pasando por yenojo, dio lugar al medieval inojo con uso documentado en nuestra lengua desde 1140.

 

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PEGAR LA HEBRA"

 


 

 

Hablar es el efecto grande de la racionalidad; quien no habla, no discurre, no conversa. "Habla" ... dijo el filósofo, para que te conozcan. El alma se comunica noblemente, produciendo conceptuales imaginaciones de sí mismo en la mente del que oye, ello es propiamente, el conversar, el "pegar la hebra" como dicen coloquialmente los españoles al inicio de una conversación.
 
No están presentes los que no se tratan, ni ausentes, los que por escrito se comunican. Viven los sabios del pasado y nos hablan cada día en sus eternos escritos, iluminando por siempre los años venideros. Participa el hablar de lo necesario y lo agradable. Atendió la sabia naturaleza a hermanar las dos cosas
en todas las funciones de la vida. Se consigue en la conversación lo gustoso y lo presto en las importantes noticias; es el hablar un atajo único para el saber. Por la conversación se conduce al ánimo y a la sabiduría dulcemente.
 

 

De ahí que, las personas no pueden estar sin un idioma común, es una necesidad y un gusto. De suerte que es la noble conversación hija del discurso, madre del saber, desahogo del alma, comunicación entre los corazones, vínculo de la amistad, pasto del contento y ocupación de las personas.

 

"Pegar la hebra" es en muchos casos la tabla de salvación de un náufrago del conocimiento; lucha con las olas, contrasta los vientos y sostenido de la tabla, navega hacia el puerto que lo conducirá a anclar su navío, resolver sus necesidades y disfrutar de las cosas simples y agradables de la vida.

 

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ASPIRACIÓN A LA FELICIDAD

La aspiración a la felicidad es todo lo que ha intentado el ser humano para instalarse en ella. Cuando decimos "el alma tiene sed de infinito" significa que el ser humano tiene sed de Absoluto, pero no de felicidad. Pero para lograrla no hemos tenido en cuenta que existe el obstáculo de nuestra propia naturaleza; doliente, angustiada y perecedera. Y la naturaleza que nos circunda, es plagada de amenazas, es patética, llena de incertidumbre, en cuyo seno se gestan los devastadores terremotos y brotan las diminutas espinas.
En el tránsito de su itinerante historia, el ser humano ha procurado salvar un doble obstáculo. De un lado, rendir su yo interior; de otro lado, ir descubriendo las leyes del medio externo, generalmente duras y hostiles a la felicidad que busca. Y lo más grave es que en este medio ha de moverse y se ha movido.
En un arrebato espiritual, declara "voy a dominar mis bajos instintos" entonces, se reta a sí mismo, confronta sus pasiones frente a sus reflejos condicionados, a su individualidad y contradictoria personalidad. Y cuando construye puentes, malecones, muros, pararrayos, explora, camina y fumiga bosques, viaja a la Luna, trata de ir al espacio, reta a la naturaleza exterior. Quiere conquistarla y poseerla al mismo tiempo, para que deje de ser su enemiga, para que sea su aliada en el empeño de seducir a la felicidad.
El ser humano ha sido siempre consciente de su fracaso. Lo ha sido a tal punto que, ha denominado las épocas anteriores "las edades", nombrándolas con nombres de minerales y metales, no con nombres humanos, ej.: Edad de Piedra, Edad de bronce", Edad de Hierro". Son expresiones de estremecedora frialdad. Incluso al aludir a sus momentos más estelares, lo ha hecho denominándolos "Siglo de Oro". Actualmente, sigue con su línea de objetividad y llama a la era actual "Era Atómica" o la "Era Cibernética".

 

La felicidad es como el tántalo-ave migratoria que va de vuelo en vuelo cruzando fronteras buscando alimento; así mismo, el ser humano en su aventura sobre el planeta tierra, en su movimiento pendular-el yo y el universo-. Por eso la idea de eternidad, que implica entendimiento del concepto tiempo, nos desconcierta y resulta inconcebible. En suma, somos seres humanos que gritamos, lloramos, reímos; pese a todos los fracasos, seguimos aspirando a ser felices.

 


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DARDO CERTERO
"UN BOMBARDEO DE MONÓLOGOS"
Gloria Elena Gutiérrez Ortiz

 

El diálogo entre colombianos se ha convertido en un puñetazo mental. No sabemos abordar una conversación objetiva sin llegar a una disputa. Enseguida nos encrespamos, luego nos insultamos y finalmente, nadie convence a nadie. De ahí la insólita abundancia de expresiones agresivas en nuestro idioma. También, la frecuencia con que atajamos al interlocutor, solemos llamarlo antagonista, rival, contrincante, adversario..., con dichos callejeros como: "te apuesto lo que quieras", "lo juro por mis hijos" ...
Entonces, al darnos cuenta que el otro se muestra irreductible, que "no da su brazo a torcer", le auguramos incertidumbre: "bueno, allá tú" o con voz profética le sentenciamos: "el tiempo lo dirá."

José Ortega y Gasset definió el diálogo español como "UN BOMBARDEO DE MONÓLOGOS". Dardo certero. Y parece que los colombianos imitamos muy bien a la madre patria en ese sentido. ¿Por qué nos pasa eso? Porque no escuchamos al otro, sino a nosotros mismos en él. No discutimos ideas, sino convicciones. No planteamos problemas sino, dogmas de fe. Convertimos en dogma cualquier nimiedad. Al dialogar no perseguimos hallar la verdad, sino tener la razón. El motor que anima la "discusión" es el amor propio, el afán competitivo, tener la victoria por encima de la objetividad. Somos un pueblo emocional, nos falta lógica y discernimiento también.


Los franceses, maestros en el arte de dialogar, han resumido este fenómeno a la perfección: "Pour discuter, il faul étre d´accord" ... "Para discutir, es necesario estar previamente de acuerdo".

Este tema se impone en el mundo. Estamos en plena apoteosis del diálogo. Jamás en la historia de la humanidad se había empleado tan reiteradamente este vocablo. Me asusta pensar que, si el mundo presente espera de éste término la solución a tantos y enormes problemas como la sociedad tiene planteados, los colombianos nos encontremos sin la preparación adecuada para utilizar este instrumento que la evolución histórica ha puesto en manos del ser humano actual.


Las circunstancias políticas han limitado el campo temático de la juventud. Hemos olvidado el valor de las palabras y se ha generado una confusión. Si hacemos un test entre los jóvenes y los adultos colombianos sobre el significado de los términos democracia, socialismo, libertad, bien común, derechas, izquierdas, etc., supongo que daría un resultado escalofriante. Me imagino que las respuestas serían tan equivocadas y arbitrarias como las que los siquiatras de inicios de pregrado nos darían sobre la angustia, desazón, depresión, paranoia, en fin... Nos daríamos cuenta de la ausencia de referentes sólidos en el proceso educativo, tanto, en las instituciones como en la familia.
A veces decimos: "hablando se entiende la gente". A lejos de la realidad que vivimos nosotros. Lo ideal sería esforzarnos para que así fuese. Procuremos entendernos a través del verbo desapasionado. En primer lugar, para evitar hecatombes. En segundo lugar, para estar al nivel del tiempo que vivimos. Y en última instancia, para evitar que los azares del destino, pagándonos con la misma moneda nos digan proféticamente..." Se los advertí, bueno, allá ustedes..."

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EL DILUVIO PROGRESISTA

 


 

 

Vemos como la incorporación de las masas en todo el planeta se ha producido de forma acelerada. La socialización progresiva es un hecho sin duda alguna. En la órbita comunista, el signo dictatorial con tendencia a la igualdad en los sectores más vulnerables; en la órbita capitalista, bajo el signo de la riqueza con tendencia a la igualdad en un sector medio de bienestar. La socialización en mención, abarca la vida misma del ser humano y de la comunidad que lo circunda; adquiere caracteres tan revolucionarios que para darle el valor que corresponde y trascienda a la esfera del objetivo conocimiento, hay que acudir a los historiadores y los profetas del nuevo tiempo.
 
Pero algo se va desmoronando bajo la presión del "Nuevo Orden Mundial". Una serie de organizaciones y hábitos están siendo barridos del mapa, para dar paso a recientes estructuras destinadas a regir el futuro. El antiguo y lento sistema diplomático y protocolario se manifiesta ya caduco... ¿Constituirá la ONU y organismos similares una solución definitiva? ¿Podrán detener los gérmenes de desintegración?
 
Nos estamos moviendo sobre una plataforma de gobierno mundial resbaladiza, encima de la cual danzan rostros amarillos con mirar enigmático, ancianos venerables que predican la no violencia, también algunos países tercermundistas. Discípulos en nombre de Allah, cuyo velo cubre las intenciones del alma. Desde el balcón del Vaticano, el Papa Francisco contempla a uno y a los otros, muy preocupado, con la diestra en alto presto a bendecir o a anatemizar si es del caso. Y por los extremos montan guardia los Estados Unidos de América, Rusia, los países de la OTAN, y otros pueblos asiáticos muy orondos.
Un alud de uniformidad se ha precipitado sobre el planeta Tierra. Las masas avanzan a brazo partido apoderándose de las banderas, convirtiendo sus deseos en ley y arrastrando consigo atávicas peculiaridades. Las agencias informativas comunican al mundo entero a la misma hora, las mismas noticias. El cine y la televisión popularizan en un santiamén los mismos rostros y las mismas obras. Nos sentimos aturdidos ante tales huracanes. No sabemos dónde termina la voluntad nuestra, ni la voluntad de los demás.

 

La transformación contemporánea se ha producido a una velocidad vertiginosa. Antes se contaba por siglos, ahora, por años. "la socialización no es una incisión más en el cuerpo tribal; es una intervención quirúrgica que modifica los órganos y también los planos de existencia" ... decía, un periodista y escritor español, J.M Gironella.

 

Estamos frente al diluvio progresista, un segundo diluvio universal. Cada día al amanecer, nos comunican los medios de comunicación, que hemos avanzado millares de kilómetros en dirección a un mundo inédito, desbordante, electrónico y digital, cuyas propiedades patentizan la extrema pequeñez del ser humano. Y el arca salvadora de este diluvio ha de ser la propia mente humana. El ser humano, ha de preguntarse, cuales son los valores que ha de salvaguardar, que zonas de su espíritu ha de declarar sagradas, incólumes.
No debemos permitir que se socialicen nuestros sentimientos. Se trata de que el NOSOTROS, no suplante al YO, de que lo propio, lo inmanente de nuestro ser no muera en manos de un plan mensual, o de los rígidos ficheros de los organismos mundiales que trazan como misión, las directrices de la cultura humana.
El corazón humano reclama una coraza de acero para levantar los rascacielos de su más digna intimidad.

 

 

INGENIO
La expresión escrita

 

La Odisea comienza... "Háblame, oh Musa, de aquel varón de multiforme ingenio...".
Desde que el ser humano comenzó a habitar la tierra, algunos hombres para usar el término genérico, han experimentado la necesidad de escribir. La gente los ha llamado siempre poetas: poetas de la música, de la palabra, de la piedra, del color, poetas de las artes.
 
Se ha dicho, que debió de ser el primero, el poeta-músico; porque dio las primeras palmadas con ritmo, o tocó un pedazo de madera, o chasqueó los dedos o sopló una caña con agujeros. Ese primer ser humano descargó su música interior, lo mismo solo que acompañado. Lo importante era expresar la emoción. Luego fue tal vez, la danza: el poeta-danzador, comenzó a contornear su cuerpo porque vio que las ramas de los árboles se mecían, o porque sentía gran júbilo o un éxtasis, o sentimiento artístico. Seguidamente, pudo haber sido el humano que con su boca produjo un silbido, queriendo imitar a los pájaros del bosque para expresar su admiración, y se llamó: el poeta silbador. Posteriormente, llegaron los sonidos guturales, el lenguaje hablado, y finalmente, la palabra escrita. En suma, aparecieron los poetas. Y el humano-poeta descubrió que no era bueno que el hombre permaneciera mudo o callado, entonces, cantó y habló.
 
Al cabo del tiempo, llegó el asombro ante la salida del sol, se manifestó en el silencio y el suspiro, entonces llega el poeta-suspiro. Aparece luego, el poeta-niño que preguntó: ¿porque existe la muerte? Mucho más adelante aparecieron los poetas-trovadores...Verbenas alrededor de una fogata, en las que el juglar "hacía las delicias" narrando a su modo la vida de todos.
 
A la par de los anteriores, avanzaban los poetas-dibujantes: dibujaban con un palito en la arena, con un chuzo en el tronco de un árbol o en la pared de una cueva, hasta que uno de aquellos poetas-dibujantes quiso ir más allá...abandonó lo figurativo, el realismo y se adentró en la abstracción; inventó la palabra escrita. Desde entonces millones de seres humanos siguieron su huella.

 
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EL ÉXODO, DESTINO HUMANO


El éxodo es una palabra griega que etimológicamente significa "salida, huida, exilio, abandono..." También puede llamársele muerte, porque es una huida sin retorno.

 

Es increíble que el brillo de las naciones en este momento de la historia de la humanidad, se mida por el número de éxodos que ha provocado. En otros tiempos, huir significaba cruzar a pie cordilleras y desiertos o surcar el mar en embarcaciones muy frágiles. Ahora, son caravanas de caminantes que huyen a pie de país a país, en camiones de ganado y buques de migrantes. También se huye con más rapidez, están los medios más veloces.


El ser humano, ha elevado la huida, el éxodo, el exilio, la expulsión a escala universal. Los cuatro continentes más conocidos viven bajo este destino permanentemente. En América, especialmente el centro y el sur, dadas las condiciones políticas y sociales que se viven en algunos países la gente está huyendo sin cesar. África, vive en una exaltación homicida; huyen los negros, los árabes, los blancos, utilizando desde el camello hasta el avión. Europa que se supone un territorio más culto y evolucionado, ha sido, es y seguirá siendo escenario de constantes migraciones provocados por todo tipo de totalitarismos; hoy, por la guerra que libra Rusia contra Ucrania, desastre de proporciones inimaginables, que tiene en jaque a naciones enteras y que puede borrar del mapa sin consideraciones humanas y políticas a pesar de ser centro del cristianismo. Asia, pese a los maestros espirituales que ha dado como Buda y Confucio, han caído en la misma trampa de los africanos. El destino del éxodo mundial que está ocurriendo en estos momentos, causaría el mayor de los terrores y nos sumiría en una sofocación histórica indescriptible en este siglo XXI.

 

Aldous Huxley, antes de partir a la eternidad, habló de tres direcciones en las que el hombre podría huir de su propio yo:La huida hacia abajo, a través de los vicios. La huida horizontal, por medio de la insensibilidad, anestesia, o de sus contrarios, la violencia, la excitación. Y la huida vertical, hacia arriba, en el misticismo religioso o ideológico.

 

La consecuencia más aparatosa de la huida o evasión descrita por Huxley es la "masificación". Definitivamente, hay que usar el plural, porque somos una familia planetaria que habita los edificios palomeras, cruza las mismas calles, que se aboca al trabajo en serie, turistea los mismos lugares, se entusiasma co las mismas películas, en fin... el mundo entero se ha despersonalizado y se ha ido uniformando; se acortan las distancias, se pierden las emociones, loas valores y hemos caído en la vida de los antivalores.

Es de gran relevancia darse cuenta que la humanidad contemporánea al huir, no persigue el todo, sino el fragmento. Acaba su vida, que podría ser armónica, en una interminable sucesión de instantes provisionales.

En nuestro momento histórico, el hombre huye no solo por verse obligado ante una situación de guerra, sino porque está insatisfecho, porque existe una desproporción flagrante entre sus aspiraciones infinitas y lo que en realidad puede alcanzar. La mente y el cuerpo viajan en diferentes tiempos, aún no hemos evolucionado lo suficiente, como para que ello ocurra. Sería nuestra conquista próxima (...)

 

El éxodo más delirante, apasionado y anhelado es el que parte hacia las estrellas, donde acaso resida el secreto de la creación, donde el cuerpo consigue liberarse por fin, y de manera milagrosa, de la ley de la gravedad descubierta por Isaac Newton.

 

Y hablando de fugas que consagraron un ser humano único e inolvidable, vale la pena recordar el "Padre de la música" Johann Sebastian Bach, creó en el órgano miles de fugas, y estableció la homogeneidad del inacabado opus, su obra magna. Las fugas requieren una ejecución conjunta, interpretadas aisladamente pierden algo de su peculiar grandeza, y tan solo brillan esplendorosas cuando suenan agrupadas.

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CRUZADAS DEL CORAZÓN
"QUE LA PAZ SE MULTIPLIQUE ENTRE VOSOTROS"
El Rey Darío en el Libro de Daniel

 

Desde que me conozco se habla de guerra entre los pueblos, entre las razas, de las luchas ideológicas y políticas, de la rivalidad entre civilizaciones, de la diferencia de clases sociales y poco se habla de las cruzadas del corazón. Son éstas las que merecen mayor atención. Lo que enferma y aniquila a la especie humana es el enemigo familiar: los esposos, o los amantes; los padres, los hijos, los hermanos, los cuñados, etc. Se dice que, en la guerra, los soldados que están en las trincheras bajo las sombras se ríen. En los hogares donde el caldo de cultivo es el odio, la incomprensión, es imposible entregar una dulce sonrisa o establecer un diálogo abierto, sincero.
Las incompatibilidades de temperamentos, la impavidez ante nuestro entusiasmo profesional, el chirriar de una puerta, el ruido de cucharas, cualquier sonido molesto, en fin...son las pequeñas repugnancias que atentan contra nuestra paz en el alma, en el corazón, en la vida.
Federico Nietzsche decía: "Tener la idea de la venganza y realizarla es un acceso de fiebre que pasa; tener un pensamiento de venganza, sin la fuerza ni el valor de realizarlo, es padecer una enfermedad crónica, un envenenamiento del cuerpo y del alma".
En los anónimos conflictos familiares radica el origen de la incomodidad mundial y universal. Contrario a lo que muchos suponen, el más perentorio de los anhelos humanos es vivir en paz con la familia, con el entorno y consigo mismo. Ello se patentiza en épocas de guerra, de exilio, de desplazamiento forzado, de condenas o cárcel.
En estos momentos de la historia humana, de pandemia, de "vientos de guerra" entre naciones hermanas al este europeo, que para colmo tocan la familia planetaria, en que los deseos apuntan a nuestra preservación, la añoranza no se dirige a los placeres espectaculares, ni al progreso sin fin; lo que se añora es lo cotidiano, lo mínimo: la vivienda, los hijos, la mesa de comedor compartiendo los alimentos en familia, las risas, los juegos en casa, la solidaridad...

 

El todo se compone de fragmentos. Me refiero a la belleza moral, si, "la belleza base de la civilización", como escribía el biólogo y escritor francés Marie Joseph Auguste Carrel-Billiard, conocido como Alexis Carrel en "La Incógnita del Hombre", aquella que se compone de grandes virtudes; es un fenómeno excepcional e inolvidable. Da a aquellos que la poseen una fuerza extraña e inexplicable. Y para poseerla no es necesario ser caritativo, o esforzarse mucho. Establece la paz en los seres humanos. Es cuestión de reunir en el alma, una suerte de muestrario de pequeñas e inadvertidas excelencias.

 

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AL ACECHO DEL ORIGEN
-ELOGIO A LA POESÍA-

 


"Sin duda, la poesía tiene cualidades terapéuticas, pues sirve para aliviar la incertidumbre y la insatisfacción que van aparejadas
(inevitablemente, diría Freud en "El malestar de la cultura") con la existencia humana".
Martín Ortega Carcelén

 


Estamos en un momento del mundo, en que los menores acontecimientos asumen sin esfuerzo una belleza cada vez más depurada, más nítida. No se mezclan más fácilmente que la tierra con el cielo. Por ejemplo, si miramos las estrellas antes de abrazar a la persona amada, no la abrazaríamos de igual modo que si la abrazamos mirando las paredes de nuestra habitación. Estemos seguros que, si seguimos un rayo de luz por la rendija de la puerta de la vida, habremos hecho algo tan grande como si hubiésemos curado las heridas de un enemigo, puesto que en aquel momento no tendríamos enemigo.

 

Es menester estar al acecho del origen, porque ese mismo origen a veces, se nos oculta. La nada entonces revela su presencia, y es aquí donde aparece el poeta; un verso aquí, otro allá...surge en medio de los acontecimientos de nuestros días ordinarios, se entreabre algo enorme...La Poesía...En el fondo, la poesía tiene el objeto de mantenernos despiertos ante los caminos que conducen a lo visible e invisible. Pero también es el objeto de la vida, y es más fácil de alcanzar en la vida que en la poesía, porque los poemas a veces tienen que abandonar las alas del silencio. Solo el poeta puede seguir las innumerables variaciones de aquel poder inmutable; es la manera más eficaz de salir al acecho del origen de sí mismo.


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CANTAR DE LA MAÑANA
 
Soy la luz del alba
que en tu ventana
filtra en manojos
al rayar el día.
 
Soy el alba azulada
que de niña en tu cuna
abrió tus ojos risueños
y dibujó tus sueños.

 

 

Soy la música vaga
que en los confines se escucha,
esa armonía que lucha
con el silencio, y se ahoga.

Soy el aire tibio que halaga
con su incesante volar...
Y como tú doliente guitarra
suele hacerte suspirar.

Del inflamante vacío
se levantó la alborada,
y con su radiante mirada
hizo relucir el rocío.

 

 

LA ESTRELLA O EL AZAR

 

Es tiempo de observar nuestra estrella; sea buena o mala, tenue o brillante, las fuerzas del mar no podrán cambiarla. Los que confían en ella, juegan con ella como una bola de cristal, en la seguridad de que no puede quebrase. Los que no confían en su estrella, no pueden alzar su mirada sin que esta se desprenda del firmamento y caiga hecho polvo a sus pies... Otros dicen que es peligroso hablar de la estrella, pensar en ella, porque creen que es la señal de que va a apagarse.
 
Nos encontramos entonces aquí, ante los abismos de la noche y esperamos lo que ha de ocurrir. Ya no se trata de fuerza de voluntad, estamos a mil leguas de ella, y en una región donde la voluntad misma es el fruto más maduro del destino.
 
Hemos descubierto algunas costumbres del azar. Basta creerse en un instante de seguridad para atraer el rayo, y que la dicha forma un vacío tan profundo que las lágrimas no tardan en aparecer en nuestros ojos. Al cabo de un tiempo también discernimos sobre sus preferencias. Notamos que, si caminamos en la vida en compañía de cierta persona, damos algunos pasos, las costumbres del azar ya no serán las mismas; mientras que, si avanzamos con otro amigo, los acontecimientos que salgan de nuestra existencia serán de naturaleza constante. Sospechamos también, que las cosas nacen débiles, para tomar fuerza en nosotros, y que en toda aventura hay un corto instante en que nuestro instinto nos advierte que aún somos los dueños del destino.

Finalmente, hay quienes afirman que se puede aprender a ser feliz, a medida que nos tornamos mejores, nos encontramos con seres de la misma frecuencia vibratoria y entonces atraemos acontecimientos maravillosos, y en un alma bella, el azar más triste se transforma irremediablemente, en una resplandeciente estrella.
 

 

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NACEMOS ANTE LO INESPERADO

"Antes te amaba como hermano, ahora te respeto como mi alma"
Un héroe de Shakespere


Nacemos realmente el día que por primera vez sentimos profundamente, que en la vida hay algo inesperado. Una persona nota que no está sola en el universo; otra, dándose un beso o derramando una lágrima. Un tercero, ha visto extender una mano divina entre su alegría y su desgracia. El cuarto, se ha dado cuenta que los muertos tienen la razón. El quinto ha tenido compasión, el sexto ha sentido admiración, y el séptimo tuvo miedo. Podemos nacer así, una y otra vez, y cada uno de estos nacimientos nos acerca un poco más al origen de nuestra creación.

 

Casi todas las personas se conforman con esperar a que un acontecimiento lleno de una luz irresistible, penetre violentamente en nuestra oscuridad y nos aclare el panorama. Esperamos una coincidencia feliz, en que los ojos de nuestra alma estén abiertos por casualidad en el instante en que algo extraordinario nos suceda. El asunto es que existe luz en todo lo que nos sucede, los grandes seres humanos no han sido grandes porque sí... ellos, tenían la costumbre de abrir los ojos a todas luces.

 

El sabio no necesita esas sacudidas inesperadas. Observa una lágrima, el gesto de una mujer, la gota que cae; escucha a su amigo, se acerca a unos labios, tiene los ojos y el alma abiertos. Siempre puede ver lo que otros entrevén por un instante, y una sonrisa le dirá sin esfuerzo lo que una tormenta y aun la muerte hubieron de revelar a otros.
No debemos inquietarnos si nacemos ante lo inesperado, un momento de justicia acaba siempre en tocar el corazón humano, porque la desgracia abre los ojos que no se abrían.

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INVISIBLE INDULGENCIA

 

Los seres originarios de donde nacimos, se manifiestan de mil maneras, pero la indulgencia secreta, invisible, es tal vez la señal más pura del origen de la vida eterna. Sonríe simple y llanamente en el umbral de nuestras almas. No se muestra en una lágrima; se oculta por inexplicables razones. La indulgencia vive en nosotros como prisionera a quien se le ha prohibido acercarse a sus ventanas. Puede ocultarse cuando quiera-en el momento en que se suelta uno de los anillos de su cadena o levanta la mano-, la prisión se ilumina, las ventanas se entreabren por la presión de las claridades interiores.


Esta invisible indulgencia de la cual no hablo aquí sino fuera porque es una de las señales más próximas de la actividad incesante de nuestra alma, ennoblece de manera definitiva todo lo que toca sin saber. Todo el que tenga lástima de un ser, descienda en sí mismo y pregúntese si alguna vez fue bueno en presencia de ese ser. Por lo que a mí respecta, nunca encontré a nadie a quien sintiera conmover con mi invisible indulgencia, que no se volviera en el mismo instante, mejor que yo misma.

La propuesta es ser buenos hasta las profundidades más recónditas, y veréis como los que os rodean se tornarán buenos hasta las mismas profundidades. Nada responde más infaliblemente al grito secreto de la indulgencia, que el clamor sigiloso de la probidad vecina. Hay allí una fuerza innombrable, una rivalidad de espíritus irresistible. Es ahí precisamente, donde se encuentra el punto más sensible de nuestras almas.

 

Hay almas que parecen haber olvidado que existen y haber renunciado a todo lo que eleva a un ser humano; pero todas se levantan cuando atienden aquel lugar; y en los divinos campos de la invisible indulgencia, la más recatada de las almas no soporta la derrota.

 

Y el alma que ha mirado otra alma y vertiera las lágrimas de la alegría que no se advierte en ella, no le tendrá rencor en sus torturas. Ni aún, la necesidad de perdonar.

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UN SIGLO, UN AMOR, UN DOLOR

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En cada siglo se ama un dolor, porque cada siglo vislumbra un destino. La verdad es que en este siglo XXI las tragedias de las pasiones no interesan tanto como en los siglos pasados. Hoy, no nos alcanzan tanto porque el dolor de vivir ha adquirido proporciones inimaginables. Parece por momentos, que estamos al borde de un pesimismo nuevo y misterioso. Los sabios más terribles de la historia, Shopenhauer, Carlyle, los rusos y otros... aún, el optimista de Emerson, no llegaron a explicar a profundidad nuestra enorme melancolía.
 
Nos encontramos ante poderes extraños y lo más grave es que nos hallamos sin sospechar sus intenciones. Las tragedias y catástrofes, no flotan entre dos mundos; salen de aquí y van hacia allá. El ser humano es el amo y señor de ellas. En tiempo de los griegos, lo era mucho menos, porque la fatalidad reinaba en las alturas. Era inaccesible y nadie se atrevía a interrogarla. Hoy, es ella quien interroga, he ahí la gran señal que marca el teatro del siglo en el que somos los actores protagonistas.
 
Siglo que no se detiene en los efectos de la desgracia, del dolor, sino, en el dolor mismo. Lo que era la preocupación de los siglos más trágicos pasados, la naturaleza de su dolor, se ha tornado el punto central de los dramas más recientes y la hoguera de los fulgores equívocos en torno giran ya las almas de mujeres, de hombres, de seres humanos. Se ha dejado de paso el lado del misterio para mirar de frente los terrores de la vida.
 
La melancolía del ser humano que, desde su llegada al mundo, parecía bella, puede aún ennoblecerse infinitamente; puede ser que un personaje genial profiera la última palabra del dolor y acaso nos purifique eternamente...
 
En este siglo, tengo la esperanza de entrever por un momento la belleza, la grandeza y la gravedad de ese algo de vida unido a la fuente y a sus misterios por lazos que se cruzan en la vida de la tragicomedia cotidiana.

 

 

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CUANDO LOS LABIOS DUERMEN

 


 

 

"El imperio del silencio es más alto que las estrellas
ymás profundo que el reino de la muerte" Thomas Carlyle (1785-1881)

 

 

Nos pasamos una gran parte de nuestra vida buscando los lugares donde no reina el silencio. La mayoría de los seres humanos no admite el silencio más que dos o tres veces en la vida. No se atreven a acoger ese huésped impenetrable, excepto en momentos muy solemnes, entonces si lo acogen dignamente.
Recordemos el día en que nos encontramos sin miedo frente al primer silencio...lo vimos subir de las profundidades del mar sentados en una hermosa playa...y no salimos corriendo...Pudo ser el momento de llegada o al disponernos para un viaje; en el transcurso de una alegría, o de una pena, frente a la muerte o al borde de una desgracia. En la desgracia es cuando e silencio nos besa, nos rodea, nos envuelve.

 

Esparcidos están aquí y allá, cada uno en su ciudad, su pueblo o su casa, en fin...pensando en silencio, trabajando en silencio, y la prensa o los medios de comunicación, nada dicen de ellos... ¡Son el oro en polvo de la Tierra! El país que no tiene de estos seres o tiene pocos no va por buen camino...Es como un bosque sin raíces, solo hojas y se va por las ramas, pronto se agotará y no será ya un bosque...

El silencio verdadero es más profundo y difícil de abordar que el silencio material de Carlyle, no es de aquellos pequeños dioses que el hombre puede abandonar. Nos rodea por todos lados, es el fondo de nuestra vida suboída, y cuando uno de nosotros llama temblando a una de las puertas del abismo, es el mismo silencio atento quien nos abre un portal para siempre.

 

Cuando los labios duermen, las almas se despiertan y emprenden su trabajo, porque el silencio está lleno de sorpresas; es el único momento en que las almas se poseen libremente. También, hay almas que no tienen silencio, y estos son los seres inadvertidos, pues, no logran atravesar la zona reveladora, la gran zona de luz.
Toda agitación del espíritu es un obstáculo, y para saber lo que existe en realidad es menester cultivar el silencio en sí, porque sólo en él se entreabren por un instante las flores imprevistas y eternas que cambian de forma y de color según el alma a la cual se encuentran.
LAS PALABRAS QUE PRONUNCIAMOS NO TIENEN SENTIDO SINO, GRACIAS AL SILENCIO EN QUE SE BAÑAN.
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IMPERSONALIDAD COLECTIVA


Con el ardor de la juventud que hemos visto en este pasado mes de mayo en Colombia, da la sensación que, en nuestro medio aún perviven los espíritus de hombres como Calígula, Claudio y Nerón entre otros vestiglos que ningún grupo de hombres los soportaría; como lo hicieron los romanos, que, eran menos tolerantes, más soberbios, pero más cultos que los pueblos que ellos habían vencido.

Se suponía haber alcanzado, con esos tiranos y dementes, el fondo de los abismos y que jamás se caería más abajo. ¿No tocamos el mismo fondo con la revolución francesa?
Bastarán un mal cambio de vía, una corriente perniciosa en los pensamientos, unos cuantos años de superabundancia, otro tiempo de escasez y de desorden, una influencia astral, una invención funesta, para precipitar en una especie de infierno, a la atribulada masa humana. Tan efímero, frágil y precario es el fenómeno o más bien, el milagro del equilibrio y la razón; y todas las fuerzas del universo serán testigos impotentes para detener, ni retardar la caída. Comenzamos a darnos cuenta de ello...
Siempre es más fácil organizar el dolor o la desgracia, que el placer y la dicha. Nuestra experiencia sobre esta tierra nos lo ha enseñado bastante. Por ello, a no ser que se esté completamente seguro de tener una felicidad eterna, deseamos la insensibilidad anónima y colectiva. Sin contar con las sorpresas que después de miles de millones de años, pueda reservarnos esa impersonalidad colectiva.

 

No ser ya, es imposible. Ser de otra manera o estar en otra parte, es la opción posible., y esto nos lo ilustra esta anécdota en Sicilia una ciudad de Italia el siglo pasado:

"A ambos lados de un camino, se habían plantado plátanos en honor de las víctimas de la última guerra mundial. En cada tronco estaba fijada la placa de cobre que llevaba el nombre de un héroe muerto, con las fechas de su nacimiento y muerte" ... Idea muy ingeniosa y conmovedora que confiaba a los árboles la conservación de un recuerdo para que viviera y muriese con ellos, porque nada mejor que la vida de un árbol para hacer perdurable la memoria de un hombre..."Desgraciadamente, al cabo de cinco años, a fines de un verano muy seco, se descuidó regar los plátanos que, por falta de un poco de agua, están ahora tan muertos como aquellos que debían mantener más allá del olvido"...
El vacío de estabilidad, de serenidad y la nada, a los cuales se podría agregar el caos, no pueden preexistir, puesto que jamás han existido.

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LA CONSTANTE ES EL CAMBIO
 
 

 

"El organismo, en el conjunto de sus elementos, no obedece sino a él, no vive más que por él. Sólo él, en nuestro organismo sabe y puede" dijo alguna vez un médico laringólogo francés Pedro Bonnier.
Pero, si este organismo que todo lo sabe y todo lo puede, no puede enseñarnos lo que realmente es él, ¿de donde procede su fuerza, su vida, y lo que deviene cuando se extingue? Porque estos órganos están destinados a vivir en un universo cambiante, poco estable al que deberán adaptarse, eso es lo que nos han dicho desde tiempo ha..
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Quizá baste un germen desconocido traído de no sé dónde, para que toda el agua de los océanos fermente y se corrompa, arrastrando así el fin de una humanidad desorientada. Nos falta encontrar el reactivo o la onda que nos revele el origen de lo desconocido, y nos explique la mutación constante.
 
¿Pero porqué hay inestabilidad en el universo? Porque el espacio es más que nada, dijo el filósofo Henri Bergson. El espacio no ha estado jamás, ni estará vacío; no es espacio sino por lo que contiene. Nos conformamos así con las palabras, moneda falsa del lenguaje en ocasiones; porque las palabras que representan lo que no es ocupan en nuestro razonamiento, el mismo lugar, la misma importancia que las palabras más llenas de sentido, de realidad y de vida.
 
Y volviendo a nuestro organismo; aunque nuestro cuerpo pueda renovar todos sus órganos, lo mismo que las piezas intercambiables de un motor de carro, es de presumir que nuestra vida no se prolongará más allá de unos cuantos siglos. No somos inmortales; en primer lugar, porque la tierra no lo es, y, sobre todo, porque si siguiéramos siendo tal como somos hoy, en la plenitud de nuestra salud y de nuestras fuerzas, la tierra y el universo que evolucionan sin cesar, habrán cambiado en torno nuestro. Las temperaturas, la atmósfera, las presiones, la luz, la atracción, los climas cósmicos no serían los mismos y lo más probable, nos sería imposible adaptarnos a ellos.
 
Entonces la opción es, concientizarnos de una vez por todas que, la única constante es el cambio.

 

 


©Copyright abril-mayo 2021  Gego-Guti
Medellín Colombia

 

MEMORIA Y OLVIDO
La lenta descomposición de nuestra memoria

 

Nuestra memoria inmediatamente reciente, duerme como un pueblo abandonado en la bruma. Algunos actos pasados se elevan semejante a moles de gigantescos edificios, unas iluminadas, otras en ruinas e inclinándose bajo el peso del olvido. Naturaleza de árboles enfilados se deshojan, lienzos de muros se desmoronan, espacios se angostan y se ensanchan. Todo ello parece muerto y solo lo anima algunos movimientos de la lenta descomposición de nuestra memoria.
En la realidad aquello sobrevive; y para muchos, más ardiente y profundamente que el presente o el porvenir. Ese pueblo aparentemente inerte suele ser muchas veces el hogar de la existencia; y según el espíritu que lo lleva a ella, unos sacan de allí todas sus riquezas, otros las sumergen allí.
Así sucede con nuestras ideas sobre el pasado, el amor, la justicia, el destino, la felicidad y la mayoría de las cualidades espirituales que representan las grandes fuerzas a las cuales obedecemos. Las heredamos de quienes nos precedieron; hasta que despierta nuestra segunda consciencia, la que alardea de no aceptar nada con los ojos cerrados, hasta que nos disponemos a examinarlas, perdemos el tiempo en interrogar a las que hablan en voz alta y no cesan de repetirse, en lugar de investigar si no existen en torno a ellas, otras voces que hayan callado.
En verdad, la fuerza del pasado es una de las más graves que pesan sobre nuestros hombros y los encorva hacia la tristeza. Sin embargo, ninguna sería más dócil, ni seguiría gustosa la dirección que le diésemos, si supiésemos sacar mayor partido de la docilidad, reflexionando mejor sobre ello. El pasado nos pertenece tan realmente como el presente, y es más dúctil que el porvenir.
Nuestro pasado depende enteramente de nuestro presente, y cambia eternamente con él. Está contenido en nuestra memoria, y nada es más variable e impresionable que la memoria; alimentada y trabajada sin cesar por el corazón y la inteligencia, que se vuelven más grandes o más pequeños, mejores o peores, según los esfuerzos que realicemos.
El pasado no se afirma más que, para aquellos en quienes la vida por la impotencia, se han detenido.
A partir de este punto, existe detrás de nosotros lo irreparable, y el peso de lo hecho cae sobre nuestras espaldas. En tanto no interrumpamos el vivir por el espíritu y el carácter, el pasado permanece en suspenso sobre nuestra cabeza.
Lo que nos importa y nos queda del pasado, no son los actos cumplidos o las aventuras vividas sufridas o no; sino las reacciones que produjeron los acontecimientos ocurridos. Esas reacciones que crean el ser íntimo y soberano en nosotros.
En suma, a medida que va ascendiendo nuestra inteligencia y nuestros sentimientos, la sustancia moral de nuestro ser, se modifica; y los más inmutables hechos que parecen sellados con piedra, revisten un aspecto diferente, se desplazan, se reaniman y nos dan consejos más vastos y arrastran en su ascensión a la memoria olvidada; y de un montón de ruinas que se descomponían en la sombra, se reconstruye un pueblo, un país que se repuebla y sobre el cual, el sol resplandece de nuevo.

 

 

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EL OBJETO Y EL FIN

¿A DONDE VA LA HUMANIDAD?

 

Esta preocupación del objeto y el fin es puramente humana, es una especie de invalidez de nuestro espíritu, no tiene nada de común con la realidad universal. Sí, es probable, que tengamos que ocupar un instante en un pequeño lugar que podría ser ocupado por una mariposa o un clavel, sin que el esplendor de la vida sea alterado. Pero, si marchamos por marchar, sin dirigirnos a parte alguna, no podemos interesarnos en otra cosa que no sea esta marcha inútil.

Si ignoramos a donde vamos, la etapa próxima podría ser un derrumbe terrible. Pero, a pesar de la amenaza del derrumbe, los caminos se ensanchan y se allanan; los árboles comienzan a florecer, el silencio de las aguas que reposa, todo anuncia que nos aproximamos a la más extensa llanura que la humanidad haya divisado desde lo alto de uno de los senderos más tortuosos que jamás trepara desde su nacimiento...

 

¿Será llamada "la primera llanura del descanso"?
Desafiando las sorpresas del porvenir, parece cierto que la humanidad ya está conociendo, lo implacable y lo tiránico del trabajo de quienes se dedican a las ciencias como; la medicina y la química, también otras que se deriven de estas, que han sido descubiertas para suavizar el trabajo humano. Pero, no por aquellos que realizan estas nobles labores, sino, por quienes se sirven de ellas. Actualmente, tres días de ociosidad llenan los hospitales de víctimas atacadas por el peligrosísimo virus que nos circunda, como si alguien, o muchos, quisieran desaparecer la mayor parte de la humanidad. Parece que su destino depende del empleo de ellos-los hombres de ciencia-, claro, sin duda alguna. Tanto como el trabajo y la guerra contra el enemigo invisible que nos embarcaron, es lo que nos agota o reconforta, nos degrada o nos ennoblece. He aquí la invalidez y la injusticia de todo lo que intenta manifestar los secretos del género humano.

 

"Si espíritu no hubiese, yo querría ser Dios, y crear el alma y arrancarle su corteza mortal y sumergirla en el inmenso mar de lo impalpable...Quizá pudiera entonces a la idea, dar la eternidad como lenguaje". (Fragmento del poema A JUAN del poeta mexicano don Justo Sierra-1848-1912)

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VIVIR ES DEJAR DE MORIR"
La eternidad es al océano como el tiempo a la ola

 

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"Morir es dejar de vivir y vivir es dejar de morir", dos apotegmas intercambiables. La vida vive en la muerte y la muerte vive en la vida. Cuando empecemos a comprender lo que llega a ser la llama de la vela que apagamos, habremos dado un primer paso en el conocimiento de nuestra alma, de nuestro espíritu, de nuestra vida.
En Colombia son muchas las bugías apagadas, víctimas de la guerra que han dejado de todos los lados. En tanto, el verdugo está enfermo, sin defensa ni fuerza, es una víctima conmovedora; recobra su vigor, y abusa, tiraniza y maltrata a los débiles, desconoce la piedad. Es más generoso un perro con su amo, porque, he conocido muchos perros, y no he visto a ninguno que haya mordido a su amo. Puede que existan, más no los conozco. En esas relaciones del animal canino con su amo, parece haber un pacto fundamental celebrado en los tiempos más obscuros de la prehistoria. Es un verdadero tratado de paz. Cuando más, el can se exaspera, como si se permitiera recordar a su amo extraviado, el respeto de la alianza antepasada, lo manifiesta en su gruñido especial que no engaña y detiene a los más temerarios. Si el animal es víctima de una injusticia manifiesta, no se leerá en su mirada entristecida, sino en el reproche silencioso.
Por fortuna, y para muchos, saber que el ser humano tiene una partícula de su inteligencia, que, transformada en instinto, puede ponerse por un momento en el lugar de la víctima, da cuenta que la víctima, aunque muera no muere, porque no hay muertos sino vivos que han cambiado de forma. Y si vemos la cola de descendientes que han dejado, nada dejará de existir. Ellos son un instante de lo presente que está todavía por venir.

 

Estamos obligados a admitir que el movimiento es una ola que vive desde el océano de la eternidad, incorporémonos en la certidumbre que "vivir es dejar de morir".

 

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LA CONQUISTA DE LA MATERIA
 
A pesar de que el ser humano vino a conquistar la materia, como su misión más relevante, el mismo, se ha dejado conquistar por ella.
Venimos desde hace dos siglos o más, que parecemos no amar más que la materia. Diríase, que el ser humano tiene prisa de conocerla, de penetrarla, de poseerla; de gozar de ella hasta la saciedad. Tal vez, quiera desembarazar el porvenir de la rebusca inquieta de una felicidad que se puede encontrar en ella; mientras no haya agotado todos los recursos y descubierto todos sus secretos.
Es posible que algún día haya una reacción muy fuerte contra esta pasión de los goces de la materia. No es que el ser humano se desprenda de la materia, jamás; pues cometería un grave error, pues somos fragmentos de materia animada. Pero tampoco hay razón para depositar todas nuestras esperanzas en el punto de partida. Casi todas las personas que encontramos por la vida, anteponen una especie de obstinación irreflexiva en mantener en ellas la preponderancia de la materia.
Ha llegado la hora de encontrar la conciencia pacificada, corazones justos y amantes, respetuosos de la percepción de todas las bellezas, lo mismo de un atardecer, las ciudades, los mares y las selvas; como, de un buen semblante, una sonrisa, una palabra, una acción o un movimiento del alma.

 Ahora, se precisa la misión de la especie humana, trascender todo lo que no sea favorable al desarrollo intelectual y espiritual de nuestro ser. Estamos en un momento de la historia donde debemos recuperar la energía más durable del pensamiento donde toda satisfacción corresponde a un renacer holístico.

 

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